5.Nuevas y viejas amistades.

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Cuando la puerta se abrió me quedé cegado por la luz que entraba. Esa puerta daba a una gran llanura rodeada de grandes montañas, un gran bosque y un lago de agua cristalina. En la llanura había varios edificios algo antiguos, cada uno tenía una función asignada, conseguí distinguir los letreros de : comedor, entrenamiento y barracones.

Cruzamos una pequeña extensión de tierra hasta llegar a una pendiente, encima de ella se encontraba esa gran llanura con los edificios. No me fijé pero la gente empezó a llegar y a observarme como a un nuevo juguete. De repente se oyó un aullido.

- ¿Qué es eso? -pregunté.

- Mi abuela en patinete, no te parece. -oí decir a alguien.

-No te preocupes Alan, es la manada del gran lobo blanco. -respondió Dante.

Dicho esto, una gran manada de lobos blancos atravesaron corriendo el bosque, detrás de ellos venía otro más grande, con paso más calmado y con aire de superioridad. El gran lobo blanco. Al final este se acercó a mí y empezó a observarme como si estuviera eligiendo qué parte de mi se comería primero.

Lo has hecho bien Alan, sigue mis consejos. Tú serás muy importante para acabar con los "lobos rojos".

-¿Vosotros los lobos también habláis? -pregunté.

Sólo soy un pensamiento en tu cabeza.

-Se comunican con nosotros en caso de emergencia para ayudarnos. -dijo Dante.

¿Tan mala era la situación con los " lobos rojos " para que ese lobo se comunicase conmigo?

Al ver a toda la manada reunida allí, una chica más se acercó a nosotros con unos cuantos chicos que la seguían. Pero esa chica no parecía ser una más de aquí, tenía el mismo paso calmado y aire de superioridad que el gran lobo blanco. No sé por qué, ¿sería aquella chica más importante que los demás, o sólo se lo tenía creído?
Tenía el pelo rubio oscuro, casi castaño, y rizado. Tenía la piel algo pálida, lo que hacían resaltar sus ojos azules verdosos. Llevaba el pelo recogido en dos trenzas que descansaban sobre sus hombros, una blusa blanca y unos vaqueros desgastados.

-Hola Dante, ya veo que has conseguido traer a otro vivo. -dijo con tono vacilante.

Ahora se dirigió a mi.

-Hola chico nuevo, soy Maya Watson.

Por un momento me quedé pensando en qué decir, otra vez no volví a saberlo, pero esa chica me bloqueaba.

-Tienes nombre o te han comprado en el mercadillo.

Al oír eso me desbloqueé tan rápido como tú lo harías con la pantalla de tu móvil.

-Soy Alan, Alan Smith. - respondí finalmente.

-Me alegro de que te unas a nosotros, ahora mismo cada uno somos necesarios para combatir a los "lobos rojos".

-Claro, ¿y qué pasa con los que mueren?

-Oh, venga, no seas tan negativo, la mayoría sobreviven.

¿Mayoría? ¿Qué pasa con esa minoría?

-Pero por si acaso intentarlo lo mejor que puedas.- concluyó.

-¿Qué os parece si te enseñamos todo esto?- aconsejó Dante intentando romper la tensión entre Maya y yo.

Gracias Dante.

-Yo misma me encargo- se ofreció Maya- Será divertido.

Decididamente Maya no me dejaría en paz. Pero eso si, era bastante mona.

Los chicos que acompañaban a Maya se quedaron hablando con Dante y los lobos blancos se dispersaron por las montañas.
Mientras cambiábamos se me ocurrió algo para romper aquel silencio incomodo y la mirada confiada de Maya.

-¿Cómo llegaste tú aquí?

-De la misma manera que tú. Dante se encarga de traer sanos y salvos a todos los "oyentes" que encuentra, y además nos entrena.

-¿Y cómo se organiza esto? Quiero saber qué lugar ocupo.

-Esto está dividido por niveles. Existen los niveles : novato; que es el de la gente recién llegada, el nivel experimentado; como su nombre indica acoge a las personas que saben algo sobre lucha, el nivel profesional; que es el de los mejores guerreros, y por último el nivel alpha. Sólo los mejores líderes y guerreros están en él, además dirigen todo esto.

-¿Y tú estás en el nivel...?

-Alpha. -dijo sécamente.

-¿Quién más hay?

-Sólo yo, todavía no hay nadie más en mi nivel.

-¿Cómo puedes dirigir todo esto tú sola?

-Me las apaño bien, pero me gustaría encontrar a un compañero/a. -dijo mirándome como si insinuara algo.

¿De verdad pensaba que yo podría dirigir esto con ella? Tendría que mejorar mucho para llevar a ese nivel. Ni siquiera los del nivel profesional habían llegado, ¿qué posibilidad tenía yo?

Entonces una chica vino corriendo hacia nosotros para sumarse a la conversación.

Su cara me resultaba familiar.

Era Meg.

Gracias por leer😻😻

El Lobo RojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora