12/11/2023: "No lograrás escapar."

¿Realmente... muerta?

12/11/2023, Fogata, ¿?:

Algo frío y suave tocaba mi cara, delicadamente. Parecía estar empapado, un líquido recorría mi mejilla derecha. Recordé que me había caído en la tierra debido a mis mareos y que me había clavado espinas o lo que sea. Abrí un poco mis ojos y pude ver que Anna estaba pasando un algodón con alcohol por la zona que tenia lastimada. Me encontraba sentada de espaldas a la camioneta. Por el rabillo del ojo, a mi izquierda, vi que una de sus puertas se encontraba abierta. Seguro porque habían entrado para sacar el botiquín. A mi al rededor parecían estar todos con cara de preocupación y miedo. Abrí totalmente mis ojos y un quejido de dolor salió de mi boca: casi todo el cuerpo me dolía.

— ¡Despertaste! Ya me estaba asustando. – Celeste me abrazó y Anna se alejó un poco de mí.

— Mierda. P-para, me d-duele todo el cuerp-po...

— Uhg, perdón... – Se separó de mi lentamente y pude notar que los demás estaban bien pero algo nerviosos.

— Yo, Em... ¿Celes y Anna ya saben lo que pasó? – Estaba preocupada por haberla cagado en ese momento.

— Si, ya le contamos todo. Ahora, Tendríamos que contarte algo a vos... – Alejo respondió a mi pregunta. Me sentía aliviada pero a la vez nerviosa por lo que dijo. Me di cuenta de que Yasmin no estaba con nosotros.

— ¿Y... Yasmin? ¿Dónde está Yasmin? Diganme que está bien, por favor... – Solo se me ocurrió que podría estar en una carpa durmiendo o dentro de la camioneta, pero esos pensamientos se derrumbaron cuando escuché a Alejo.

— Em, no, e-ella en realidad est-ta... Muerta. – Alejo tartamudeaba al hablar. A penas terminó la oración, Antonella empezó a gritar con lágrimas en los ojos.

— ¡Callate! ¡Ella no está muerta! ¡NO! – Agarró la remera del que me intentaba explicar la cosas e intentó hacerle algo, no sé el que, pero al instante Franco la sostuvo de los brazos para que no haga nada. Este trató de calmarla abrazándola y alejándose un poco de nosotros.

— Esperen... ¿Qué? ¿Murió o... No? – Estaba confundida, no había visto lo que había pasado y que Antonella reaccione así me parecía algo raro.

— En realidad, lo que pasó fue que Antonella, Alexa y yo fuimos a ayudarla, algunos venían atrás nuestro y otros se quedaron para ver que era lo que te pasaba. Estaba demasiado asustada, por poco no nos reconocía. Temblaba y tenía la marca de una mano (o eso parecía) en su hombro izquierdo. Cuando le dijimos que venga con nosotros, dio un paso y una mujer (como la que había descripto Lucas cuando Mauricio murió) apareció atrás de ella. La chica (bastante joven) puso su mano en donde tenía la marca Yasmin y la arrastró hasta el interior del bosque, donde ya no podíamos verla. Escuchamos sus gritos unos cinco minutos seguidos, hasta que de repente el silencio se hizo presente. Nos dimos la vuelta cuando estaba demasiado lejos de nosotros tres. Si la intentábamos salvar esa cosa seguro nos mataba a nosotros también... – Alejo dio un suspiro profundo y pesado. Las ojeras que se le veían abajo de sus ojos demostraban lo cansado que estaba.

— Estoy... Estoy harta de esto. No aguanto más... ¡N-no! – Intenté sostener mi cabeza ya que volvieron los susurros, pero esta vez eran inentendibles. Solo duraron un par de minutos, parecía que escuchar eso me había afectado.

Después de eso les di un abrazo a todos, sentía que lo necesitaban y era lo menos que podía hacer. Se me ocurrió decirles que nos fuéramos a dormir y que un par de nosotros vigile de vez en cuando. En la mañana regresaríamos a nuestras casas, nos iríamos de este lugar horrible. No creía que podría aguantar más tiempo en ese infierno.