Capítulo 24

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Esa semana volvió la Haylee fantasma, Peter había vuelto a mi vida simplemente a perderme de nuevo. Las pocas clases que pasaba me resultaban insignificantes, ahora ni el hecho de cantar podía subir mi ánimo. Perdí la noción de la competencia, solo sabia que el siguiente programa tampoco haría más que sentarme durante dos horas. Lo único que me mantenía alerta eran los mensajes de Blake y, de vez en cuando, las redes sociales. En cuanto a mi tía, Blake me dijo que el supuesto novio había dicho que saldría de viaje unas semanas, así que fue algo tranquilizador en si.

- ¿Otra vez estás echada? .-preguntó Maya entrando a la habitación.- Vas a morir de sedentarismo si sigues así.

- Déjame morir entonces.- dije restándole importancia. Tal vez si moría, todo sería más fácil. Así no tendría que preocuparme por nada, porque, obviamente, estaría muerta.

- No seas así, ven, acompáñame al supermercado, me tocó hacer las compras esta semana.- dijo animándome.

- ¿Por qué no vas con Matt?

- Porque iré contigo, levántate, te espero abajo. No tardes.- dijo saliendo de la habitación sin darme oportunidad de responder.

Bufé y me levante de la cama, acomode mi cabello en una coleta alta y me coloqué mis botas. Me puse mi chaqueta y salí del cuarto. No tenía ganas de acomodar mi rostro, así que me puse lentes. Bajé las escaleras a pasos lentos y salí sin voltear. Una uber ya me esperaba afuera con Maya dentro.

- ¿No es divertido tener un tiempo solo nosotras?.- dijo con una gran sonrisa.

- Si, yupi.- dije con sarcasmo y miré a la ventana todo el camino.

El viaje duró aproximadamente veinte minutos, cuando llegamos al supermercado no había demasiada gente por el frío. Genial.

Maya tenía la lista de compras y ponía lo necesario en el carrito, mientras yo empujaba el carrito. Diversión pura.

- ¿Puedes ir al lado de congelados y traer estas cosas mientras yo busco los cereales, por favor? .-dijo Maya con toda la paciencia del mundo ante mi mal genio.

- Está bien.

Me entregó una lista y se fue con el carrito. Me dirigí al sector de lácteos y tome yogurt, queso y cuando estaba por agarrar el envase de leche, una mano chico contra la mía. Me voltee encontrándome con un chico de altura media, castaño, ojos marrones y labios gruesos. Era él, era uno de los chicos que había golpeado a Peter. Era Cameron.

- Oh, disculpa, no te había visto.- dijo para luego sonreírme. Yo simplemente estaba helada. La mano que roce fue la misma que destrozó el rostro de Peter.

- No..-tragué saliva pesadamente.- tranquilo, no hay problema.- trate de sonreír lo más normal posible.

Agarre la leche y tenía toda la intención de salir de allí, por mi corriendo pero no podía ser tan obvia. El no sabía que yo lo había visto esa noche.

- Espera un momento.- interrumpió mi huida. Maldije por lo bajo.- Yo te conozco.

- Ehh, ¿en serio? Yo nunca te había visto antes.- dije "convincente". El soltó una pequeña risa que hizo que los cabellos de mi nuca se erizaran.

- Tu a mi, obviamente no, pero tú eres Haylee Smirnov, ¿cierto?.- preguntó con el ceño fruncido.- Te he visto por televisión, eres asombrosa, puedo declararme honestamente tu fanático.

- Oh, ¿en serio? -asintió.- Wow, muchas gracias.- sonreí con nerviosismo. Genial, el matón es mi fan.

- ¿Puedo tomarme una foto contigo?

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