Previo al partido

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No podía recordar como llego a esto, pero es que su mente colapso cuando les toco cambiarse, había olvidado de que Sakurai se cambiaba siempre al último, cuando nadie se encontraba en los vestidores, él como siempre llego tarde, por esto concedieron.

Su amiga pelirosa le había estado molestando de que al menos tenga la decencia de llegar a tiempo o llegar, por esto de mala gana se levanto, hoy jugarían contra Tetsu, pero aun a si dudaba de que pudieran ganar, pero aun a si, una pequeña parte de él quería volver a verlo.

Pero regresemos a lo importante en estos instantes, cuando Aomine entro a los vestidores, ya suponía que el resto del equipo se encontraba cambiado y listo, por esto no le extraño que al entrar no se escucharan ruidos, pero nada lo preparo para lo que vio.

Justo frente de él se encontraba él culpable de su falta de sueño y de su locura psiquiátrica, Sakurai Ryo, el castaño se encontraba de espalda, ya se había quitado la ropa, por lo que estaba desnudo de la cintura para arriba dejando ver su blanca y suave piel.

Inconcientemente Aomine se relamió los labio, a si da gusto iniciar el dia ¿no?

Sin si quiera controlar sus impulsos, acorralo al pequeño castaño contra los casilleros, logrando que más de uno se abriera con el impacto.

_aahmm ¿Ao....aomine-san?_ pregunto confundido y completamente rojo por el repentino movimiento de su compañero.

Pero la pantera, porque su lado humano se fue de vacaciones, pego su cuerpo al del más delgado, atacando rápidamente los rosados labios del más bajo, con una de sus manos sujeto de las muñecas a sakurai para dejarla sobre la cabeza de este, y con su mano libre acariciaba la cintura de su presa.

Siempre pensó que la figura del Castaño era muy refinada para la de un chico normal, pero ahora que la estaba tocando, lo comprobaba, era suave, fina, delicada y sabrosa, se lo decía el sabor del cuello de su chico.

_mmmgggh Aomine-san aaaah_

Al sentir que el castaño ya no escaparía, soltó sus muñecas, para que ahora pueda tomar con sus dos manos la cintura de sakurai, quien ahora con sus manos se aferraba a los hombros del peliazul.

Sakurai gemia e intentaba llevar el ritmo del beso que le daba su compañero, pero a duras penas lo lograba, pero eso a Aomine no le importaba, al fi estaba saboreando su cruel tentación desde que inicio el año escolar.

El chico más grande bajo sus manos deslizando los pantalones de menor, aprovechando en el momento de acariciar las piernas de Ryo.

Tiiii tiiii tiii tiii tiiii...

Aomine se cayó de su cama tras llevarse el susto de su vida.

Puto despertador...

Puta vida...

El chico se puso de pie y arrojo el despertador por la ventana, no estaba de ánimos como para buscarle el botón de apagado. Suspiro frustrado, recordaba su sueño al pie de la letra, lo que lo hacía sentirse bien y se maldecía por eso, un hombre maldita sea porque tenía que pasarle esto con un hombre.

Pero hay que admitir que Ryo es muy lindo y tierno, además.... NO ¡basta!, es un hombre, Aomine, recuerda ES UN HOBRE...

Con sus manos se sostuvo la cabeza, apretándosela por la frustración que tenía en el momento, cuando abrió sus ojos, logro ver un bulto en su entre piernas, ""genial ahora tengo un problema"" la verdad es que no solo se refería a su problema físico, sino que también al "psicológico"

Mientras en casa de Sakurai Ryo.

_hime-ne-samaaaaaaa <3 <3 <3_ gritaba un chico castaño saltando de la mitad de una escalera para abrazar a su joven jefa, quien al verle que se lanzaría encima se asusto, para su suerte un pelinegro la corrió del camino, logrando que el chico imperativo se estrellara de cara contra el suelo.

Kuroko no Fem!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora