El fin de la loca

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12/11/2023, Bosque, 06:30 AM:

Me sentía débil por el dolor punzante de mi cabeza debido a los tirones que le brindaba Celeste a mi pelo. La situación se había salido de control hasta que volvieron los mareos y de repente todo se oscureció. Sentí como mi anatomía era golpeada contra la fría y húmeda tierra en un fuerte impacto como consecuencia de que Anna me había soltado mientras un grito desgarrador salía desde lo más profundo de su ser. ¿Y por qué?, no tenía idea, pero sentía que algo malo se acercaba para cuando despertara.

06:55 AM:

Abrí mis ojos mientras mis oídos percibían un llanto a lo lejos. Se me erizó la piel, ya que lo sentía tan cercano a mi, tan familiar...
Los chicos me miraban preocupados. Movían sus labios pero no lograba comprender que decían (solo lograba captar murmullos) porque mis tímpanos solo le prestaban atención a esos lamentos que me ponían tan tensa.

— Mierda, ¡CELESTE! – Escuché al fin la voz de Maria, preocupada, y gritos de fondo mientras alcanzaba a ver la silueta de Nicolás corriendo hacia la izquierda.

¡Te ayudo, agarrate! – Dijo el anteriormente nombrado. Tenía a Alejo y Juan frente a mi, por lo que me costaba saber lo que pasaba. Me percaté de que Anna no aparecía, hasta que corrí a los chicos con dificultad para que me dejaran ver los hechos ocurridos a pocos metros de distancia.

Los tenues rayos del sol iluminaban delicadamente el cuerpo de Anna, el cual se encontraba en el suelo boca abajo, con la ropa rasgada y llena de sangre. Lo más impactante es que sus órganos se encontraban fuera de su cadáver, saliendo desde un agujero enorme ubicado en su espalda. Desde su boca abierta salía ese maldito liquido de un color rojo oscuro que formaba un charco al rededor de su cabeza. Sus ojos abiertos, mirándome fijamente, me perturbaban.

Al percibir eso, volvieron las puntadas en mi cabeza generando un dolor indescriptible. Lágrimas se deslizaban por mis pómulos, los cuales se humedecieron en poco tiempo y se volvieron rojos al igual que mis ojos. Mis amigos intentaron bloquearme la vista, pero con las pocas fuerzas que me quedaban pude observar el fin de otra vida en esas siete horas infernales: Celeste, siendo "arrebatada" por mi doble, mientras Nicolás intentaba ayudarla y ella rechazaba su acción.

¡NO! No quiero ayuda ahora. Ustedes prefieren a una loca antes que a mi... Gracias, amigos. – Y cerró su boca, terminando por escupir la última palabra. Después de eso solo alcancé a ver una cara de enfado superior a cualquiera en mi gemela y como sus ojos se tornaban completamente negros, para después arrastrar a Celeste hacia zonas profundas del bosque mientras ella chillaba con un tono agudo. Quizá se la llevaría a donde había muerto Yasmin, solo quizás.

Y me desmayé, otra vez.

07:14 AM:

Estaba arriba de algo, algo que se movía mucho y muy rápido... Cuando me desperté solo atiné a sostenerme del cuello de la persona en la que me encontraba encima. Pude distinguir fácilmente que Alejo estaba llevándome "a caballito" gracias a su pelo corto enrulado. Parecía que estábamos en una persecución, escapando de un robo corriendo lo más rápido posible para lograr que la policía no nos atrape.

Obviamente, de los trece que eramos en un principio, en ese momento, solo permanecíamos cinco: Alejo, Maria, Juan, Nicolás y yo. Me sentía tan vacía y asustada, ni siquiera podía entender como es que Alejo tenía tanta fuerza como para llevarme encima y correr a la vez. El miedo se apoderó de mi completamente en cuanto escuché el grito de Juan:

¡ESTÁ ATRÁS NUESTRO!

Fui la única en voltearme ya que los demás se empeñaron en solo huir. Y, para colmo, nos perseguía mi copia del infierno con el fin de matarnos de maneras sádicas a los pocos que quedamos y arruinarnos aún más.

12/11/2023: "No lograrás escapar."Donde viven las historias. Descúbrelo ahora