Capitulo 30.- Parte 2

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Abrió la cajita y dentro había un anillo aún más hermoso que el de Dean, este tenía una piedra al centro y en la argolla tenía aún más diamantes incrustados. ¡Santo Dios! Nunca me había sentido tan emocionada y tan asustada, a pesar de que no era la primera vez que me lo proponían. Sentí una ola de nerviosismo y calor recorrer todo mi cuerpo y sonreí. Una lágrima salió por mi mejilla. 
- Me encantaría, ¡Sí! –le dije emocionada. Ella sonrió a más no poder y sacó el anillo de la cajita me lo puso en el dedo anular y luego me abrazó. 
- Te amo –susurró antes de besarme. 
- Yo más –dije y la besé - ¡Lauren Jauregui!
- ¿Dígame futura señora Jauregui? 
- Voy a mi nueva vida, voy a un nuevo continente, voy a un nuevo mundo a conocer y tú ya me enganchaste… 
- Vas a un nuevo mundo a casarte –dijo sonriente- Lo mejor de todo, es que te vas a casar… conmigo. 

Le sonreí y la abracé, luego de la propuesta de matrimonio fuimos a caminar por la cubierta, le dimos una vuelta completa y de vez en cuando nos encontrábamos con las chicas, pero nadie notaba el anillo y nosotras no decíamos nada. 

Luego llegamos a la parte donde nos sentamos aquella primera noche, pusimos los pies bajo el barandal y nos pusimos a observar la inmensidad del mar que nos rodeaba. 
- Es una noche especial… -dije sonriente. 
- Sí… -Respondio
- ¿Ya notaste que hoy le pediste a mi padre darte permiso de que saliera conmigo como novia… y ya soy tu prometida? 
- ¿Crees que se enoje? 
- La verdad no lo creo –me encogí de hombros- y si se enoja… de rato se le quita… 
- Eso espero… no soportaría que te separaran de mí, ahora ya no lo soportaría. 
- Yo tampoco quisiera ni soportaría estar lejos de ti… -susurré. 
Ella se me acercó para besarme nuevamente. 
- ¡Qué asco de pareja! –gritó una rubia detrás de nosotros. 
- ¿Kelly? –se preguntó Lauren. Ella se tambaleaba, a penas y podía estar de pie, Lauren y yo nos levantamos. 
- ¿Qué a poco ya te olvidaste de mí? –dijo la chica. La verdad me daba un poco de lástima. 
- Kelly estás ebria –dijo Lauren un tanto preocupada. 
- No Lauren… tú me prometiste que lo intentaríamos…
- Y lo intentamos… pero yo no te amaba Kelly, ya no… lo siento mucho pero así es –sentí felicidad, pero a la vez sentía algo de pena por ella. 
- Qué rápido te olvidas de uno… 
- No… de hecho me costó trabajo sacarte de mi cabeza… pero cuando vi que no eras la única en el mundo que me podía amar, como yo lo hacía… supe que ya no eras nada para mí.
Ella estaba por contestarle pero estaba tan ebria que vomitó todo lo que traía adentro. Me dio asco y lástima. Me acerqué a ella y sostuve su cabello mientras ella tiraba todo lo que traía por la borda. Lauren estaba a mi lado. 
- Vamos a llevarla a su camarote –le dije. 
- ¿Segura que quieres ir? –preguntó- Puedo ir sola, no tienes que ir tú. 
- Claro, no te dejaré solo con ella –le informé. Ella la cargó en sus brazos y caminamos juntas hacia la portezuela que nos llevaría al elevador. Ella se estaba quedando dormida en sus brazos. Luego llegamos a su puerta y yo busqué entre sus cosas la llave del camarote. 

Al abrirlo caminamos directos a la habitación y moví las cobijas para que la recostara. Kelly parecía una niña pequeña. Agarró una almohada y yo le quité las zapatillas y bajé uno de sus pies de la cama para que no se mareara y puse un bote al lado de ella por si quería vomitar. 
- Sal de aquí ahora voy –le pedí a Lauren. 
- ¿Por…? –dijo ella confundida. Le sonreí y salió de la habitación. Busqué entre sus cosas y encontré un desmaquillante, le quité toda la basura que traía en los ojos y la boca, le quité los aretes y el collar que traía pues se podría matar. 
Busqué una garrita y la puse en su cabeza pues sabía que al despertar le dolería mucho. Despertó pero no trató de mover mi mano ni de alejarse de mí, solo me miraba. 
- ¿Por qué eres tan buena? –preguntó. 
- Porque no soy como tú… -dije con seriedad- mantén un pie abajo para que no te marees tanto y… allí hay un bote por si quieres vomitar. 
- ¿Se casarán? –preguntó viendo mi anillo. Yo no dije nada solo observé mi hermoso anillo- Estuve tres años con ella y ni siquiera me quería llevar en navidad a su casa… y tú tienes tan solo días de conocerla y ya te lo propuso… -ella comenzó a llorar. 

Suspiré y salí de la habitación. Cerré la puerta tras de mí y abracé a Lauren, tomé su mano y la guié a la salida.

- Eres una buena persona –me dijo. Yo la abracé y caminamos hacia el elevador. Adentro nos encontramos con Dean, quien traía una mejilla amoratada. Tal vez era el puñetazo que le había dado. 

Entramos y la verdad me era bastante incómodo estar en un espacio tan cerrado con los dos. Lauren tomaba mi mano fuertemente y luego me abrazó. Dean resopló, pero no dijo nada, al abrirse las puertas Dean bajó con rapidez y no miró hacia atrás.

Luego de llegar a nuestro piso. Llegamos al camarote de mi padre, solo para saludar, Lauren me lo pidió. Tocamos a la puerta y mi padre fue quien abrió. 
- Hola –saludé con una sonrisa. 
- Hola hija –dijo e hizo un ademán para que pasáramos- Buenas noches Lauren. 
- Buenas noches señor Cabello–saludó con una sonrisa. 
Yo no sabía por qué mi padre tenía cara de asustado. Hasta que noté a la señora sentada frente a mí, tenía cara de preocupación. Se puso de pie al verme. 
- Tú debes ser… 
- Camila –contesté. 
- Hola Camila, yo soy… Katy amiga de tu papá –ella estrechó mi mano. 
- Un placer –dije y luego recordé que no venía sola-, hem… ella es Lauren Jauregui es mi prometida. 
- Un placer –dijo ella extendiendo la mano. 
- Oh, no sabia que tu eras… bueno –dijo ella sorprendida-, tu padre no me contó que estabas por casarte. 
- Porque no sabía… -dijo mi padre sorprendido. 
- Pues así es… -dije enseñándole mi anillo, El lo miró y luego observó a Lauren, quien tenía cara de espanto. No sabía que yo se lo diría a mi padre hoy mismo. 
- ¿Hay algo que tengas qué decirme Jauregui? –preguntó mi padre. Lauren me observó alarmada. 
- Tranquilo papá –dije yo tomando la mano de mi novia- hablamos luego de esto. Ahora tienes visita y no hay que importunarla con este tema. 
- Por mí no hay ningún problema –dijo Katy- yo me tengo que retirar ya. 
- No de verdad, no tiene que irse –pedí. 
- Está bien, es tarde –dijo ella. Mi padre no decía nada- Pasé una linda noche Alejandro –se dirigió a mi padre. Él sonrió y la guió a la puerta. Nosotros nos sentamos en el sillon y tomé la mano de Lauren. Mi padre salió del camarote al parecer la acompañaría al elevador. 
- ¿Por qué no me dijiste que le diríamos hoy? –preguntó Lauren. 
- Porque ni yo sabía que se lo diríamos, pensé que si decía que eras solo mi novia; te ofenderías o algo así. 
- Claro que no. Al contrario, me hubieras dado tiempo para preparar un discurso extenso del por qué te amo y por qué sé que soy tu mejor opción. 
- Amor, tranquila. Conozco a mi papá, te preguntará qué pasó si en la mañana a penas habías pedido permiso para ser mi novia. Luego te dirá qué intenciones tienes al bajar del barco. Después te preguntará por tu familia, si crees que estarían de acuerdo con esta decisión tuya y por último te preguntará. ¿Esto es lo que realmente quieres? 
- Esas preguntas se las hizo a Dean también, supongo. 
- De hecho, no. Dean ni siquiera vino conmigo. 
- ¿Cómo sabes que me preguntará eso entonces? –dijo Ella pasando un brazo por mis hombros. 
- Porque eso sería lo que yo te preguntaría si te fueras a casar con mi hija. 
- Una hija tuya… -me miró y sus ojos brillaron- que linda te verías con una barriguita. 
Yo me sonrojé y me sonreí ante la idea de tener una pequeña de ella. Sería hermosa y tal vez tendría su sonrisa, ojos grandes y Verdes, tal vez tendría castaño el cabello como yo. Sería una hermosa pequeña nuestra. 
- Sería maravilloso hacerte Madre –le dije. Me sonrió y me dio un lindo y pequeño beso en los labios. 
La puerta se abrió nuevamente y Lauren quitó el brazo de mis hombros. Papá se sentó justo en frente de mí, sobre la mesita. Suspiró marcadamente y luego observó a Lauren y luego a mí.
- ¿Qué pasó Jauregui? Por la mañana me pediste permiso para salir con ella y por la noche, estás pidiendo su mano. 
- Bueno, creo que si conoces a la persona con la que quieres pasar el resto de tu vida, ¿para qué esperar tanto? 
- ¿No creen que es demasiado apresurado? -esperó a que contestáramos, pero ninguna de las dos abrió la boca- Camila, tienes veinte años. Aún te falta vivir, conocer… vamos a un nuevo continente a hacer una nueva vida y tú bajas del transporte con ni siquiera con un, si no con una prometida –yo desvié la mirada-. Lauren, tú eres una estrella del pop, eres exitosa y acabas de conocer a una chica a penas hace dos semanas. No sabes casi nada de ella. ¿Qué tal si ella es una trepadora de las que solo saben que eres famosa y te enganchan? 
- Con todo respeto señor, me gustaría decir algo –pidió Lolo. Yo veía algo de razón en las palabras de mi padre, a penas y nos conocíamos. Yo no sabía nada de su familia ni él de la mía. A penas y sé que se llama Lauren Jauregui, no sé su nombre completo. 
- Adelante –lo instó mi padre. 
- Sí, es cierto. Ustedes van a conocer Inglaterra, van a crear una nueva vida. No me gustaría que Camila o cualquiera de ustedes se perdieran de la oportunidad de recorrer todos los rincones del reino unido. Tampoco la quiero tener atada a mí, ni mucho menos –sus palabras me causaban cierto tipo de ternura-. Pero ella me conoció a mí. No me conoció por mis canciones, no me conoció por la portada de un disco o no me conoció por un concierto al cual una amiga de ella la haya invitado. Ella conoció a la Lauren verdadera primero, antes de saber quién era en realidad. Ella se enamoró de mí, no de un prototipo de pop, tal ves usted crea que es raro ver a su hija en un altar junto a una chica, pero no fue usted el que dijo que no importa el sexo para amar? tal vez yo no puedo darle algunas cosas que un hombre si puede, pero le daría lo que estuviera a mi alcance y si no fuera así daría todo lo que tengo solo para darle lo que ella quisiera, si, No sé mucho de ella, pero sé que tiene un gran corazón, sé que su mamá falleció, sé que se llama Karla Camila Cabello Estrao, Sé que odia las nueces, odia el sonido del sh y odiaba mi trasero, sé que ama más que nada tomar fotografías, pues son la imagen de una experiencia vivida y no solo imágenes sobre papel. Es madura, dedicada, berrinchuda y luchadora por lo que realmente quiere. Es cierto… tengo realmente poco de haberla conocido, pero no me importaría pasar el resto de mi vida descubriendo más cosas de ella, pues cada día que pasara sería conocerla más y más. 
- ¿Qué pasa si despiertas y no te gusta lo que ves a tu lado?, ¿Qué tal si no es lo que esperabas? –preguntó mi padre. 
- Supongo que no lo sabré hasta que despierte a su lado y la vea. ¿Pero cómo hacer eso, si usted no me da la oportunidad? 
- Pues supongo que tendrás toda tu vida para descubrir con quién esperas casarte. 
- Además, señor Cabello, No vamos a bajar del barco directamente al juez para que nos casen, tengo que presentarla a mi familia. Tengo que enseñarle mi mundo, tengo que exponerla a mi vida y si aún así… ella quiere seguir conmigo… entonces pondríamos fecha, por lo pronto ese anillo sería una garantía del amor que siento realmente por ella. 
Ahora me preguntaba: ¿si dijo todo esto improvisadamente, cómo sería si le hubiera dado tiempo de presentar su discurso de diez hojas? Lauren realmente me sorprendía, no sabía que tenía todo tan preparado. Era cierto, yo tenía que conocer a toda su familia y todavía esperar gustarles. Esto se complicaría un poco, además de que ella era una figura pública en Londres, cómo se tomarían esto los medios. 
- Bueno, para mí todo lo que has dicho ha sido suficiente como para darte mi bendición. Realmente espero que tengan éxito en esta decisión que están tomando –ambos suspiramos pues creíamos que sería aún más difícil-. Lauren estoy orgulloso de ti. Jamás había conocido a una chica tan dedicada y tan decidida por algo en la vida. Bien hecho chica–dijo y le extendió la mano para luego abrazarse 
- Gracias señor Cabello –pronunció mi prometida oficial. 
- Ya nos tenemos que ir –dije y nos levantamos. Mi padre me abrazó y volvió a ver mi mano y sonrió. 
- Cuídala hija –dijo mi padre- es un buena Chica. 
Observé a Lauren y ella me sonreía satisfecha del resultado de esta noche. Le sonreí a mi padre y lo volví a abrazar.

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Ashajhsaksdak :'33 

¿Destino?.- CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora