- Capítulo Cuarenta y Cinco -

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Desperté por el llanto de Zachary, miré el reloj que se encontraba a mi lado, eran las 5 de la mañana. Dougie abrió uno de sus ojos y miró confundido, le hice una seña de que hiciera silencio y le di un corto beso antes de levantarme para darle leche a Zachary.

Dougie apenas podía mantener sus ojos abiertos, le dije más de tres veces que volviera a dormir pero el seguía sin hacerme caso.

Después de darle su leche a Zac lo acurruqué entre mis brazos balanceándolo suavemente de un lado a otro, mientras Dougie le cantaba en voz baja una parte de la canción “All about you”. Sonreí al escuchar su voz. Su voz era tan linda, me encantaba escucharlo cantar, su voz o mejor dicho él, era como mi droga.

—    ¿Siempre se despierta a esta hora? —. Rió Dougie.

—    No, hoy se adelantó. La mayoría de las veces es a las 6 o 7 de la mañana.

Dougie rió nuevamente pasando su mano delicadamente por el poco cabello que Zac tenía en su pequeña cabecita.

.

Dos semanas habían pasado, lo que dejaba que solo me quedara treinta días aquí en Inglaterra.

Cada día me sentía peor, la verdad casi nunca podía pasar mucho tiempo junto a Dougie ya que McFLY estaba haciendo la promoción de su nuevo single. Iban a cada programa que existía, se les escuchaba entrevistas en cada estación de radio y los llamaban a diario para sesiones de fotos.

Si lograba estar con Dougie eran menos de tres horas, lográbamos más hablar por teléfono, pero no era lo que yo tenía en mente al decir que quería disfrutar mis últimos días junto a él.

[ Dougie’s POV ]

Estaba exhausto, no podía más. No quería saber nada más sobre programas de televisión, radios o sesiones fotográficas, ¡No quería nada de eso!, solo quiero poder pasar el poco tiempo que me quedaba junto a Joanna.

Miré la hora, eran casi las 11 de la noche. Aun tenía tiempo de hacer algo. Busqué el número de aquél lugar en internet y llamé para pedir un favor.

A la mañana siguiente me desperté alrededor de las diez, llamé a Joanna, quien de seguro estaba despierta.

—    ¿Dougie?

—    Joanna. Hoy, tú y yo, a las diez de la noche —. Dije rápidamente antes de que ella me interrumpiera.

—    Pero…

—    Sí, lo sé, ¿Zachary?, no te preocupes, ya me encargué de eso.

—    ¿De qué hablas? —. Preguntó con voz dudosa.

—    Hablé con Giovanna, ella y Tom lo cuidarán, será de noche, así que lo dejas durmiendo y ellos solo se hacen cargo de si se despierta, que quizás no lo haga hasta las 7 de la mañana. No puedes decirme que no. No hemos tenido tiempo para estar juntos y te queda poco tiempo aquí.

Escuché una pequeña risita de Joanna.

—    Acepto Dougie —. Volvió a reír —. No me perderé una oportunidad para estar contigo. Hoy a las diez.

Sonreí al escucharla y colgué.

Hoy todo debía salir perfecto, hace días no estaba con Joanna, necesitaba esta noche para poder estar con ella. Necesitaba escucharla, besarla, abrazarla.

El día pasó tan lento que cada minuto parecían horas, ya saben, cuando estás tan ansioso y nervioso que lo único que quieres es que llegue la hora de lo que tanto esperas.

El reloj por fin dio las nueve y cuarenta, era mi hora de salir de casa e ir por Joanna. Estaba nervioso, y mucho. No estaba seguro porqué, pero estaba tan nervioso como cuando uno tiene su primera cita, lo que me hacía pensar en la canción de mi banda favorita blink-182 First date.

Toqué el timbre esperando nervioso detrás de la puerta, me acomodé la corbata que sentía que estrangulaba mi cuello. No solía usar este tipo de atuendos pero pensé que esta sería una buena ocasión.

