Best For Last

Capítulo 18

-Buenos días, mi amor- susurró Simon muy cerca de mi oido provocando que despertara por completo.

-Buenos días, cielo- me giré y lo abracé por el cuello sin abrir los ojos.

-Abre esos hermosos ojitos- dijo besando mis párpados. 

-¿Qué ganó si los abro?- dije sonriendo.

-Ver al hombre más guapo del mundo- aseguró.

Solté una carcajada y abrí los ojos al fin.

-Extrañaba tanto esto- dijo rozando su nariz con la mía -Te amo- se deslizó un poco en la cama y comenzó a besar mi cuello, una de sus manos viajó por mi cintura hasta llegar al contorno de mis piernas.

Puse mis manos en su cabello y lo apreté al sentir como su lengua jugaba con mis senos.

-Simon- jadee y él sonrió.

-No te imaginas cuantas veces soñé con esto- subió nuevamente y besó mis labios -Nunca perdí la esperanza de volver a despertar a tu lado, de tenerte así como ahora, desnuda, entre mis brazos y jadeando mi nombre- dijo y me sonroje.

De un sólo movimiento me giré dejandolo bajo mi cuerpo, me miró sorprendido y tomó mi cintura entre sus grandes manos.

-Te amo conejito- grité riendo y le di un beso rápido.

-¡Nunca me gustó ese apodo Dell!- habló con disgusto fingido y fruncio el ceño.

-¡Pero eso eres!- exclamé divertida, sabía perfectamente que odiaba que le dijera así. -¿recuerdas que después de que lo hicimos por primera vez, querías estar haciéndolo todo el tiempo? ¡Igual que un conejo Simon!- reí y él no pronunciaba palabra aunque también estaba a punto de reír. - Pero, nada se compara a la vez que me enojé contigo y te negué el sexo por más de una semana, y para tu pena ¡Te encontré masturb...!

-¡Silencio¡- exclamó alarmado y tapó mi boca. -Deja de recordar esas cosas mujer- negó con la cabeza mientras sonreía -Eres perversa Adele- quitó su mano y me dio un beso.

Se sentó conmigo en sus piernas tomándome por la espalda y me acercó más a él, recargue mi cabeza en su hombro derecho y le di muchos besos en la mejilla. Bajé mi mano por su vientre y roce su miembro con la punta de mis dedos.

-Adeleee- jadeo y sonreí; a mi también me encantaba escuharlo jadear mi nombre.

-Hazme tuya una vez más- susurré y pase mi lengua por su clavícula.

Sin pensarlo dos veces Simon se levantó mientras me cargaba, enrollé mis piernas en su cadera y me pegó a la pared, me subió un poco para besar mi cuello y senos; sus manos se encontraban en mis nalgas apretandolas, sentía su erección rozar en la entrada de mi sexo.

Arquee la espalda y solté un pequeño gemido cuando entró y volvió a salir rápidamente. Repitió esta misma acción unas cuantas veces haciéndome clavar las uñas en sus hombros.

-Ya, Simon- jadee exasperada -Deja de jugar conmigo.

Sonrió perverso, me pego más a su cuerpo y cuando estaba apunto de entrar nuevamente escuché golpes en la puerta.

-¿Mami?- la voz de Victoria se escuchó y Simon me bajó rápidamente -¿Mami, estas ahí?- noté como la perilla se movía de lado a lado, estaba forsejeando con ella.

-Si, cariño. En un momento salgo - respondí normalizando mi respiración.

-Maldición- dijo Simon y yo me reí. -¿De que te ríes?- preguntó en voz baja mientras caminaba de lado a lado buscando su ropa.