-¡Vic... Mi amor, apúrate, se nos va a hacer tarde! - grite fuerte mientras abría la puerta principal.
-¡Ya voy mami!- dijo bajando las escaleras rápidamente, tomo un abrigo del perchero y salimos de la casa.
La tomé de la mano y despacio caminamos hasta la camioneta, Peter abrió la parte trasera y me ayudo a subir.
-¿Preparada?- le pregunté y asintió con una sonrisa.
El tiempo pasa volando. Ha pasado un mes y medio desde la graduación de Victoria; hoy tiene la entrevista de admisión en la universidad de Bristol, está muy emocionada. No puedo creer como mi niña creció tan rápido, al igual que Peanut, faltan pocas semanas para que nazca, tengo el vientre enorme, ocho meses y medio de embarazo no son nada fáciles. Simon es el que ha tenido que lidiar con mi cansancio extremo y cambios de humor.
-Vicky, acércate mi cielo- dije en cuanto llegamos al campus de la universidad. Volteó a verme y puse un mechón de cabello tras su oreja.- ¡Escúchame bien mi amor, tú tienes todo lo que se necesita para conseguir lo que te propongas, cree y confía en ti así como tu papá y yo lo hacemos; has estudiado muchísimo durante el último mes, así que, ve y enséñales todo tu talento, estoy segura de que te ira excelente!- acaricié su mejilla y le sonreí.
-Gracias mami- susurro y sus ojitos se cristalizaron. Con las manos hice un poco de aire para secar las lágrimas y ella soltó una carcajada ante mi acción. –Te amo- me abrazo de lado y besó mi mejilla. Bajó de la camioneta y me regalo una de sus hermosas sonrisas.
-Aquí te espero bebé- le lancé un beso y lo atrapó con la mano. –Te amo.
La vi alejarse por la ventana y fue inevitable no llorar en ese momento. Si la aceptan, tendrá que venir a vivir al campus y aún no estoy preparada para dejarla ir de mi lado. Quisiera tenerla conmigo para siempre.
Me acomodé lo mejor que pude y fijé mi mirada en la entrada de la universidad, de vez en cuando miraba el reloj de mi muñeca, pero el tiempo parecía no avanzar.
Narra Victoria
Recorrí todo el hermoso campus de Bristol en busca del edificio 21, en ese lugar realizaría la entrevista. Subí las escaleras y le entregué todos mis documentos a la recepcionista, me informó que la persona encargada de realizar mis pruebas sería una psicóloga.
Pasados cinco minutos la recepcionista me llevó al consultorio, le agradecí y entré cerrando la puerta.
-¡Victoria Konecki!- exclamó una voz chillona que para mi mala suerte conocía muy bien. Me giré rápidamente y solté un suspiro de frustración al ver a la doctora Alice Allen del otro lado del escritorio. Me quería morir en ese mismo instante, no fue suficiente con que me jodiera la vida cuando estuve hospitalizada, como para que ahora venga a ser la persona encargada de mi acceso a la universidad. -¿Qué te trae por aquí?- preguntó poniéndose sus lentes.
-¡Eso debería saberlo usted!- dije sentándome en una de las sillas que estaban frente a ella.
-Tú siempre tan simpática- dijo sarcástica. - ¿Quieres algo de tomar?
-No.
-Muy bien, entonces a lo que vinimos- tomó algunas hojas de una carpeta y me las entregó. –Son pruebas psicométricas, tienes que responderlas según las instrucciones de cada una.
-¿Con qué fin tengo que responder esto?- pregunté al notar que eran pruebas que median ansiedad, depresión y esas cosas.
-Por protocolo- respondió y me entrego un lapicero.
-¡No las pienso contestar!- las dejé a un lado y pude ver cómo me fulminaba con la mirada.
-Si no lo haces, no puedo seguir con la entrevista.
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Best For Last
Fanfiction¿Qué se supone que se debe hacer cuando tu vida y familia perfecta dejan de serlo? ¿Acaso alguien puede entender el dolor que conlleva crecer y que la vida cambie cuando creíste erróneamente que todo estaba en orden?