- Capítulo Trece -

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[Dougie’s POV]

Estaba en la cafetería junto a Danny y Georgia, esperando a que Tom llegara, vimos a Harry acercándose a nuestra mesa, avisándonos que los chicos ya se encontraban acá, pagamos las cosas que habíamos comprado y salimos de la cafetería.

Tom nos saludó mientras se colocaba sus esquis, Giovanna nos abrazó fuerte y Carrie hizo lo mismo. Joanna se encontraba detrás de ellos, con su mirada perdida en la nieve.

—    Joanna, hola — sonrió Danny mirándola.

Joanna se sobresaltó con la voz y llevó su mirada a Danny, quien soltó una carcajada al verla. Se acercó a ella y besó su mejilla.

La miré y le sonreí saludándola con mi mano, ella me miró y sonrió también, respondiendo con el gesto de la mano. Algo extraño tenía esa sonrisa, no eran de las que siempre se veían en ella.

—    Yo estoy listo para esquiar — sonrió Tom mientras Giovanna, Izzy y Harry se preparaban con su equipo de esquís.

—    Yo usaré mi tabla de snowboard –sonrió amplio Danny tomando su tabla que se encontraba tirada en la nieve.

Tomé mi tabla de snowboard y me acerqué a Joanna, que miraba en el cielo en silencio, con sus manos dentro de los bolsillos de su chaqueta.

—    ¿Todo bien, Joanna? — pregunté acomodándome a su lado, mirando al mismo punto que ella miraba.

Fijó su mirada en mí y ladeó una sonrisa mientras asentía suavemente con su cabeza.

—    Debo decir que no te creo — murmuré y ella lanzó un suspiro — Dime, ¿Te pasó algo?

Joanna tomó mi brazo y caminó unos pasos hacia Tom, arrastrándome con ella.

—    Tom, acompañaré a Dougie a buscar algo a su auto — murmuró Joanna.

Hice una mueca algo confundido pero preferí seguirla y asentí mirando a Tom con una sonrisa. Ella caminó aún tomada de mi brazo, caminamos hacia el otro lado de la cafetería, donde estaba todo cubierto de nieve. Encontramos una banca, la cual limpiamos antes de sentarnos, esperé en silencio a que ella hablara. La miré de reojo y ella jugaba con un poco de nieve entre sus manos, concentrada en lo que hacía.

—    Tyler terminó conmigo —murmuró de pronto mientras hacía deshacer la nieve entre sus dedos.

La miré sorprendido durante varios segundos.

—    Si, lo sé, es extraño — soltó una carcajada al darse cuenta de mi reacción.

—    No puedo creerlo. 

La miré y ella se encogió de hombros apretando sus labios que temblaban lentamente, miré sus ojos, estaban cristalinos y una pequeña lágrima salió de sus ojos, para luego ser acompañada por más lágrimas.

La acerqué a mí y le di un fuerte abrazo, ella se aferró a mi cuello y acomodó su rostro en mi pecho mientras lloraba.

—    Joanna, sé lo que se siente, pero debes ser fuerte — murmuré mientras acariciaba su cabello, pasando mis dedos suavemente por este — No es el fin del mundo, tu vida no termina aquí.

—    Si lo es, Dougie, para mí lo es...

Su voz sonaba débil, sus ojos estaban rojos y su maquillaje de ojo se corría más con cada lágrima que dejaba salir.

Negué mirándola mientras limpiaba con mis pulgares las lágrimas que salían de sus grandes ojos azules.

—    Joanna, sé que es difícil — la miré y mordí mi labio inferior dejando salir un suave suspiro.—Yo pasé por lo mismo hace unos meses, pero puedes superarlo, yo lo hice.

—    Dougie, sé que lo superaré, pero ahora siento que muero — me miró mientras sollozaba.

—    Distráete, pásalo bien, disfruta estos momentos — le sonreí intentando animarla. —¡Estás en Londres! Tienes que aprovechar...

Ella suspiró y asintió esbozando una sonrisa, esta vez, sí era una de sus caracteristicas sonrisas, le devolví la sonrisa y ella se tiró en mis brazos riendo.

Se limpió las lágrimas que quedaban en su rostro y después de unos minuos se levantó de la banca, quedando frente a mí.

—    ¡Dougie!

Subí mi mirada donde ella se encontraba y una bola de nieve explotó en mi cara, seguida por muchas más.

Escuché como Joanna reía mientras seguía lanzándome bolas de nieve. Esa era la Joanna que tanto quería ver.

No quería quedarme atrás así que tomé nieve y se la lancé, riendo también junto a ella.

Joanna intentó vengarse y lanzó una bola hacia mí, pero fui rápido y me agaché. La bola terminó en la cara de Tom, quien se había asomado buscándonos.

Y nos había encontrado...

Joanna y yo comenzamos a reírnos por la cara de Tom cubierta de nieve. Tom se quitó rápido la nieve que tenía sobre su rostro y negó fulminándonos.

—    Menos mal que iban a buscar algo al auto

Me acerqué a Tom mientras Joanna intentaba hacer un mono de nieve.

—    Joanna me contó lo de Tyler, por eso vinimos aquí.

—    Oh, lo de Tyler... — murmuró Tom llevando su mano a su mentón, observando a Joanna — Es triste, la hubieras visto ayer, estaba destrozada.

—    Por suerte se está distrayendo.

—    ¡Tom, Dougie! — nos llamó Joanna.

Con Tom la miramos y dos bolas de nieve cayeron sobre nuestros rostros, escuchamos como Joanna reía y la imitamos riendo.

—    Creo que deberíamos ir donde los chicos — sugirió Tom después de unos segundos.

Joanna miró con el ceño fruncido su intento de mono de nieve, el que parecía cualquier cosa menos eso.

—    Descuida, con práctica aprenderás —le aseguré.

Little JoannaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora