Narra Camila
Sentí que alguien se sentaba conmigo. Bajé las manos de mi cara y lentamente abrí mis ojos. Una chica con unas grandes gafas oscuras estaba sentada frente a mí.
- ¿Lauren? –dije sorprendida. Ella me hizo media sonrisa.
- Hola Camz –saludó. Tomó mi mano izquierda y me puso una servilleta bajo esta. Mi corazón comenzó a latir de una forma totalmente desbocada y mordí mis labios para acallar el titiritar de mis dientes. Bajé la mirada y con las manos temblorosas la abrí.
“Tal vez no soy yo a quien querías ver sentada frente a ti. Tal vez soy alguien a quien querías borrar de tu vida. Tal vez soy solo una intrusa que se cruzó entre tus mensajes. No sé cómo pasó, si fue cosa del destino, si fue solo por azar o si simplemente te equivocaste al enviar ese primer mensaje. Fui tu amiga por un mes completo. Fui tu novia por día y medio y tu prometida por dos semanas. Hola Karla Camila Cabello Estrabao… mi nombre es Lauren Michele Jauregui Morgado y es un placer irrumpir entre tus mensajes”
Leí una y otra vez la misma servilleta. ¿Era ella? Mi mejor amiga, de la que en un principio me había enamorado. A la que le había dicho toda la verdad, la que me daba consejos para enamorar a Lauren, osea… ¿ellal misma? Cómo…
- ¡No ma…! –pronuncié.
Levanté la mirada y sus ojos verdes me observaban con mucho detenimiento. Estaba preocupada por mi reacción y yo estaba en shock.
- ¿Todo el tiempo… fuiste tú? –dije entrecortadamente, a penas y se escuchó lo que dije.
- Al parecer sí –dijo mordiendo sus labios. Dejé la servilleta frente a mí y observé mi celular. Marqué su número y al primer timbrazo, Lauren sacó su celular del bolsillo y me mostró la pantalla. Esta decía: Karla – Llamando.
- ¿Lo sabías? –dije aún nerviosa.
- No… -tragó saliva- me enteré de que eras tú cuando me enviaste el último mensaje. No tienes idea de cómo me sentí cuando supe que eras tú y que eran: Dean y Kelly quienes…
- Shh –supliqué. Nos quedamos unos minutos en silencio. Observé a la mesa de Sofia y ellas estaban frente a frente. Normani tomaba su mano y ella sonreía.
Una lágrima comenzó a salir por mi mejilla. Mi corazón no sabía qué sentir, tristeza no, emoción, no lo sé… pena por mí misma… creo que era eso.
- Lo siento –me disculpé-, por no decirte la verdad…
- No importa ya… -dijo ella, tenía las manos pegadas a la mesa. No movía ningún músculo- yo tampoco quise prestar atención a las señales que me dabas - Lamento no estar allí a tiempo.
- No me hubieras detenido –excusé.
- Lo sé, lo hacías para protegernos… como te dije aquella vez: Te preocupas primero por todos y al último por ti. Esto no fue valiente… fue realmente peligroso.
Mordí mis labios y limpié mis lágrimas. Suspiré y miré hacia la ventana, desde allí se veía el London Eye.
- ¿Te gustaría conocerlo? –preguntó.
- ¿Me llevarías ahora? –pregunté.
- Sí –susurró.
- Espera aquí –dije y me levanté de la mesa.
Caminé hacia la mesa de Normani y Sofia. Ellas me miraron y sonrieron.
- Iré con Lauren a dar una vuelta, las veo en la entrada de la casa a las 12.