Dispuestos a aprovechar sus vacaciones, los dos hermanos decidieron participar en las actividades, mientras seguían hablando de todo de la vida del otro. Hoy, los monitores les proponían un paseo de orientación por el bosque durante la mañana, seguido de un paseo en kayak en el lago después del almuerzo.
Mapas en la mano y botas en los pies, Henry y Matthew se hundieron en el bosque. Tenían tres horas para encontrar a los monitores en el punto de encuentro para hacer un pic-nic. El sentido de la orientación de Matthew, así como el de Emma, como verdaderos urbanitas que eran, no estaba muy desarrollado. En cambio, Henry tenía la costumbre, desde muy pequeño, de pasear por el bosque de Storybrooke, ya fuera con su madre, o con sus compañeros de clase. Así que se puso a la cabeza de la operación y los dos muchachos comenzaron a buscar atentamente las señales que les indicaba el camino: una roca, el musgo, la posición del sol...
Pero, sin embargo, no se olvidaban de su misión: convertirse en el otro. Así que mientras caminaban, se hacían preguntas sobre sus respectivas vidas. Henry, como una esponja, parecía tragarse todo lo que Matthew le enseñaba. Este último, por el contrario, y como siempre le había costado aprenderse la más sencilla de las tablas de multiplicar, tenía más dificultad en asimilar la información que Henry le daba.
«¿Y cómo se llama mi tutora?»
«Miss...espera, euh...¡Miss Blanchain!»
«¡Blanchard! ¡Mary-Margaret Blanchard! ¡Haz un esfuerzo, Matt, te lo he dicho tres veces!»
«Perdón, perdón...Me toca: ¿cómo se llama mi amigo de Boston?»
«¡Tu amigo, Kennedy! ¡Y tus compañeros son Mike, Jake y George, uno bajito y gordito, el otro alto con gafas y el otro rubio!»
«Bien...»
«Venga, una al azar, ¿el número de mi casa?»
«¡El 108!»
«¿Dónde está mi habitación?»
«En el primer piso, la primera puerta a la derecha. Cenáis a las 19:00, después tienes permiso para leer y tu madre va a arroparte sobre las 20:30. En fin...cuando no está trabajando...¿Cuál es el autobús que cojo para ir de mi casa al cole?»
«El 96, en la parada de «Parque de Boston» hasta el colegio. Allí, bajas, todo derecho y después cruzas el hall y la clase está la final del pasillo ¿Cuál es la flor preferida de mi madre?»
«¡Las rosas! ¡No, los lirios, los lirios!»
«¿Por qué?»
«¡Porque su padre las ponía a menudo en su habitación cuando ella era pequeña! Por cierto, ¿cómo se llamaba su padre? No te lo he preguntado...
«Se llamaba Henry también...Nunca lo conocí, murió cuando ella era joven. Lo quería mucho, así que decidió llamarme como él en homenaje»
«Ah, eso quiere decir que cuando nacimos, nuestra madre ni siquiera nos había dado un nombre...»
Los rostros de los gemelos adquirieron una expresión de pena mezclada con lamento. Si Emma no hubiera dado a luz en prisión, ¿se habría quedado con los dos niños? Sin duda sus vidas habrían sido completamente diferentes hoy en día...
El juego de preguntas continuó a lo largo del paseo. Cuando finalmente llegaron al claro, lugar de encuentro, tuvieron la agradable sorpresa de ver a dos jóvenes monitores, ocupados instalando en un inmenso mantel el pic-nic: ensaladas, sándwiches y otras delicias para picotear. Los muchachos tenían el estómago en los pies, y Matt no pudo contenerse y exclamó «¡Ah, genial, tengo más hambre que un perro ciego!» acercándose al mantel, y ante un Henry estupefacto. Un monitor lo detuvo en su impulso, diciéndole que esperara la llegada de los otros chicos.
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Siempre te encontraré
FanfictionTRADUCCIÓN del fin francés Je vous retrouverai toujours de Bonne Ame. ¿Y si Emma no hubiera tenido un hijo, sino gemelos? ¿Y si esos dos hijos, que no se conocen, se encontraran por casualidad? ¿Y si, gracias a esos niños, Emma conociera al amor de...