10.Me acerco a la muerte.

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¿De verdad me iba a dejar con la intriga hasta la siguiente clase? Don Simpatías vuelve al ataque.

-Nuestra siguiente clase la haremos en la sala de entrenamiento, ya es hora de saber si valéis o no.

Si valemos o no ¿tendríamos que aprender a dar volteretas mortales o algo así? No era tan malo en Gimnasia pero seguía sin gustarme.

Llegamos a la sala de entrenamiento y esperamos a que llegase Dante.

-¿Sabes algo de Maya, Leila? - le pregunté.

-No, sólo sé que está en la enfermería, creo que no tiene nada grave además si lo tuviese seguro que nos abrían avisado. Dejando a un lado el tema de Maya ¿cómo te va a ti Alan?

-Después de todo lo que ha pasado te mentiría si te dijera que muy bien. 

Leila iba a decir algo pero yo la interrumpí.

-Sé lo que vas a decir " pronto te acostumbrarás y lo llevarás muy bien ". Te agradezco la ayuda Leila, pero todos decís lo mismo y yo no sé si darme muchas esperanzas, cuanto más alto subes más dura es la caída. No te ofendas por favor.

Leila se quedó muda por un momento.

-No me ofendo, pero lo que te digo es verdad. Si el gran lobo blanco te ha dejado pasar y ha dado su visto bueno junto con Dante es una buena señal y no lo digo sólo yo. Creeme Alan.

Pensé en lo que dijo hasta que Dante entró por la puerta y llamó nuestra atención.

-¡Muy bien chicos empecemos nuestra clase!

Dante y su energía para empezar clases.

-Si no me equivoco Alan me había preguntado algo relacionado con las armas en la clase anterior. La respuesta es muy simple. Tu arma no funcionaba contra los " lobos rojos" porque no era de plata, sólo la plata pude herir a los lobos. Por eso cuando usaste esa figura funcionó, porque era de plata - señaló a una pared que estaba cubierta por una lona y la destapó. Estaba llena de armas - coged cualquiera de ellas, la que mejor creáis que podéis manejar y se ajuste a vosotros. Os aseguro que se convertirá en vuestro mejor amigo. 

La pared estaba llena de todo tipo de armas, desde arcos y espadas hasta lanzas y dagas. Yo no sabía manejar ninguna así que fui probando una a una. Arco, mi puntería no llegaba ni a tirar un dardo y acertar. Lanza, demasiado larga. Espadas, pesaban demasiado. Por último hubo una que me llamó la atención. Era una simple daga con la empuñadura en negro y plateado.

-Bien, ya que habéis elegido una os enseñaré a manejarla - dijo Dante.

-Empezaremos por enseñaros los movimientos básicos de cada una.  Empecemos por la daga - dijo mirándome a mi.

Nos enseñó a como manejarla y la verdad que no parecía muy difícil. Acto seguido escogió a un voluntario de nuestro grupo.

Cómo no fui yo.

Se situó delante de mi con una postura perfecta para atacar.
O mejor dicho, para atacarme.

Como yo sospechaba lo hizo. Empezó a lanzarme tajos sin parar, esperando el momento en el que cayera o me cansase de pararlos. Afortunadamente los esquivé todos e intenté  lanzarle alguno pero él los paró todos. Empecé a cansarme y Dante lo notó y aprovechó para lanzar tajos más altos. En el último momento me agaché y le puse la zancadilla para hacerlo caer y dejarlo fuera de juego.

-Tiempo muerto chico, guardate algo para más tarde...

Cuando me levanté todo el mundo se me quedó mirando hasta que Dante dijo que continuaríamos mañana.

Queríamos saber cómo estaba Maya así que Leila y yo nos fuimos a la enfermería. Maya estaba con un brazo vendado y hablando con Parker, aunque ella parecía algo fastidiada.

-....vamos Maya sabes que yo sería un buen compañero para ti, tanto para dirigir como para algo más. - dijo guiñándole un ojo.

-Parker lleva colado por Maya desde que llegó, no la deja en paz ni un segundo y ella está muy harta de él. Algo que Parker hace mucho es quedarse mirando a Maya muy fijamente como si quisiera una foto o tuviese rayos láser. Eso pone a Maya de los nervios. - me susurró Leila.

-¡Leila estás aquí! - dijo Maya ignorando a Parker completamente.

Leila se lanzó a Maya empujando a Parker.

-Hemos venido para ver cómo estabas. - dije.

-No os preocupéis, estoy bien. Debajo de mi habitación había un sótano y por suerte yo estaba allí cuando todo explotó. - explicó Maya. 

Leila seguía abrazando a Maya como su mejor amiga que era.

-Parker, te importaría salir fuera un momento. - le sugirió Maya.

-Maya, ya sabes que no me gusta...

De repente un lobo blanco apareció y empezó a gruñirle a Parker. Entonces éste salió sin rechistar.

-Ésta es Nakawé, significa dueña de las estrellas y del agua. Me acompaña a cualquier sitio donde hay y no le gusta separarse de mi.  - dijo acariciando a Nakawé.

-Es como si fuera tu mascota. - razoné.

-Ella es un espíritu libre, pero algo así.

Entonces bostezó, la verdad que parecía muy cansada.

-Chicos gracias por venir, pero se está haciendo tarde y necesito descansar. Mañana os veo.

Asentimos y salimos fuera. Leila fue hacia el comedor y yo hacía los barracones. Ya era de noche y no se veía nada salvo por la tenue luz de la luna. El lugar estaba desierto. De repente vi pasar a alguien que no distinguía e iba acompañado por otro lobo, serían imaginaciones mías pero el lobo parecía más blanco que negro. Espera un momento, es totalmente negro. Esto me dejó muy confundido y decidí esconderme detrás de un árbol, el personaje se paró enfrente de mi e intentó encontrarme con la mirada y su compañero hizo lo mismo con sus ojos rojos. Yo me sentía más confuso que otra cosa. Los dos continuaron su camino y me dejaron con la intriga.

¿Quién sería?


¿Quién creéis que será?

¿Qué opináis de Parker?😂

737 lecturas, nunca pensé que podría llegar a esa cifra, todo gracias a vosotros.

Gracias por leer😻😻

El Lobo RojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora