¿Destino? - Capitulo 12
Narra Camila
.
Estaba tomando algunas fotos cuando escuché una voz bastante conocida a mi lado. No quería voltear pues esperaba que fuera solo una ilusión. Esperaba que todo fuera solo por el hecho de extrañarlo. En este momento lo extrañaba, La odiosa tenía a alguien, ahora yo era la única sola. Mi hermano salía con una chica, no recuerdo su nombre, mi hermana con Normani y pensé que la odiosa… sería mi… compañera. Pero ya vi que no. Me giré y lo vi.
.
Con su chaqueta negra desgastada, los jeans que yo le había regalado y los vans que le compré con la ganancia de mi primera exhibición. Sus ojos iluminados estaban posados en mí. No era una ilusión, él sí estaba aquí.
- ¿Dean? –dije, no pude evitarlo. Siempre pasa, lo tienes enfrente pero aún así preguntas sí es él.
- ¿Quién más podría ser? –dijo encogiéndose de hombros.
- ¿Qué haces aquí? –dije confundida. En serio, qué hacía aquí.
- Bueno, Megan me dijo que te irías y yo no quería que te fueras enojada conmigo. Por eso subí al crucero. No podía dejarte salir de mi vida solo así.
- Claro que podías dejarme ir… solo así. ¿Por qué no te vi en los primeros dos días? –dije confundida, esto no me gustaba nada.
- Sí andaba por aquí solo que no te podía encontrar, ayer me dio la impresión de que un chica te acompañaba.
- Era una amigo mío –aclaré.
- Creí que no te gustaban los desconocidos –dijo poniéndose frente a mí. Muy cerca de mi cara. Yo me alejé.
- Élla es agradable, Y quiero aclararte, que estoy casi segura de que soy bisexual asi que ni te molestes en decir tu estupido discurso de disculpas–dije honestamente.
- ¿Con quién crees que estás hablando? –preguntó. Yo me confundí y me asusté un poco. Dean me conocía perfectamente, a él no le podía mentir.
- Pues contigo –dije desviando la mirada, a lo lejos divisé a las chicas, exceptuando a Lauren.
- ¡Vamos Camila, ya perdóname! Ya ha pasado el tiempo. Tú sabes que aún te quiero y aún me quieres. Te he pedido perdón por lo que pasó muchas veces y tú me dices que ya lo has olvidado. ¿Podemos volver a intentarlo? –noté que las chicas caminaban hacia nosotros. Me preocupé un poco y la verdad era que extrañaba mucho a Dean. Tal vez una oportunidad no sería tan mala.
- De acuerdo –dije apresuradamente antes de que ellos me escucharan.
- Hola –dijeron ellas. Dean loas miró de arriba abajo, eso no me agradó nada.
- Hola –contesté yo mientras Troy se incorporaba al lado de Ally con una postura firme. Miré a Normani, élla me miraba fijamente y yo solo hice media sonrisa y desvié la mirada.
- Que tal soy Ally y ellas –dijo señalándolos- son Normani, Dinah y Lucy, y el es mi novio Troy
- Normani es un nombre bastante común –dijo, eso hasta yo lo sentí ofensivo.
- Es lindo, cállate –le ordené, él me miró y solo entrecerró los ojos. Las miró de nuevo y respondió.
- Soy Dean –dijo. Normani inmediatamente me miró y yo suplicaba en la mente que élla no dijera nada- su novio –eso fue bastante sorpresivo hasta para mí.
- ¿Su qué? –se le salió a Normani. Yo la miré y luego agaché la cabeza.
- Su novio –volvió a decir.
- Pues nosotros somos sus amigos –dijo Troy y se puso a mi lado. Repentinamente agradecí a Dios que ellos llegaran.
- Así que tú eres el famoso Dean –dijo Normani y se puso al lado de Troy. Ally estaba frente a mí y Lucynos miraba como si no entendiera nada. Dean pasó un brazo por mis hombros.
- Así que les ha hablado de mí –dijo, yo agaché la mirada no sabía cómo sentirme. Tal vez y Dean estaba destinado a salir conmigo, a hacerme feliz hoy. Eso quería pensar.
- No tanto como piensas, tal vez alguna vez saliste al tema. Pero no fue nada importante –dijo Normani.