A los pocos minutos la puerta se abrió lentamente, dejando ver a Joanna, que llevaba un vestido tipo strapless gris con unos detalles en lentejuelas por donde comenzaba el vestido. Se veía realmente hermosa.

Me sonrió y se acercó para besar mis labios, fue un beso corto, pero me alegró el sentir sus labios hacer ese contacto con los míos. Se volteó y miró a Tom, que se encontraba detrás de ella. No me había dado cuenta que él y Giovanna estaban ahí. Los saludé a ambos con mi mano. Joanna les dio unas últimas instrucciones antes de salir.

—    Diviértanse — dijo Tom cerrando la puerta. Ambos asentimos.

[ Joanna’s POV ]

Dougie siempre tenía que hacerme lo mismo, colocarme una venda para que no pudiera ver. Siempre era él el que me daba las sorpresas, pero aunque odiara tener esa venda sobre mis ojos, sus sorpresas siempre me hacían feliz.

Nuevamente era guiada por él, así como lo había hecho ese día que me pidió ser su novia, sonreí al recordar aquel día, todo lo que hacía Dougie era tan perfecto.

—    Ya puedes quitarte la venda —. Dijo después de unos segundos de habernos detenido.

Me quité la venda lo más rápido que pude y sonreí al ver lo que tenía frente a mis ojos. ¿Qué acaso no iba a parar de sorprenderme?

Estaba parada justo en la puerta de una habitación del Mayfair Hotel, uno de los hoteles más lujosos que hay en Londres.

Sonreí al ver todo rodeado de velas, había una mesa para dos, con cena servida, noté que había comida china, mi favorita.

Nunca creí que recibiría una de estas sorpresas, siempre pensé que eran cosas de películas románticas, pero la verdad con Dougie todo parecía una película romántica.

—    Eres increíble — susurré mirando a Dougie, él solo sonrió.

Tomó mi mano haciéndome entrar, dejé cerrar la puerta tras de mí y seguí a Dougie que acomodaba una de las sillas para mi.

—    Gracias — respondí con una sonrisa — Dougie, eres… increíble — volví a decirle dejando soltar un leve suspiro.

—    Solo quiero que todo salga perfecto, quiero que tengas un lindo recuerdo de mí, Joanna — dijo acomodándose en la silla de al frente.

—    Los mejores recuerdos de ti — le sonreí y él me devolvió la sonrisa.

La comida estaba exquisita. Dios, como amaba la comida china.

Era totalmente perfecto. Había recordado cada detalle de lo que a mí me gustaba. El aroma de velas que me gustaba, mi color favorito, mis flores favoritas y mi comida favorita.

Después de terminar nuestra cena él se levantó y tomó mi mano haciendo que me levantara, caminamos hasta una puerta que se encontraba cerrada, la abrió lentamente; era una habitación, también se encontraba decorada con velas y pétalos de rosa roja. Esto sí que era de película, era la escena más romántica de la película y yo la estaba viviendo en carne propia. Me pellizqué intentando ver si era un sueño pero nada pasó, además de dolor, esto era la realidad. Después del camino de velas y pétalos se encontraba una cama de dos plazas, tenía un cubrecamas de color rojo y se podía notar a kilometros que era extremadamente cómoda.

—    Ya que hoy por fin tenemos tiempo para estar solos, quiero que todo sea perfecto — murmuró tomando mi mano para depositar un corto beso. Noté que estaba un poco nervioso, su labio inferior le temblaba.

Reí levemente, sabía completamente lo que Dougie trataba de decirme, él siguió hablando pero yo no lo escuché, tomé su rostro entre mis manos y lo besé haciendo que se callara. Él correspondió el beso sonriendo y rodeó mi cintura con sus brazos haciendo así que me acercara más a él. Yo dejé mis manos en su cabello entrelazando mis dedos en el.

Y así fue como un beso terminó siendo algo que hace bastante tiempo ambos esperábamos, terminó siendo una muestra de amor, terminó haciendo de esa noche, una de las noches más hermosas de mi vida. Una noche que sin duda nunca olvidaría. 

Little JoannaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora