Capítulo 29

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Narra Simon

Desperté y Adele aún estaba dormida, se veía tan hermosa, tan relajada, tan tranquila. Pasé la llema de mis dedos por su hombro desnudo, delineé su brazo y al llegar a su mano la entrelace con la mía.

-Despierta- susurré dando pequeños besos en sus labios, se movió un poco y al intentar estirarse se quejó frunciendo el ceño.-Buenos  días- dije riendo al ver su su expresión.

-¿De qué te ríes?- preguntó abriendo los ojos.

No respondí, sólo me quedé observandola detenidamente; su piel blanca extrañamente tenía un poco de rubor en las mejillas. Toqué su rostro con mucha delicadeza, pasando mis dedos por el contorno de sus ojos, nariz y labios.

-¿Qué tanto me ves?- dijo con una sonrisa en el rostro.-¡Si quieres te regalo una foto, te dura más!- soltó una carcajada y me contagió de inmediato.

Le di un beso atrapando su labio inferior entre los míos, lo mordisquee un poco y me separé con una sonrisa.

Salí de la habitación y me dirigí a la cocina por un vaso de agua. Para Adele preparé un sándwich de sólo queso; últimamente con el embarazo se ha vuelto adicta a comerlo.

Subí nuevamente y no la encontré en la cama, deje la bandeja sobre la mesita de noche y entré al baño para ver si estaba ahí.

-¡Simon!- gritó cuando la abracé por la espalda, su cuerpo estaba cubierto solamente por una sabana.-¡Me asustaste!

-Tranquila mi amor- besé su cabello; se alejó de mi para tomar una toalla y al hacerlo pude notar como caminaba raro.

-Dell... ¿Por qué caminas así?- pregunté haciéndome el bobo; sabía perfectamente la respuesta.

-¿Te parece poco lo que me hiciste anoche?- dijo entre risas.-¡Estoy destrozada Simon, no sabes cuánto me costó caminar desde la cama hasta aquí!

-¡En mi defensa, tu querías que te diera duro!- dije levantando las manos.

-¡Idiota!- tapó su rostro dejando revalar la sabana.

Me quité el pantalón de la pijama y juntos entramos a la ducha, abrí la regadera y esperamos a que el agua se nivelara; tomé el jabón y lo pasé por cada parte de su cuerpo, cuando llegue a su sexo intenté algo más por lo cual me reprendió.

-¡Ni se te ocurra Konecki, me duele todo y no estoy para esas cosas ahorita!- me quitó el jabón y me hizo ponerme en la esquina mientras ella se terminaba de bañar sola.

Cuando terminó, me bañe rápidamente y salimos para arreglarnos. Busqué mi ropa y me vestí con una camisa azul, unos jeans formal y unos zapatos del mismo tipo.

Adele se puso un vestido negro olgado, con un pequeño escote en los pechos y espalda, lo combinó con unos zapatos del mismo color con un poco de tacón; recogió su cabello en un moño y se maquillo sutilmente.

-Te ves hermosa- dije besando su cuello, acaricie su vientre y pude ver como sonreía a través del espejo. -No imaginas cuanto me encanta tu vestido.

-Gracias, a mi también me encanta mi vestido- tomó su abrigo y salió riéndose.

-¡Estas con muy buen humor esta mañana Adkins!- dije ayudándole a bajar las escaleras.

-¡Así me amas!- afirmó y sonreí.

Salimos de casa y subimos a la camioneta, le pedí a Peter que nos llevará al hospital.

Narra Adele

Tardamos bastante en llegar al hospital, el tráfico estaba colapsado, durante el camino me quedé dormida por unos minutos, realmente estaba muy cansada y dolorida con todo lo de anoche.

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