Capítulo 6

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-Mucho gusto- Dijo mi padre estirando su mano -Simon Konecki.

-Oh, mucho gusto señor, encantada de conocerlo -Estrecho su mano con la de él -Laura Dockrill.

-Muy bien mi pequeña- me volteó a ver -diviértete, vengo por ti cerca de las 3 ¿Te parece? – Solo asentí con una sonrisa -Te amo- me dio un besito en la nariz. Se despidió de Laura y se fue.

-Tu padre esta muy guapo- Dijo Laura mientras veía como se alejaba.

- ¡Oye! – Exclame riendo – Eres una pervertida.

- ¡Tú sabes, querida! – Me guiño un ojo y soltó una carcajada que me hizo reír - ¡Bueno Vic, vamos adentro, nos esperan unos amigos!

- ¿Qué amigos? – Pregunte confundida.

- Unos de por ahí- Contesto y tomo mi mano.

Caminamos entre toda la gente y entramos. El bar era muy lindo, todo estaba hecho de madera, un estilo rustico maravilloso; Coldplay se escuchaba de fondo, no muy alto debido a que dentro del bar también había un restaurante. Nos ubicamos en una de las mesas y en cuanto nos sentamos uno de los amigos de Lau apareció.

- ¡Lee! – Dijo entusiasmado.

- ¡Chris! – Grito Laura como siempre y se levantó para abrazarlo -Chris, te presento a Victoria – Dijo señalándome.

- Hola Victoria, un gusto- Me dijo el tal Chris.

-Hola, un gusto – Respondí simplemente.

Estaba un poco enojada, creí que Laura y yo estaríamos solas esta noche. Me sentía incomoda, así que opté por sacar mi teléfono y revisar algunos mensajes que tenía mientras ellos conversaban; de un momento a otro mi celular empezó a sonar como loco, entraron muchos mensajes, me sorprendí al ver quien los enviaba.

Mami:

-Victoria ¿En dónde están los lapiceros de colores?, no los encuentro. Maldición.

-¿Qué estás haciendo, por qué diablos no me respondes?

- !Contesta!

Suspiré frustrada y respondí a sus mensajes.

-Están en tu estudio, mami.

Segundos después entro nuevamente un mensaje.

-Ok. Ya los encontré. Adiós.

Borre los mensajes inmediatamente sintiendo lagrimas recorrer mis mejillas. Siempre me he preguntado ¿Qué fue lo que hice tan mal para que mamá no me quiera?, guarde mi teléfono en el bolso y tome un pañuelito para limpiar mi rostro.

- ¿Por qué lloras rapunzel? – Escuche una voz masculina y rápidamente levante mi rostro. Un chico alto, robusto y de cabello castaño me estaba viendo con una sonrisa. Se sentó a mi lado mientras yo seguía cada uno de sus movimientos con mi mirada.

-No estoy llorando y tampoco soy rapunzel – Dije haciéndome la desentendida.

-Pues tus ojos un poco rojos y acuosos me dicen lo contrario; y por supuesto que eres rapunzel, tu cabello es muy largo y rubio, además de tu piel blanca y tus bonitos ojos verdes- Dijo muy seguro de sí mismo sin quitar su sonrisa.

- ¿Me estas coqueteando? – Dije burlona.

- Probablemente- Contesto de la misma forma - ¿Pero, no me has dicho por qué estabas llorando?

- Oh. Ya te dije que no estaba llorando, solo fue un bostezo.

- Esta bien, te creo -Dijo no muy convencido.

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