- Como sea –dijo Dean encogiéndose de hombros-. Amor, iré a tomar algo al bar del salón, ¿me acompañas? –pidió. Yo quería pero a la vez no quería ir. Tal vez pasar un rato con él no me hacía mal. Pero… sería mejor estar sola hoy.
- Sabes, tengo que hablar de un pequeño asunto con laos chicos, ¿te parece si mañana desayunamos juntos? –pregunté. Él me sonrió, adoraba esa sonrisa. Adoraba cuando él no era arrogante y pretencioso.
- De acuerdo. Pórtate bien –dijo y me dio un pequeño beso en la mano- ¿En qué camarote estás?
- En el 640-B, pasa a las once, estaré lista
–anuncié.
- Allí te veo, amor –dijo y me dio un pequeñísimo y fugaz beso en los labios. Ni siquiera pude cerrar mis ojos. Lo observé caminar y se perdió entre la multitud de gente.
.
Me giré y le tomé una foto a Normani, parecía estar molesta. Ally, Lucy y Dinah también me observaban, Dinah con sorpresa, Lucy con confusión y Ally con decepción.
- Él no me agrada –me dijo Normani.
- No es obligatorio que te agrade –dije y tomé una foto a la luna que anunciaba su presencia.
- Es que… eres una chica muy dulce y él es tan… arrogante y… déspota –dijo Lucy
- No me conocen y tampoco lo conocen a él –suspiré- Él no siempre es así. No sé que le ha pasado.
- Tal vez su verdadero yo está surgiendo –dijo Dinah.
- No lo sé –dije colgando mi cámara en mi cuello y recargando los brazos en el barandal. Me mareé y puse la cabeza sobre las manos. Cerré mis ojos y luego escuché otra voz conocida.
- ¿Estás bien? –dijo Lauren tras de mí. Lo primero que se me vino a la cabeza fue la escena que había presenciado. Tragué saliva y me atreví a mirarla.
- Sí, solo me mareé –dije, cuando vi a la chica rubia, ojo azul que allí enganchada de su mano se encontraba, la sonrisa que tenía se me borró- un poco, estaré… bien -Lauren me miraba con una sonrisa tímida. Yo tenía la fuerte necesidad de abrazarla. Le sonreí y también a la chica. Ella me sonrió con toda la mazorca.
- Hola soy Kelly, novia de Michelle –se presentó. Las chicas agacharon la cabeza, el único que siguió como si nada pasara era Ally.
- Hola Kelly, soy camila . Soy nueva amiga de… las chicas –le sonreí y estrechó mi mano.
- Es un placer conocerte –dijo amablemente. Ella no parecía tan mala, tal vez era la ex pero Lauren nunca me dijo nada sobre ella, solo que era una “engañadora”. ¿O esta chica era una nueva? No lo creo.
- Yo… creo que iré por un trago –dije un tanto nerviosa.
- Yo también tengo ganas de uno, ¿vamos juntas? –anunció Kelly. Yo no supe qué pensar, Lauren me miró alarmado y negó rápidamente con la cabeza. Todas las chicas me observaron y negaron con la cabeza. Pero ellas no me mandaban, así que acepté.
- Claro, vamos –dije y todos al mismo tiempo agacharon la cabeza.
- ¿Quieren que las acompañemos? –preguntó Lauren rápidamente.
- No –dije yo- quédense, me gustaría conocer más a Kelly –dije y le sonreí. Ella me sonrió completamente y le dio un beso, yo caminé y ella caminó un poco más lento y detrás de mí.
.
Mientras caminábamos ella se me acercó más y se me enganchó al brazo. Alexa y mi hermana iban caminando en dirección opuesta. Inmediatamente Alexa inspeccionó mi rostro y luego la mano de Kelly enganchada en mi brazo. Yo hice una media sonrisa y Kelly ni las miró.
- Adiós –dijo Alexa con una gran sonrisa hacia mí.
- Adiós –dije yo y seguí caminando.
.
Al llegar al salón. Nos sentamos en unos banquitos cerca de la barra y yo comencé a tomar unos cuantos cacahuates, me gustaban mucho.
- Así que… -comenzó ella- nueva amiga de las chicas, ¡eh!
- Sí bueno… las conocí aquí, el primer día y desde entonces… nos llevamos bien –no podía sacar a Lauren de mi cabeza.
- ¿Con cual te llevas mejor? –preguntó- Por lo regular todas las personas tienen un favorito.
- Bueno, me llevo bien con los cuatro. Pero he hablado más con Normani y La odiosa asesina de camaras Lolo.
- Su nombre… es Lauren –dijo ella un tanto molesta, rodé los ojos.
- Me da igual, yo así le digo –dije metiendo un cacahuate a mi boca. Ella tronó uno en su mano.
- Te lo pediré de una forma amable, no le digas más “Odiosa asesina de camaras”, por lo menos no en mi presencia –pidió.
- Mira, yo le digo como yo quiero, donde yo quiera –dije mirándola fijamente, ella tronaba los cacahuates en sus manos- no me importa cuantos cacahuates puedas tronar en una sola mano. Élla no se ha quejado así que… hasta que élla me lo pida, yo dejaré de decirle así.
Ella rodó los ojos y le dio un trago a su Martini, ahora sí me parecía un poco odiosa.
- Bueno, ya… no peleemos por eso –dijo rayando una servilleta- ¿qué edad tienes?, te ves pequeña.
- Tengo 20 y ¿tú? –pregunté inmediatamente.
- Tengo 22 –dijo mirándome.
- Oh, así que la novia de la odiosa asesina de camaras. ¿Desde cuando salen? –pregunté, este era el tema en el que en realidad estaba interesada, ella se giró para quedar de frente a mí. Parecía una colegiala enamorada, sus mejillas se sonrojaron y mordió sus labios.
- Estamos juntas –apretaba los puños de emoción- desde hace tres lindos y maravillosos años.
- Élla me comentó que habían terminado… o no cuentas el tiempo de separación –dije levantando una ceja.
- No… bueno es que, salimos dos años y uno terminábamos y regresábamos, así que lo tomo como otro también. O sea tres –dijo con la mano, señalando tres dedos levantados.
- Sé contar, no necesito ademanes –dije tomando de mi tequila cargado.
- ¿Tú… tienes novio o novia? –preguntó. En realidad no sabía qué decirle.
- Novio –dije al final. Terminé mi vaso de tequila y pedí otro igual de cargado.
- Cómo se llama? –preguntó bastante interesada.
- Se llama Dean –dije dándole un gran trago a mi bebida. Casi me lo termino de golpe. Cerré los ojos y luego tomé un poco más.
- ¿Hace cuanto salen? –preguntó, volví a pedir otro trago. Tomé otro de golpe y volví a pedir otro.
- Deja aquí la botella –pedí al chico, él aceptó- Bueno, en realidad no lo sé –dije excusándome- él lleva las cuentas.
- ¿De dónde eres pequeña? –me dijo como si fuera una niña.
- De Nueva York –dije rápido y claro.
- Con razón tu acento –dijo y tomó otro pequeño sorbo de Martini. Sus labios parecían solo acariciar la copa.
- Bueno… -tantos vasos de tequila me habían afectado un poco mi razonamiento, comenzaba a pensar en muchas incoherencias- ¿Tú eres la chica que engañó a Lauren?
- ¿Qué yo qué? –dijo sorprendida. Frunció el ceño y luego me pegó una cachetada con toda la mano y con mucha fuerza. Incluso sentí un pequeño rasguño en mi nariz.
- ¡Ouch! –exclamé pero sin moverme en lo absoluto. Mi cara estaba mirando hacia la barra.
- ¿Cómo te atreves? –dijo incrédula.
- Yo solo decía, no me consta –dije excusándome. Enderecé la cabeza y la miré. Su cachetada me había acomodado las ideas- Lo siento, no quise ofenderte.
- No importa ya –dijo molesta, ahora sí le dio un buen trago a su Martini.
- ¿Pero en serio la engañaste? –dije riendo. Ella me miró peor de molesta y quiso darme otra cachetada, le detuve la mano y la miré furiosa.
- No me toques –rugí. Ella entrecerró los ojos y me dio con la mano izquierda, esa sí no me la esperaba… así que me dio con mucha fuerza.
- ¡Ah! –dije molesta, abrí los ojos y noté cómo los chicos se acercaban, venían corriendo.