12/11/2023: "No lograrás escapar."

Su verdadera cara

12/11/2023, Fogata, 05:20 AM:

De repente, el molesto pitido paró y todo fue en cámara lenta: yo, dejando de lado a Anna para poder salir de la carpa, corriendo, queriendo alejarme de todo, pero mi escape fue interrumpido por la anteriormente nombrada, que se encontraba tirada en el piso, sosteniendo mi pierna, con una mirada de preocupación. Miré al que ahora descansaba en paz y solo pensé en Sofia. »Ella no puede terminar así, tengo que encontrarla.« me repetía una y otra vez. Mis ojos se clavaron en Anna y ella giró su cabeza para los costados, diciendo un profundo "No", pero eso no iba a detenerme. Me solté de su agarre y huí lo más rápido que pude, sin mirar atrás.

Bosque, ¿?:

No quería fijarme en la hora, había estado corriendo un largo rato, tanto así que me costaba respirar, mis piernas temblaban y los pies me dolían. Me senté intentando recobrar el aliento, pero tenía claro que si no me movía algo me pasaría. Quedarme quieta no era una opción, así que solo fueron unos cinco minutos o menos los que "descansé". Seguí mi camino, pero caminando, aunque con paso rápido. Tenía que encontrar a mi amiga de cualquier manera.

Hasta ese instante no me había fijado mucho en el paisaje: el piso era más que nada tierra seca, parecía que no había llovido durante bastante tiempo. Los arboles eran finos y bastante altos, de unos quince metros aproximadamente. El nivel de vegetación era normal y no parecía haber muchos animales que habitaran allí, aunque eso no saca que hayan insectos. De noche el lugar daba muchísimo miedo y se ponía todo más oscuro de lo normal, por eso yo andaba medio a ciegas.

No tenía idea de a donde me dirigía, lo único que sabía es que buscaba a Sofia. Lo peor era que no tenía noción de que podía morirme esa noche. Tranquilamente esa cosa me agarra y me hace lo que sea con tal de que ya no respire. Pero, de todas formas, ahí estaba yo, buscando a una persona, sin saber si seguía viva o no, mientras una "mujer" me perseguía. A parte de todo, tenía una mezcla de sentimientos inmensa en mi cabeza, mi mente casi explota por toda la información que recibió. No lograba entender bien las cosas, todo pasaba tan rápido que no era capaz de analizarlo.

Unos gritos me sacaron de mis pensamientos. Levanté mi cabeza y seguí caminando, dirigiéndome hacia donde provenían esos sonidos. Cuando esa voz provenía de en frente mio, me sorprendí tanto que casi me da un infarto. Había un pozo en frente de mis pies, a lo que me agaché para poder ver su interior y quien estaba ahí. Exactamente a la que dábamos por muerta horas atrás, estaba en frente de mis ojos: Yasmin se econtraba a unos cinco metros debajo mío, con moretones en sus brazos y piernas y uno de sus pies completamente girado para el lado que no debía. Sus pedidos de ayuda habían llegado a mí y sus quejidos de dolor también. En ese momento me vio y no dudó en abrir su boca.

— ¡CANDELA! Por favor ayudame, ¡sacame de acá! – Yasmin estaba desesperada rogándome y yo no sabía que hacer.

— Y-yo, em, voy a ay-yudarte. – Tartamudeaba completamente nerviosa. – Solo que no sé como... – Eso lo murmuré, y por suerte no me escuchó.

— ¡Apurate, no aguanto más! – Y justo ahí vi esa mano, esa misma de la mujer que apareció en mi "sueño", justo a las espaldas de ella.

— ¡YASMIN, ATRÁS TUYO! – Grité lo más fuerte que pude, pero cuando ella giró su rostro, esa cosa le agarró la cara y la arrastró lo más rápido posible, haciéndola desaparecer en un par de segundos.

Los gritos de Yasmin fueron cesando cada vez que un golpe se escuchaba, supuse que la "joven" sostenía su cabeza y la estampaba contra el piso repetidas veces con un objetivo notorio. Cuando el silencio reinó, me asusté aún más y me alejé de aquel pozo deseando no haber visto ni escuchado nada.