16.El lobo vuelve a matar.

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Todo iba de maravilla. Había encajado bien aquí, había hecho amigos, pasado de nivel.

Pero solo de momento.

Recordemos que luchar contra los ''lobos rojos" forma parte de la vida de los oyentes. Así que decidí dron atacarnos cuando menos lo esperábamos.
También recordemos que en la manada blanca hay un gran lobo ,blanco, obvio. Pero aquí la cosa era más complicada. Un gran lobo...¿rojo o negro? En resumen, un gran lobo negro irrumpió con total tranquilidad seguido de toda su manada.

Estaba muerto de cansancio, había luchado dos veces en el mismo día contra una pelirroja loca y un asesino experimentado y casi había muerto, las dos veces. Y ahora para terminar el día lo haría luchando otra vez, sin energías y en un juego en el que no había marcha atrás y si perdías no volverías a intentarlo una vez más. A ese juego podrías llamarlo la vida y el intento ante cualquier reto, pero tendrías que bajar de las nubes y pensar que esto no es un libro para que el protagonista no pueda morir. Así que volviendo al tema yo a esto lo llamaba el riesgo, el riesgo de mi vida y las del resto de los demás oyentes, no quieras ser uno de nosotros, no es por decepcionarte pero yo llevo poco siendo uno de ellos y, sinceramente, empezaba a cansarme y a fatigarme el hecho de tener que dormir con un ojo abierto.

Los "lobos rojos" nos examinaban uno por uno, buscando en nosotros alguna debilidad que ellos puedan utilizar.

-¿Cómo habéis entrado? - preguntó Dante sin dejarse llevar por el miedo. Su tono era más bien como el de un gruñido, un gruñido muy molesto.

-Por la puerta - se burló uno de sus oyentes. Era un chico alto con el pelo moreno despeinado hacia un lado, su sonrisa maliciosa era como un libro abierto para mi - ¿Sabes? No me gusta seguir las reglas, al fin y al cabo ¿qué tiene de malo un poco de caos? Os vendría bien. - dijo paseándose con su sonrisa aún presente.

-Rápido Nakawé, llama a los demás - susurró Maya.

-No hace falta que llaméis a vuestros amiguitos, nos conformamos con vosotros - dijo otra chica con la misma sonrisa. Se acercó a uno de nosotros y le hizo un gesto como si fuera a atacarle.

-Cálmate un poco princesita - dijo uno de los lobos dirigiéndose a Maya - ¿es que no te gusta divertirte? 

-Déjala en paz - advertí.

-Tú deberás ser el nuevo fichaje,cómo era... Alan Smith. Nos divertimos mucho con la muerte de tus padres, fue todo un placer para nosotros el poder matarlos, recuerdo muy bien los gritos de dolor - dijo riéndose.

Tuve que hacer un gran esfuerzo para mantener la calma y no perder los nervios. De repente sentí un calor abrumador recorrer todo mi cuerpo, la boca se me secó y las manos me empezaron a sudar. Si la manada blanca no llegaba pronto cometería un error enfrentándome a ellos yo solo porque me mataría en menos de diez segundos.

-¿Podemos unirnos nosotros también?

Era el gran lobo blanco.

-Hola hermano, no me alegro de verte - saludó el gran lobo negro.

¿Hermanos? Ahora empezaba a entenderlo.

-¿Qué hacéis aquí? No sois bienvenidos.

-¿Es que no es obvio? Solo queríamos hacerte una pequeña visita. Ya veo que no has cambiado.

Los siguientes veinte minutos fueron una pelea continua.

Los lobos blancos se enfrentaron a los rojos y nosotros a los oyentes de su lado. Por el rabillo del ojo vi que Maya y Dante se enfrentaron contra un par de chicas con cara de psicópatas. Parker y Meg contra un lobo rojo y un chico al que aparentemente se le había subido el poder a la cabeza.

¿Y yo? Parece que me tocó el peor, si es que podría ser peor. Era un chico alto, esbelto y lleno de cicatrices. Me gustaría haberes dicho que no tenía miedo, pero por dentro estaba cagado.

Leila y Canneo se unieron a mi "gracias a los dioses" ,como hubiese dicho Meg.

-No te preocupes Alan, machacaremos a este tío - dijo Canneo.

-No podéis vencernos, dejadlo ya - anunció Freddie Krueger.

Lo único que recuerdo es que Canneo y Leila se lanzaron a él, yo intenté derrumbarlo y aunque me costó bastante después el mundo se volvió negro.

No sabía que había pasado ¿habría muerto o sólo estaría inconsciente? Me dolía mucho la cabeza.

Para mi sorpresa conseguí despertar, pero no del modo que me hubiese gustado. Estaba tumbado en una camilla de la enfermería con la cabeza vendada.

-¿Qué me ha pasado? - pregunté.

-Te dieron un golpe en la cabeza y te viniste abajo enseguida - respondió una voz familiar.

Era Canneo que se encontraba junto a mi con una pata vendada.

-¿Y los demás? - pregunté.

-La mayoría bien. Al final hemos conseguido expulsar a los "lobos rojos". No se han producido daños graves, aunque como ya ves algunos hemos salido malheridos - dijo subiendo a mi camilla - por desgracia unos más que otros.

Presentía lo peor. Pero quería confirmarlo.

-¿A qué te refieres? - pregunté asustado.

-Siento decírtelo así pero... han muerto dos lobos de la manada por heridas muy graves. No pudieron hacer nada por ellos y se desangraban muy rápido. Al final los mataron para que no sufrieran más - dijo muy triste mientras colocaba su cabeza bajo mi brazo y se acurrucaba en mi.

-Lo siento mucho Canneo.

-Supongo que algún día todos moriremos, de una forma o de otra. No me gusta pensar en ello, pero es la verdad. Lamento también decirte que Leila y otro chico más también nos han dejado. Lo siento Alan.

Entonces si que me empezó a doler la cabeza. Un pinchazo horroroso me recorrió la espalda y gotas de sudor frío me bajaron por la nuca y la frente.

Leila había fallecido, era la mejor amiga de Maya yo la consideraba una de las mejores personas que había conocido. Me derrumbé por dentro y aunque no la conocía mucho eso no impedía que no la echará de menos .

-Ha sido todo por mi culpa, si no me hubiese dejado golpear Leila no hubiese muerto, la hubiese defendido hasta la muerte - dije apenado.

-Nosotros pensamos que tuvo una gran muerte, luchando para intentar proteger a los suyos. ¿Recuerdas esa clase en la que mencioné que los lobos éramos fieles a nuestra manada? También se aplica a los humanos, recuérdalo siempre Somos fieles a nosotros.

"Somos fieles a nosotros" pensé. Algo digno de un lobo.

Intenté dejar mis emociones de lado y pensar con claridad. Sé que tragarte tus emociones es malo, pero ahora es lo único que puedo hacer.

Esto sólo había sido un aviso, yo sabía con certeza que los "lobos rojos" volverían, volverían finales menos lo esperaríamos y no pararían hasta vernos a todos muertos. Y si de algo estaba seguro es que no estaba dispuesto a que eso pasara.



Gracias por leer😻😻 

El Lobo RojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora