Narra Camila
Luego que Sofia descubrió en una escena nada bonita a Normani y correrla, se acercó a mí y me puso una toalla encima.
- Dime qué pasó -dijo furiosa.
- Normani no hizo nada -fue lo único que se me salió.
- ¿Quién lo hizo entonces? -dijo ayudándome a levantarme.
- Te lo diré el sábado cuando lleguemos a Londres, ahora no -susurré.
- Camila ya estoy harta y asustada. No sé qué te está pasando, tienes una semana rara, qué te está pasando, con quién te juntas, quién te está amenazando, qué es lo que pasa -dijo llorando- hermanita, qué pasa...
- No te lo diré -dije de nuevo.
Me levanté de la cama y busqué ropa interior limpia y también algo para ponerme durante el día, hoy era viernes, hoy sería el último día de todo esto. Suspiré y mi estómago comenzó a gruñir de una forma rara.
- No saldrás hoy de aquí hasta que me lo digas -dijo mi hermana totalmente decidida.
- No evitarás que salga -le dije mirándola fijamente, pero rápidamente desvié la mirada.
- ¿Normani te hizo esto? -preguntó.
- No -dije rápida y claramente- ella me sacó de la ducha solamente.
- No lo sé, ¿qué tal si solo la estás cubriendo?
- No lo hago, ¿por qué lo haría?
- No lo sé, tal vez para salvar su pellejo -dijo ella molesta- ¿estás enamorada de ella?
- Sigues haciendo suposiciones idiotas, métete en la cabeza que lal única que me gusta y amo es Lauren y Normani es tuya y solamente tuya, Ella no sería capaz de dañar ni a una mosca -dije metiendo con cuidado mis piernas al calzón. Me puse unos jeans y una playera negra desgarrada. Me recosté en la sala y me quedé dormida.
Narra Normani
Habían pasado ya cuatro horas desde que vi a Sofia, y discutí con ella. Estaba realmente desesperada por aclarar lo que había pasado. No dudé más y fui a su camarote. Toqué un par de veces y ella fue quien me abrió.
- ¿Podemos hablar? -pedí.
- No -dijo molesta.
- ¿Por qué no? -dije molesta también, no podía ser que no me dejara explicarle.
- Camila no me dice todo lo que pasa, no sé si ella te está protegiendo pero... yo sé lo que vi.
- Pues viste mal -dije molesta- yo no le hice nada, cuando entré a la habitación, ella lloraba a grito abierto, entré para verla y estaba hincada sobre el suelo, sangrando. Hubieras visto mi expresión al verla, me asusté y corrí a ayudarla. No la dañaría, nunca dañaría a nadie de ninguna forma.
- Mani..yo..no lo se.
- Dime algo, ¿Camila te dijo que fui yo? -pregunté sin temor a equivocarme.
- No -dijo desviando la mirada.
- ¿Por qué no confías en mí entonces? -pregunté molesta.
- Es que...
- Gracias por demostrarme la confianza, de verdad -Molesta me di media vuelta y me fui. No podía creer que ella pensara que yo sería capaz de dañar a su hermana de esa forma. ¿Qué pude haber hecho, violarla? ¡Jamás!, Soy una chica igual que ella, jamas le haria eso, y mucho menos a Camila.
Entré a mi camarote y le pedí a Lauren dar una vuelta por la cubierta. Estábamos tan cansadas de la situación con nuestras chicas, que decidimos enjuagarnos las ideas con un poco de natación. Al cabo de unos minutos todos nuestros amigos estaban allí, solo nosotros. Los originales: Dinah, Alexa, Troy y Ally, Lucy, Lauren y yo. Los unicos en los que en realidad podíamos confiar.
Narra Camila
Había despertado solo para comer y volver a dormir, no tenía ganas de nada, no quería ver a nadie y tampoco estaba dispuesta a aprovechar mi último día en las instalaciones del crucero, solo quería que anocheciera pronto, terminar con mi atroz situación y despertar al día siguiente en Londres.
Eran las ocho de la noche y estaba preparándome para la última noche. ¿Loca? Sí, sí lo estaba por ir a pararme frente el extintor y esperar que me tocaran ya y poder irme más pronto.
"Hoy es más temprano, así podrás llegar a tu camarote sin que nadie se de cuenta y nadie salga herido, has hecho un buen trabajo, te queremos aquí a las nueve" -recibí.
Después de un gran suspiro, agarré mi cabello en una coleta y salí a la saa, me paré en seco cuando vi que no estaba sola. Estaban mi padre, la señora Katy, Angie, Louis y Sofia.
- ¿A dónde? -preguntó mi hermana.
- Eso no te importa -le gruñí.
- Hey, ese tono -me reprendió mi padre.
- Solo tengo que salir a respirar y despedirme del barco -le dije mirando a mi padre, él entrecerró los ojos.
- Tú no vas a ningún lado, quédate, veremos una película -dijo mi hermana.
- No, tengo que salir ya -dije buscando una excusa.
- ¿A dónde vas? -preguntó de nuevo.
- Sofia... déjame salir, necesito salir -pedí casi las lágrimas salían de mis ojos, la voz se me quebró en la última frase. Cómo rogaba que ellos me ataran a la cama y pidieran que me quedara, pero estaría toda la noche sufriendo por el paradero de las chicas, temiendo por su vida.
- No vas a ninguna parte -dijo molesta.
- ¡Tú no eres mi madre, Sofia! -le grité, no hallaba más excusas. Ella se puso la mano en la boca y comenzó a llorar. Caminé a la puerta pero ella se puso de pie.
- ¡No saldrás de aquí! -gruño molesta.
- Yo iré con ella -dijo Angie y abrió la puerta- Estaremos bien -dijo y me sacó de la habitación.
Caminamos en silencio por el corredor y luego recibí otro mensaje
"Karla, no sé por lo que estás pasando ahora pero de verdad, prométeme que serás una gran mujer, que eres una gran mujer y que le demostrarás a tu novia que lo vales. Prométeme que no dejarás que nadie te toque sin tu consentimiento. ¡Prométeme que los denunciarás!" -recibí.
Cómo me gustaría prometerle eso. Cómo me gustaría decirle toda la verdad. Angie me observaba, me abrazó y las lágrimas corrieron a toda velocidad por mis mejillas.
- No sé qué está pasando, pero necesito saber que estarás bien cuando te deje aquí en el pasillo...
Me separé de ella confundida.
- Sé que vas al primer piso y te sientas frente al extintor de la entrada B. Te he seguido, pero nunca he estado lo suficientemente como para saber qué pasa después.
- Estaré bien, solo será hoy... prometo que solo será hoy -ella acarició mi mejilla.
- Todo saldrá bien -susurró y me abrazó de nuevo.
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Luego que Angie se fue, quedaban pocos minutos para que me fueran a recoger frente al extintor. Salí a la cubierta y le di una vuelta completa corriendo. Luego pasé al casino-bar que estaba en el segundo piso y tomé mi último caballito de tequila y un vasito de whisky.
Faltaban cinco minutos para que fuera la última vez y llegué allí para estar a tiempo. Puntual para ser violada, qué genial. Me senté allí y decidí enviarle un mensaje a Michele con toda la verdad sobre mí.
"Mi nombre es Karla Camila Cabello Estrabao, vivi en Miami y luego me mude a New York, pero voy rumbo a Londres en un crucero llamado Princess, hice que mi prometida Lauren Jauregui, me botara para que no se enterara de que mi exnovio Dean Dempsey estaba abusando sexualmente de mí, por una semana, junto con la exnovia de mi prometida Kelly Williams. Ahora estoy frente a su puerta para que abuse de mí por última vez, ¿por qué lo hice? Para proteger a mi novia y mis amigos de las locuras de estos dos, amenazaron con matar a cualquiera de mi familia y amigos si no lo hacía, ahora estoy por venderme por última vez" -era un mensaje largo, así que le piqué a enviar y se enviara completo de una vez por todas. Al final, yo no quería que Michele también terminara desconfiando de mí. Al fin y al cabo si mañana salía en los noticieros con un encabezado de: "Chica violada en la habitación del Princess". Michele sabría quién era y ahora sabría a quién demandar cuando yo ya no estuviese viva.
Metí mi celular al bolsillo y esperé a que ellal me respondiera pero no lo hizo, cerré mis ojos y sentí cómo ponían el pañuelo en mi nariz.
Narra Lauren
Estaba cambiándome de ropa en el camarote y guardando todas mis cosas en la maleta, por que mañana llegaríamos a Londres, Normani y las chicas estaban en la habitación hablando con nosotras.
Mientras guardaba mis cosas sentí un bultito en mi pantalón, metí la mano y era el anillo de compromiso. Me entristecí al verlo, pero... ¿y si no era un error lo que había pasado?, ¿Qué me estaría ocultando que fuera tan importante como para no decírmelo? Mi celular comenzó a vibrar y a timbrar en el tono especial que puse unas semanas antes, indicio de que era mi amiga Karla.
"Mi nombre es Karla Camila Cabello Estrabao, vivi en Miami y luego me mude a New York, pero voy rumbo a Londres en un crucero llamado Princess, hice que mi prometida Lauren Jauregui, me botara para que no se enterara de que mi exnovio Dean Dempsey estaba abusando sexualmente de mí, por una semana, junto con la exnovia de mi prometida Kelly Williams. Ahora estoy frente a su puerta para que abuse de mí por última vez, ¿por qué lo hice? Para proteger a mi novia y mis amigos de las locuras de estos dos, amenazaron con matar a cualquiera de mi familia y amigos si no lo hacía, ahora estoy por venderme por última vez" -leí y volví a leer el mensaje como cinco veces.
Estaba en shock leyendo y releyendo el mensaje. No dejaba de repetir el mismo inicio: Mi nombre es Karla Camila Cabello Estrabao... ¡Era Camila! Todo este tiempo, mi amiga misteriosa, de la que en un principio me había enamorado, era ella.
- ¿Lauren estás bien? -preguntó Ally, rompiendo mi trance.
Sentí cómo un montón de recuerdos y letras venían a mi cabeza. Camila + Karla = Abuso sexual.
Rápidamente comencé a llamar a ese número. ¿Por qué nunca se me ocurrió antes? Timbres y timbres y no respondían. Toda la semana sufriendo de violación. Mi vida estaba sufriendo, el ser que yo más amaba estaba sufriendo ahora mismo.
- Lauren, ¿qué te pasa? -dijo Nrmani cuando notó que yo estaba desesperada marcando el mismo número.
- Llamen a este número, ya -rugí- 0448711782488 rápido, a penas conteste me lo dan.
Todas obedecieron y estaban riendo.
- ¿Ganaste algo en una rifa?
- ¡No! -dije asustada.
- No contestan -dijo Lucy.
- Tampoco a mí -dijo Normani.
- Nop -dijo Dinah.
- ¡Demonios, dónde estás! -grité y volví a marcar. Ahora me mandaba a buzón.
- ¿Qué pasa? -preguntó Dinah.
- El número es el de Camila, está en peligro, necesito encontrarla ya -le aventé el celular a Dinah, con el mensaje en la pantalla. Ella lo terminó de leer y se lo dio a Lucy y ellal a Normani junto con Ally . Yo estaba pensando en lo que estarían haciéndole ahora.
- ¡A buscarla! -dijo Dinah furiosa. Todas corrimos hacia la puerta y luego tocamos en el camarote de Camila, salió Alejadro.
- ¿Dónde está Camila? -pregunté alarmada.
- No lo sé, salió de aquí con Angie -dijo.
- Si la ve... no deje que se vaya a ningún lado. Tampoco deje que se vayan Dean o Kelly -pedí.
- ¿Por qué? -preguntó mi suegro intrigado.
- Hágalo -pedí y corrí, todas nos separamos, unas por las escaleras y Normani y yo por el elevador. Subimos a la cubierta y le dimos la vuelta completa y nada.
- Lauren -dijo Normani agitada- en la mañana tuve una pelea con Sofia...
- Eso no me interesa ahora -le dije enojada.
- Espera, déjame terminar -pidió-, ella me mandó a su camarote por la cámara. Al entrar escuché que alguien lloraba y entré al baño para ver qué pasaba. Camila estaba hincada y sangrando, tenía todo el cuerpo lleno de moretones y sangraba por cada orificio de su cuerpo.
- ¿Por qué no me lo dijiste? -pregunté asustada y molesta.
- Porque yo no sabía lo que le pasaba -dijo excusándose.
A lo lejos divisé a Angie hablando con una chica, corrimos hacia ella y cuando me vio se le formó una gran sonrisa.
- Angie -dije tratando de no sonar tan nerviosa.
- Hola chicas -dijo ella sonriente.
- Necesito que me digas... -el aliento se me iba- dónde está Camila -pregunté.
- No lo sé -dijo borrando la sonrisa que tenía.
- Angie... por favor -dije, las lágrimas casi me consumían- ¿Dónde está? -pregunté de nuevo- Ella puede estar en peligro... dime dónde está.
- En el primer piso, corredor sur, entrada B... frente un extintor, en el camarote 120-A.
- ¿Cómo es que...? -pregunté confundida. Pues ella sabía santo y seña del lugar.
- Una vez la seguí, pero no dije nada hasta que ella estuviera lista, no sé qué es lo que pasa allí.
- Gracias -dije y la abracé, ella sonrió un poco y corrí hacia ese lugar.
Llamé a Ally, Dinah y Lucy nos alcanzarían allá. También llamamos a los de seguridad y una vez que estuvimos todas frente a esa puerta, un policía la abrió y entraron ellos primero.
- ¡Aléjese de ella! -gritaron adentro. No pude más y entré para ver a mi mujer.
Ella estaba desmayada en la cama atada de las manos y vestida a medias, solo tenía el sostén y la ropa interior. Me desgarró el alma verla así. Kelly estaba contra la pared y un policía estaba poniéndole las esposas. Dean estaba al lado de la cama con el pantalón desabrochado, mirándome.
La furia corrió por mis venas. ¿Cómo pudo hacerle eso a una mujer? ¿Cómo había gente tan mala en el mundo? ¡Cómo hacerle eso alguien que alguna vez había sido tu mujer! ¿Cómo mierdas?
Corrí hacia él y lo tumbé, ya en el suelo le di tantos puñetazos en la cara que me dolían los nudillos, él sangraba de la nariz, boca y ojos. No me importaba si lo había matado, se merecía eso y mucho más. Pero al parecer solo estaba desmayado, los policías ni evitaron que le pegara, al parecer ellos también lo querían hacer pero la ley se los prohibía. Me levanté de él y me acerqué a mi chica. Los policías tomaron fotos de la escena. Pero prometieron taparle el rostro a Camila y omitir el nombre de ella en la publicidad.
Les mostré la evidencia, los mensajes y les enseñé el celular de ella donde venían los mensajes de amenaza y ese tipo de cosas, Camila también les dijo su versión y todo eso y unas cuantas cosas más pasaron.
Se llevaron a Camz al consultorio médico en una camilla, pero taparon su rostro para que nadie viera quién era y no se causara una gran polémica allí en el barco. Yo iba tomando su mano pero ella parecía estar muerta, no movía ni un músculo... lo único que me hacía sentir mejor era que estaba calientita.
La recostaron y le pusieron un suero. Parecía estar molesta y además preocupada. No pude evitarlo pero se me rompió el corazón verla así, mis lágrimas caían sobre su hombro. Ally me daba palmaditas en la espalda, Dinah estaba seria y Normani y Lucy estaban sosteniendo la otra mano de Camila. Al cabo de unos minutos Troy e Alexa llegaron allí.
- Lo siento tanto -dijo Troy y me abrazó. Mis sollozos se volvieron incontrolables y la voz no me salía. Tenía un nudo enorme en la garganta que no me podía quitar.
- Tranquila Lauren, ahora Camila está a salvo y nada la podrá lastimar -me dijo Alexa. La castaña se me acercó y me abrazó también.
- ¿Por qué nunca nos dijo? -se preguntaba Troy.
- Ella... -dije cuando por fin pude hablar- me dijo a mí, ella era la chica con la que yo hablaba por mensajes de texto, la chica sin nombre. Ella me dijo que la violaron, pero yo no sabía que era Camila hasta que ella me dijo su nombre completo.
- ¡Tú eres "Ella"! -exclamó Normani- Camila también hablaba con alguien por mensajes, si la hubieras visto cuando hablaba con ella, sonreía de una forma tan... especial -exclamó. Recordar sus risas, su mirada tierna, su cabello enmarañado, sus frases nada amables y su expresión de fuerte... me volvió a quebrar, ahora estaba frente a mí: en una camilla con la piel pálida y las venas alteradas, su boca era blanca y de sus ojos salían lágrimas, aún cuando estaba inconciente. Rompí en llanto y luego escuchamos que se abría la puerta. Entraron su padre y sus hermanos.
