Salida de casa

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11/11/2023, mi casa, 09:03 AM:

Me desperté por culpa de un irritante sonido: la alarma de mi celular. Al mismo tiempo pude escuchar un par de alarmas más, obviamente, las de mis amigos. Mauricio, Alejo y Juan se habían despertado antes. Parecía que ya se habían lavado los dientes y la cara. Estaban hablando entre ellos y cuando me vieron despierta me saludaron.

Buenos días – Susurraron los tres al mismo tiempo.

Buenos días. – Les dije de igual forma. – ¿Hace cuanto están despiertos?

— Hace unos... – Mauricio miró la hora en su celular Veinte minutos más o menos.

— ¿Y por qué no me despertaron?

— Ellos no querían molestarte, aunque si era por mi lo habría hecho. – Mencionó Alejo, riéndose un poco al terminar.

Ja ja, buen chiste idiota. – Le dije irónicamente.

Lo sé, soy muy gracioso.

— Si, si, lo que sea. Mejor callate.

Vimos que tenias la alarma activada y te dejamos dormir – Dijo Juan respondiendo a mi pregunta.

Bien, gracias. Voy al baño, cuando vuelva me van a ayudar a despertar a todos estos bellos durmientes. – Les mencioné resaltando las dos últimas palabras mientras me levantaba y abría la puerta.  Me respondieron con pequeñas risas, asintieron sin problema. Di un último vistazo a mi habitación y nadie más se había despertado por las alarmas. Genial.

Fui al baño a lavarme los dientes, la cara, a cambiarme, peinarme, etcétera. Cuando estaba lista, salí y me dirigí a mi dormitorio encontrandome con Lucas, que se había despertado, pidiéndome permiso para pasar al baño, cosa que le concebí. Miré a los chicos y los tres estaban intentando despertar a Celeste la cual no paraba de moverse intentando volver a dormir. No se porqué, pero ellos amaban molestarla a ella más que a cualquiera, a parte de que Celes les seguía el juego. Me reí por la inmadurez de estos.

Ok, les doy permiso para ir a buscar un vaso lleno de agua si alguno no se quiere despertar. – Carcajearon mientras miraban a la pobre Celeste. Salieron corriendo de mi habitación uno atrás del otro.

¡Ey! – Les grité en un susurro cuando estaban a punto de bajar la escalera. – No hagan mucho ruido, hoy es sábado y mi papá esta cansado por el trabajo.

Me escucharon y se fueron a la cocina, ya saben para que. Regresé a mi dormitorio y empecé a despertar a Sofia y Anna, de los demás se encargaron los chicos acompañados de Lucas, que volvió después de que Celeste haya quedado empapada. Ella los corrió por todo el cuarto mientras yo lloraba de risa. Luego de un par de minutos se calmaron y cuando despertamos a todos y guardaron sus pertenencias bajamos a desayunar. Algo rápido, un vaso de yogurt cada uno con un par de galletitas. Cuando todos terminamos les dije que bajen sus bolsos así los guardaba en la camioneta.

Puerta de mi casa, 10:36 AM:

Cuando terminamos de subir los bolsos y todo lo que llevaríamos comenzamos a subirnos a la camioneta. Me subí al asiento del conductor y esperé a los demás. En el asiento del copiloto se subió Mauricio para cubrirme de vez en cuando, ya que el viaje seria de unas cuatro horas. Pararíamos en el medio del camino (en una estación de servicio) para ir al baño, almorzar, comprar cosas que nos falten y cargarle gasolina a la camioneta. El vehículo era enorme, tanto así que había más asientos atrás de los que tiene cualquier auto. Cuando me avisaron que estaban listos y acomodados me coloqué mi gorra de visera plana, puse en marcha el motor y apreté el acelerador. Habíamos comenzado con la aventura.

12/11/2023: "No lograrás escapar."Donde viven las historias. Descúbrelo ahora