Narra Ally
Después de estar llorando por unas horas, las chicas me convencieron de ir a un baile que habría en el cuarto piso. Llegamos y nos sentamos en una mesa cerca de la pista y del escenario. Yo estaba demasiado desanimada con la idea, pero Alexa me obligó a venir.
Había gente cantando frente al micrófono, la verdad no eran tan buenos como mis amadas chicas, algunos cantaban algunas canciones de Rap, pero ninguno era tan bueno con mi ex novio. Extrañaba su voz en mi oído diciéndome lo feliz que era o lo bien que se sentía. No había pasado ni un día de haber terminado y yo ya me sentía totalmente miserable.
- No quiero estar aquí -dije con ojos llorosos de nuevo.
- He... -me dijo Camila con una sonrisa- espera a que lleguen las chicas. Te prometo que todo se solucionará.
- Gracias Mila, pero no creo que se solucione nada hoy. Quisiera ir a mi camarote a dormir.
- Quédate hasta que termine de cantar la canción que quiero interpretar para ti y para Troy -pidió o más bien rogó, pues tenía mis manos fuertemente agarradas con las de ella.
- Troy no está aquí, ¿de qué servirá?
- Sólo quédate -pidió. Asentí y vi cómo ella corrió con su hermana al escenario, hablaron de algo con los músicos que allí se encontraban y luego Camila se acercó temerosa al micrófono.
- Hola, mi nombre es Camila Cabello y les interpretaré una canción que se llama Don't you remember de Adele. Está dedicada por parte de Ally Brooke a Troy Ogleetre.
¿Yo no se la había dedicado, o sí? Giré mi cabeza para ver si entre el público se encontraba Troy y sí. Allí estaba observando a Camila al lado de mis amadas chicas. Lauren la observaba bastante sorprendida.
Sofia le dio una guitarra a Camila y comenzó a tocar los acordes de una hermosa canción.
But don't you remember? -esa canción hacía que mi corazón se desgarrara sentí cómo las lágrimas se acumularon en mis mejillas, observé a Troy y él miraba con mucha atención a Camila.
Camila repitió el coro y yo estaba entre sollozos tratando de cantar también. La verdad es que esa canción era perfecta. Me describía ahora... agradecía tanto a Camila que la estuviera cantando y con tal voz y tal perfección.
- Claro que me acuerdo de cómo y de porqué te amo -dijo Troy a mi lado. Me levantó de un jalón y sus labios buscaron los míos.
Repentinamente sentí cómo nos quedábamos solos en esa habitación. Solo éramos él y yo. Borrando el pasado y comenzando de nuevo nuestra historia. Cómo agradecía a las chicas y a Camila que intervinieran para poder salvar lo que yo amaba en esta vida. Las lágrimas ahora corrían pero de felicidad, porque sabía que Troy había regresado a mí y aunque no se fue por mucho tiempo. Para mí fue una eternidad. Metí mi mano entre su cabello y lo acerqué más a mí. Él atrapó mis labios entres sus dientes y jaló un poco de ellos.
- Te amo tal y como eres Ally. Perdóname, por haberme puesto tan... idiota.
- Yo fui... la que... lo siento, no quiero volver a pelear así contigo -pronuncié entrecortadamente.
- Ni yo amor -dijo dándome un beso otra vez.
- Te amo -le dije al oído.
Narra Camila
Después de terminar la canción bajé del escenario con una sonrisa pues vi que Troy estaba besando a Ally con mucha ternura. Me acerqué a Lauren y la abracé.
- Camz -dijo- ¡Qué bella voz tienes! -dijo y me besó- Aunque la voz no es lo único hermoso que tienes -susurró. Yo me sonrojé.
- Shh -dije apenada y ella se sonrió. Ella Me abrazó de nuevo y caminamos juntos hacia donde estaban las demás chicas y Lucy quien jugaba con mi hermano, quien sabe quizas esos dos terminen juntos
- Camila Cabello, ¿dónde te escondías semejante voz? -preguntó Dinah.
- En la garganta -dije y reí, todas se rieron.
- Pues es una gran voz -dijo Normani
- Gracias -dije apenada.
La música comenzó a sonar más fuerte pues el micrófono abierto había terminado. La verdad es que todos habíamos vuelto a nuestro humor original. Luego escuché que habían puesto una canción que reconocí al instante. Comencé a moverme pues esa canción la había bailado en un festival escolar. Lauren me veía con una sonrisa. Tomé su mano y la guié a la pista y ella se quedó parada en medio de ella. Yo comencé a moverme sola y a moverla a ella para que yo no pareciera loca, Lauren siguió el ritmo de la música.
Cuando reaccioné todos estaban bailando alrededor nuestro. Nos estábamos divirtiendo mucho, había canciones electrónicas que Lauren, Dinah bailaba espectacularmente, a veces exageraba pero como yo era amante del baile, me las arreglé para seguirles el paso.
Normani y Sofia bailaban también, ellas estaban con una sonrisota, a veces cuando Sofia se movía de forma provocativa Normani se sonrojaba.
Fue entonces cuando llegó el tango y la salsa, la verdad es que Lauren se puso nerviosa y estaba riéndose mucho.
- ¿Qué pasa? -dije agarrando mi cabello en una coleta. Las demás chicas se quedaron en nuestra mesa mientras nosotras seguíamos en la pista.
- No sé bailar de ese tipo -dijo riendo.
- No tienes mucho qué saber, déjamelo a mí.
- ¿En serio?, ¿no te importa aunque seamos la unica pareja de chicas bailando esto?-dijo nerviosa.
- De verdad -le sonreí, ella se me acercó y me dio un gran abrazo - ¿No importa si subo mis piernas a tu cadera de vez en cuando verdad?
- No... -ella se sonrojó- no, por mí no hay problema.
- Genial.
La canción comenzó y me acerqué a ella a paso lento. Lauren me miraba totalmente nerviosa, acaricié su estomago fornido como si estuviera descubierto y luego subí de golpe mi pierna a su cadera, ella la tomó yo me acerqué más a ella sin bajar la pierna...
- Creo... que mejor me voy a sentar -dijo en un susurro.
- ¿Por qué? -dije confundida.
- Dinah y Normani son buenas en esto yo no -dijo nerviosa, soltó mi pierna y caminó un poco. Yo tomé su mano y la giré haciendo que diera una vuelta y quedara de frente a mí.
- No te dejaré ir -sonreí. Lauren caminó hacia mí, imitando los movimientos de una pareja que bailaba a nuestro lado. Di una vuelta y me pegué a su cuerpo.
- Toma mi cintura y álzame -pedí. Ella me agarró de la cintura y me alzó a mitad de su pecho. Subí una pierna a su hombro y ella por instinto dio una vuelta y yo con un rápido movimiento bajé por su espalda, deslizándome por su pierna izquierda hasta llegar al suelo y quedar en un split. Alcé las manos y Ella me levantó, debo admitir que realmente me impresionaba cuando fuerza tenia, para ser una chica hizo un muy buen trabajo ejercitandose, tanto que algunas parejas a nuestros lados se retiraban al ver como dos chicas lo hacían mejor que una Pareja de un hombre y una mujer
- Dame una vuelta -me estiré, Lauren me movió de tal forma que diera una rápida vuelta y quedara frente a ella. Caminé y ella me siguió de cerca, a un lento y dudoso paso, pero lo hizo, me daba tanto gusto que se esforzara, además ponía cara de seriedad y más me daba risa.
Se acercó a mí y me dio una rápida vuelta, luego me agachó a la altura de su rodilla y me besó, Sin ninguna preocupación de quienes pudieran vernos, o lo que las demás persona pensaría solo me beso y me encanto, admito que el beso me distrajo y me hizo perder el equilibrio, pero ella sostuvo mi peso y luego pasó su mano por mis piernas alzándome en sus brazos.
- Eso fue genial -dijo ella entre nuestro beso.
- Eres una buen bailarina -dije sonriente.
Caminamos juntos a la mesa, un poco cansadas de tanto bailar. Las chicas y troy estaban cenando y parecían divertirse.
- ¡La bailarina Camila! -dijo Dinah. Sonreí- ¡Bailas genial!
- Gracias -dije apenada.
- Me he encontrado a una cajita de monerías -dijo Lauren feliz y me dio un rápido beso en los labios.
- Y yo he encontrado a una chica que me conquista de todas las formas posibles -le levanté las cejas y ella se sonrojó.
- Estoy cansada -dijo Lauren de repente.
- Sí claro -pronunció sarcásticamente Troy.
- En verdad lo estoy -dijo lolo fingiendo un bostezo. Todos rieron y yo me sonrojé- En fin, me voy. Cuídense... yo...
tomó mi mano y me hizo caminar con ella. Me despedí de las chicas con una gran sonrisa y ellas dijeron adiós con un ademán.
Salimos del salón y caminamos por muchos pasillos diferentes. Luego llegamos a una puerta blanca que no tenía nada en su fachada, solo era blanca.
- ¿Qué hacemos aqui Lolo?
- Cenaremos solas tú y yo aquí -dijo sonriendo. Yo no dije nada y solo sonreí.
abrió la puerta y luego se puso detrás de mí.
- Cierra tus ojos -dijo tapando mis ojos con sus manos.
- Lauren Jauregui... ¿qué estás tramando?
- Entra y ya veras...
- De acuerdo.
Cerré mis ojos y ella me guió hacia delante. Caminamos lentamente y a mi nariz llegó el olor de velas con aromas, eran de vainilla y cereza, también había cierta frescura en el ambiente...
- Relájate... -susurró cerca de mis labios, Me besó y sentí cómo mi corazón latía con rapidez y luego mis mejillas se acaloraban. Lauren acercó mi cintura a la suya, tomó mis brazos y los alzó en torno a su cuello, se agachó un poco y me levantó haciendo que pusiera mis piernas en torno a su cintura.
- Para una mujer especial, una cena especial -dijo y abrí mis ojos.
Lo primero que vi fueron sus ojos verdes relucir con una luminosidad hermosa y brillante. Sus labios rojos eran tan deseables para mí, que no resistí más y la besé de nuevo.
- Te quiero Lauren -susurré entre nuestro beso.
- Yo también a ti.
Bajé de sus brazos y fue cuando vi el hermoso lugar en el que estábamos. Era una habitación grande y espaciosa, alrededor había muchas mesas con la bajilla puesta. En cada mesa, había un jarrón con rosas rojas ahogadas y una vela sobre el agua haciendo que las flores se iluminaran, la verdad la vista era maravillosa. Al centro había una pista con globos rojos y una mesa para dos.
- ¿Cómo hiciste todo esto? -pregunté asombrada. Ella me abrazaba por detrás.
- Cuando uno quiere... puede hacer cualquier cosa -dijo dándome un beso en la oreja.
- Lolo, ¿quién te enseñó a ser tan genial? -pregunté girándome para estar frente a ella.
- Mi madre o Mi hermana, supongo -eso me hizo recordar a Michele.
- Les das las gracias de mi parte -sonreí. Ella me acercó la silla a la hora de sentarme y luego vi que llegaba un mesero.
- Buena noches Señoras y Señora de Jauregui -¿señora de Jauregui? - pensé.
- Buenas noches -respondí sonrojada.
- Aquí les dejo la carta, cuando estén listas no duden en llamarme -dijo el señor no mayor de cuarenta años.
- ¿Señora Jauregui? -pregunté a Lauren, se sonrojó.
- ¿Te gustaría? -preguntó. Yo me quedé en blanco... esto... ¿era una propuesta?
- ¿De... de qué hablas? -dije un tanto nerviosa.
- Pide algo para comer, luego te explico... -dijo viendo la carta y ocultando su rostro de mi vista.
Abrí la carta y había un papelito que cayó en mis piernas, lo recogí y lo abrí. Me sorprendí tanto de lo que decía.
"Si te pidiera que te casaras conmigo, ¿aceptarías?" -L.
Alcé mi rostro y ella estaba observándome fijamente. La verdad no sabía qué decir, era real lo que sentía por Ella. Pero ya hace unos días había aceptado casarme con Dean y decirle a Lauren que sí, sería... ¿precipitado?
En la carta venía otro papelito que decía:
"No soy la chica perfecta, te conozco hace menos de dos semanas... sin embargo, me he enamorado de ti perdidamente. No sé qué hacer con esto tan grande que siento. ¿Recuerdas cuando me preguntaste que si me casaría alguna vez? Te dije que sí, cuando no me diera miedo a estar estúpidamente enamorada y mírame, lo estoy y de alguien a quien a penas conozco".
- Lolo... -yo estaba dudando de eso. Yo a penas y hace dos o tres días le había declarado mis sentimientos y hoy ella me estaba proponiendo matrimonio. No quería que esto fuera igual que como con Dean, no la quería rechazar tampoco.
- Camila... no quiero que me respondas... solo quisiera que lo pensaras... -sonrió. Yo sonreí- Yo solo lo pregunto, no te lo estaba proponiendo ahora mismo.
- Oh -dije aún confundida.
Pedimos algo de comida y durante todo ese rato estuvimos riendo, yo traté de no pensar mucho en eso de la propuesta pues tal vez... cedería.
- Eres muy hermosa -dijo cuando estábamos por el postre.
- Gracias -dije sonriéndole- Tú también eres muy muy hermosa.
- Ella sonrio
-.No creo ser mas Hermosa que tu, tu eres perfecta.
-amor. Eres hermosa tal y como estás para mí -Ella se sonrojo- admito que hace unos días no aguantaba que tuvieras ese trasero tan vuluminoso... -Lauren entrecerró los ojos- pero ahora amo tu cabus, se me hacen extrañamente sexy sobre todo con esos jeans.
- ¿Odiabas mi trasero?
- Con toda el alma.
- Eres cruel -dijo ofendida. Yo me reí - Aun tu no te quedas atras - No pude evitar soltar una carcajada
- Bueno, el punto es que ahora lo amo, ¿me perdonas? -dije mirándola con ojos como cachorrito. Lauren hizo un puchero y se levantó de la silla.
- No -dijo fingiendo estar molesta. Me levanté y fui hacia donde estaba, estaba en el centro de la pista donde estaban los globos. La abracé y ella desvió la mirada.
- Lo siento -dije honestamente, Lauren me miró a los ojos, ocultó una sonrisa y desvió la mirada de nuevo- ¿Quieres jugar a que te convenzo para que me perdones?
- No te perdonaré -dijo y me dio la espalda.
Observé su trasero y admito era tentador tocarlo, observé a todos lados para ver si no había alguien que me viera, cuando me percate de que no había nadie. Toqué su trasero a lo cual ella se sorprendió. Luego metí mis manos entre su camisa, Lauren se dio vuelta y quedó frente a mí, yo aún tenía mis manos dentro de su camisa.
- ¿Me dejarías pellizcarte? -dije alzándole las cejas un par de veces.
- No -dijo tratando de ahogar la risita nerviosa que se le salía.
Me paré de puntitas y puse mis brazos en torno a su cuello, ella tenía sus manos como pegadas a sus costados. Me pegué a su cuerpo más y con mis dientes jalé sus labios hacia mí, luego los solté y lo besé lentamente. Ella no pudo evitar rodear mi cintura con sus brazos.
- ¿No me perdonas aún? -dije lamiendo su labio inferior. Ella sonrio y me dio otro beso.
- Por supuesto que te perdono amor... -susurró frente a mis labios.
- ¡Esta es mi chica! -dije y ella me dio unas vueltas en el aire.
Quedamos abrazadas así un momento y luego lauren comenzó a mecerse, la música se encendió y estuvimos bailando unas cuantas canciones. Lauren rodeaba mi cintura con sus brazos y yo su cuello con los míos. Yo estaba de frente tan solo observando a la magnífica criatura que era solo mía. Sus ojos estaban fijos en los míos, sonreía de una forma tan sincera, me sentía en el cielo tan solo de pensar que estaría con ella por la noche.
Yo era la única que podía tocarla como yo lo hacía, yo era la única que proclamarían sus ojos como suyos, yo era la única que podía despeinar su cabello cuando quisiera, yo era la única que podría entrar a la ducha con ella sin que ella se asustara o se molestara. Yo era la única que la hacía sonreír como sonreía cuando se ponía nerviosa. Yo quería ser la única que la besara, yo quería ser la primera en verla sonreír por las mañanas, yo quería verla cerrar los ojos por las noches, yo quería estar con ella hoy y siempre.
- Sí me casaría contigo -dije rápido y claro. A lo cual Ella se quedó pasmada.
Le sonreí y me abrazó, y sin decir nada me beso. Yo estaba disfrutando de ese beso cuando ella se separó de mí y tomó el único globo blanco que había entre todos esos rojos.
- ¿Qué haces? -pregunté confundida. Tomó un tenedor de la mesa y luego de tronarlo regresó. Lauren me sonreía ampliamente y luego comenzó a bajar y poner una rodilla en el suelo. ¡Demonios Ella relamente me lo está proponiendo! -pensé- ¡Diablos, sí lo está haciendo!
- Camila... -¿yo? Estaba en shock viendo la sucesión de sus movimientos, no escuchaba más allá de mi pulso en los oídos- sé que solo han sido dos semanas de haberte visto, te hablé en menos que eso y me enamoré de tus ojos cuando topaste con Normani en la rampa de abordaje... -yo estaba aún con un semblante de sorpresa- si, crees que es muy pronto... lo entenderé... pero igual... me gustaría darte esto como garantía de que estaré contigo en los próximos diez, quince, veinte o cincuenta años... hasta que me haga una pasa y tú decidas que es el momento de casarte conmigo.
Luego, en su mano izquierda vi una cajita blanca que sostenía temblorosamente, respiró hondo y tomó mi mano izquierda.
- Karla Camila Cabello Estabao -no sabía que Ella sabía mi primer nombre- ¿me harías el honor de convertirte en mi esposa?