12/11/2023: "No lograrás escapar."

Fuera de allí

12/11/2023, Bosque, 07:30 AM:

Se escuchó el crujido de una rama la cual habían pisado y no sabíamos qué o quién causó el ruido. La mujer de vestido blanco se dio media vuelta y se quedó expectante, al acecho de alguna criatura, seguramente animal, que lo haya hecho.

Pareció restarle importancia ya que después de unos cinco silenciosos e interminables minutos volvió a golpear la camioneta. Creo que quería volcarla o abrir la puerta, no estaba segura. Volví al asiento del conductor y miré hacia afuera. Vi una silueta de una persona a lo lejos. Pensé que me estaba volviendo loca por completo.

Cuando me fijé bien, esa silueta era Sofia intentando decirme algo. A penas podía ver sus labios moverse y sus manos haciéndome señas. No la entendía, pero cuando dejó de prestarme atención e hizo ruido supe cual era su plan: mantendría ocupada a la chica de ojos totalmente negros para que podamos escapar.

Se sacrificó por nosotros sin preguntarnos nada.

Al mínimo ruido que se escuchó, la que antes se encontraba golpeando la camioneta estaba persiguiendo a Sofia mientras ella corría lejos de nosotros. Me dio una última mirada antes de huir, con la adrenalina y el terror en sus ojos. Aún no entendía si estaba alucinando o si en verdad era ella, decidí pensar en la primera aunque fue bonito verla una vez más.

Fui atrás, abrí la puerta y empujé a Juan hacia afuera mientras le daba las llaves y lo apuraba para que agarre el bidón. Un poco perdido, caminó atrás de la camioneta y con torpeza abrió el "baúl". Rechinó como si no se hubiera usado en años, haciendo que me maree y sintiendo como mi miedo se acercaba cada vez más.

Escuchamos como algo venía desde el interior del bosque arrazando con todo. Le susurré a Juan que corra, pero se tropezó junto con el bidón. Casi que empiezo a gritar, pero me contuve. Se levantó y con dolor en una pierna tomó el bidón que había caído un poco más lejos. Llenó un poco el tanque, solo lo que le dio tiempo. En cuanto escuchó un grito, corrió adentro de la camioneta.

No se había llenado ni un cuarto de lo que necesitábamos, pero pretendíamos irnos solo con eso hasta donde llegáramos y luego volver a llenarlo, al menos hasta llegar a una estación de servicio. Pretendíamos que, luego de salir del bosque, mi gemela no nos persiguiera.

Prendí la camioneta y, en cuanto arrancó, apreté mi pie contra el acelerador lo más fuerte que pude. Giré el volante dirigiéndome hacia la salida, esquivando a esa adolescente de mirada totalmente vacía, dejando atrás las vidas de los que habían sido mis amigos desde primaria y quedándome con tan solo tres de ellos.

A medida que nos alejábamos más, menos miedo tenía y eso me hacía sentir mejor. Alexa se ocupó de Juan, el cual parecía haberse torcido el tobillo cuando se cayó, y de Nicolás, que ya se encontraba en un estado de serenidad inalcanzable en su momento.

12/11/2023, Ruta, 08:00 AM:

Divisé la estación de servicio a lo lejos mientras aceleraba para llegar más rápido. Nos moríamos de hambre y sed ya que habíamos bajado todo de la camioneta cuando habíamos llegado al bosque.

Estuvimos obligados a parar en un momento ya que no teníamos más gasolina en el tanque. Depositamos lo que quedaba en el bidón dentro del tanque de la camioneta y seguimos, ya estabamos seguros, o eso creíamos.

Les avisé a mis amigos que llegamos a la estación, aunque Juan y Alexa dormían mientras Nicolás buscaba algo entre sus cosas.

Estacioné y desperté a la chica mientras Nicolás intentaba con el lesionado, algo un poco difícil para nosotros dos. Cuando lo logramos, todos fuimos a los baños y luego compramos algo para alimentarnos e hidratarnos con el dinero que había en los bolsos que se encontraban en la camioneta.