Suspiré ruidosamente captando la atención de dos chicos que iban a entrar en el Rock Palace, era la primera vez que deseaba matar a Jane.
¿Se supone que sigue siendo mi amiga?
-Oh, nena, ¿por qué estás tan sola?- me preguntó uno de los chicos mientras yo lo miraba asqueada.
-No te importa.- contesté los más borde que pude.
-Si que me importa.- insistía mientras yo lo ignoraba.
-¿Acaso eres idiota? ¡No le interesas! A ver cuando te das cuenta.
Di media vuelta para ver a John, que miraba a los dos chicos con una cara agresiva y amenazadora. Sonrió cuando los vio alejarse y se sentó a mi lado,
esperando que se lo agradeciera.
-¿No deberías de estar trabajando?- pregunté sin dejar de mirar la carretera.
-Si, pero dejé a Justin para que tuviera mas trabajo y así no pudiese hablar con esa amiga tuya.
-No se de que va esa chica, desde que le hablé de Justin, se encaprichó con él, ahora pretende quitármelo.
-¿Y por eso estás así?- me miró, pero no obtuvo respuesta, ya era demasiado obvia.- Te recuerdo que a Justin solo le gustas tú.
-Lo sé, pero...- suspiré.- Bah, da igual, déjalo.
-Estás celosa.- afirmó sin molestarse en preguntarlo.
Lo miré de reojo, esta vez era yo la que ponía una cara amenazadora. John tan solo se rió descaradamente de mi.
-Te recomiendo que entres ahí y le dejes las cosas claras a Jane.
-Paso de montar un numerito delante de Justin, por favor, que vergüenza.
-¿Qué tipo de amiga tienes?- preguntó volviendo a reirse.- Te lo digo en serio, entra ahí y díselo a la cara.
-No quiero entrar ahí de nuevo para verlos a los dos juntos, Justin tendría que darse cuenta de que Jane está ligando con él, a estas alturas ya le
tendría que haber dicho: “no me interesas, yo solo quiero a Sara”.
-A lo mejor ni se dio cuenta...- puntuó con certeza al tiempo que se levantaba de suelo y me tendía su mano para que la agarrase.
-Ve tú, yo me quedaré aquí un poco más.
-Haz lo que quieras, luego no me vengas a llorar.
-Prefiero llorar con mi almohada antes que contigo.- afirmé con una sonrisa.
-Tan solo era un decir.- se despidió entrando por la puerta.
¡Genial! Ahora me sentía peor. Si no entraba ahí sería como si estuviese admitiendo la derrota y le estuviese diciendo a Jane que podía quedarse a
Justin, eso no lo podía consentir ni en sueños.
Me cargué de valor y me levanté de la acera, entré en el local a paso rápido, con un enfado impresionante. Al entrar, el ambiente estaba mucho más
animado que antes, en la barra seguía Jane, esperando a que Justin terminase de atender a unos chicos.
Cuando estaba a tan solo dos metros de ella, escuché una última frase, fue la gota que colmó el vaso.
-¿De verdad te gusta Sara? ¿No prefieres a una chica mas madura como por ejemplo... yo?- Justin la miró confuso.
Nada más llegar allí le di una bofetada en la mejilla derecha. Si, lo había echo, y lo mejor de todo era que casi nadie se dio cuenta, tan solo John, que
intentaba contener la risa, Justin y los chicos de antes.
-¿De que vas?- preguntó llena de ira.
-¿De que vas tú? ¡Tú ya no eres mi amiga! ¡Para mi no eres nadie! No me puedo creer como eres capaz de hacerme esto, ¿que pretendes?
La cara de Jane era todo un poema, no sabía que decir, estaba claro que no se esperaba esa reacción de mi parte.
-¿No piensas decir nada?
-Si yo me comporto así con Justin es porque me gusta, y aunque tenga novia y esa sea mi amiga, no voy a dejarlo pasar.
-A ti no te gusta, para ti tan solo es un capricho. Está claro que solo lo haces para joderme, yo ya no te conozco. Tú no maduraste, tú te convertiste
en una puta, que es diferente.
-¿Perdona? ¿Para que quiero yo joderte?- puso una sonrisa como si fuese inocente.
-¿Ahora te haces la inocente? ¡Esto es increíble!
Miré a Justin, quien no decía nada y tan solo observaba todo lo que estaba pasando con atención. ¿Acaso no pensaba decir nada?
-Esto es increíble.- mascullé entre dientes al tiempo que me alejaba de ellos y salía de nuevo al exterior.
-¡Espera!- escuché la dulce voz de Justin, pero no le hice caso.
Simplemente había explotado. Cuando salí de aquel local, me escondí detrás de el para evitar que alguien me siguiera. Apoyé mi espalda en la pared
e intenté calmarme cerrando los ojos y contando hasta diez.
-Sara.- abrí mis ojos y miré a Justin en frente mía.
-No tengo ganas de hablar.
Me acorraló con sus brazos al tiempo que se acercaba mas a mi. Sentir su aliento me tranquilizaba de alguna manera.
-¿Qué pasa con Jane?- preguntó él confuso.
-¿No te das cuenta?- dije mirándolo a los ojos.- Estuvo toda la noche ligando contigo, en vez de frenarla o decirle algo, le sonreías y seguías
hablándole, ¿piensas que yo podía...?
Me interrumpió con un beso en los labios, rodeó con sus brazos mi cintura y siguió besándome tiernamente. Toda mi ira, que volviera a aparecer,
cesaba por completo, cerré mis ojos dejándome llevar por su muestra de cariño. Mordió levemente mi labio inferior y bajó lentamente hasta llegar a
mi cuello.
-Yo solo te quiero a ti.- susurró sobre mi piel.-A estas alturas creía que ya lo sabías...- dijo con una sonrisa.
-Lo se, y siento el numerito que monté ahí dentro.
Volvió a subir hasta encontrarse con mis ojos oscuros. Acarició mis mejillas y sonrió como solía hacer.
-No lo sientas. Tan solo quiero que sepas que le dejé muy claro a Jane que no quería nada con ella.- dijo mientras me volvía a besar.
-Te quiero.- lo abracé lo mas fuerte que pude.
-Yo no me cansaré de decírtelo todos los días.- ambos sonreímos.-¿Sigue en pie lo de quedarse a dormir en la casa de Jane?
-Ni de broma...
-Puedes quedarte a dormir en mi casa...- susurró con una cara tan dulce que no se lo podía negar.
-Mientras mi madre piense que estoy en la casa de Jane, por mi si.
-Genial.
-Ya tengo ganas de irme...
-Ahora solo espera a que termine mi turno y nos vamos, ¿vale?