- ¡Hija! -dijo su padre, me hice a un lado y él llegó rápidamente a ella. La abrazó y lloró allí a su lado, Niall me abrazó a mí y también lloré, me sentía tan inútil... ella dándome todas las señales y yo más despistado que nunca no lo noté.
- ¡Camila! -gritaba su hermana, puso su cara en su pecho y lloró con más fuerza- ¡Sabía que algo te pasaba, por qué no me dijiste!
- Ya hija, ella tiene que descansar -le dijo su padre. Louis estaba parado a su lado, su boca estaba cerrada, él no lloraba pero estaba serio. Acarició su frente y luego se hizo a un lado.
- Buenas noches, bueno casi días -dijo el doctor viendo su reloj- Mire su hija sufre de una anemia terrible, necesita estas vitaminas, estas inyecciones y además una dieta especial.
- De acuerdo -dijo el señor Cabello, se hicieron a un lado y comenzaron a hablar entre ellos. Louis me abrazó y estuvimos hablando un rato.
Todos habían recibido su merecido. Dean y Kelly serían juzgados en Londres, donde la pena por violación era mayor. Pero yo ya no quería saber nada de eso. Pedí dar mi declaración por escrito y se nos dio el derecho de mantenernos a raya y libres de cualquier acusación o escándalo.
En la mañana el barco ancló y todos los pasajeros comenzaron a bajar. Nuestras cosas estaban listas. El padre de Camila no me permitió verla cuando despertara, me dijo que ella lo que menos necesitaba ahora eran Chicas a su lado. Lo único que le pedí, fue que me dejara ponerle el anillo y así lo hizo, le puse el anillo y le di un beso en la frente. Normani y Sofia no hablaron, al parecer solo se dieron un abrazo. No sé qué pasaría con su relación.
Yo le di mi número de celular a Louis, él prometió decirle todo lo que pasó a Camz cuando despertara. Le dije que estaría al pendiente de cualquier cosa nueva.
Narra Camila
Al despertar estaba en una camioneta, me asusté y comencé a mirar a todos lados.
- He -dijo Louis a mi lado- Tranquila, tranquila -susurró. Miré a quienes iban conmigo y eran solo mi hermano, Sofia y mi padre. Mis cosas venían también allí.
- Solo somos nosotros hija -dijo mi padre- Hemos llegado a Londres -dijo mirando por la ventana. Asomé la cabeza por la ventana y comencé a ver los bellos paisajes de la hermosa ciudad, a lo lejos se veía el London Eye. Era hermoso. El día era nublado como todos mis días favoritos, yo usaba una sudadera blanca con unos sellos extraños en el pecho. Olía al perfume de Lauren.
- ¿Qué... pasó? -pregunté pues no recordaba nada.
- Bueno, nos enteramos de lo que pasaba con Dean, te rescatamos antes de que pasara lo de anoche y... ahora él está por ir a la cárcel, junto con la loca de su amiga.
- ¿Kelly? -pregunté.
- Sí -dijo mi hermana- No te preocupes, hermanita, la desgreñé antes de que se la llevaran. Hubieras visto a Alexa cuando la vio, creo que la dejó pelona de tanto cabello que le arrancó.
Hice media sonrisa y ella tomó mi mano.
Recargué mi cabeza en la ventana y me sumí en la depresión nuevamente, ¿qué habrá pasado con Lauren?, ¿se habrá enterado de mi verdadera historia?, ¿la volvería a ver, sin que estuviera en la televisión o en tiendas de discos?
Después de pasar por muchos parques y edificios hermosamente hechos, llegamos a un vecindario con casas que parecían ser mansiones.
Llegamos a una en especial, tenía un gran jardín y estaba lleno de flores de muchos colores. Bajamos de la camioneta y mi padre no me dejó sacar nada del auto, él cargó mis cosas y mi hermano me acompañó a la puerta.
- Estarás bien, lo prometo -dijo mi hermano. Abrió la puerta y entramos.
Frente a mí estaban las escaleras y a mi lado la sala, era amplia y de color marrón con rojo. A mi lado izquierdo parecía estar la cocina, y al lado de las escaleras un corredor que daba al jardín trasero, caminé hacia allá y detrás había una piscina y un amplio jardín con un Kiosco incluido. Eso me sorprendió mucho.