- Capítulo Cuatro -

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Bajamos a la cocina ya que Tom me lo pidió y bueno, ya estaba de pie, así que ¿qué más podía hacer? Tiempo para dormir habría luego.

-        Veo que te esta yendo bastante bien con tu banda, ¿McFLY?

Tom asintió mientras servía leche en dos tazones y luego le agregaba los cereales a ambos. Me pasó un tazón y fuimos al comedor a sentarnos.

-        Asi que un año junto a nosotros – comentó Tom después de tragar su cucharada de cereal con leche.

-        Exacto, espero que puedan soportarme –reí y metí una cucharada de leche y cereal a mi boca.

-        Será algo difícil – puso sus ojos en blanco, a lo que yo lo fulminé con la mirada – Broma primita, será un placer.

El reloj de la cocina me decía que quedaban diez minutos para las seis, por lo que después de lavar los platos Tom se despidió de mí.

-        Que te vaya bien en tu… photoshoot –lo molesté y él simplemente me sonrió. – Saludos a los de tu banda.

-        Les diré – besó mi mejilla y salió en dirección al garage.

Bostecé varias veces antes de decidirme por ir a dormir, no sé cuanto había dormido en el avión pero más de 4 horas no habían sido, las películas que ofrecían me habían atrapado más de una vez durante el viaje.

Subí a mi habitación y miré la hora. Recién eran las doce en Dallas... la diferencia de horario era demasiado. Decidí enviarle un mail a mi hermana para avisarle que había llegado sana y salva, para luego mandarle uno similar a Tyler, tenía demasiado sueño como para agregarle más cosas.

Me quité los zapatos y me metí entre las sábanas de la cama. Vaya que era cómoda, se podría decir que incluso más cómoda que la que yo tenía en Dallas. No sabría decir cuantos segundos fueron para que cayera en los brazos de Morfeo, pero sí puedo asegurar que me estaba esperando hace ya varias horas.

 --

Desperté por el frío que sentía, abrí lentamente mis ojos y miré a mi alrededor

¿Les ha pasado que despiertan y no saben donde están? Eso me pasó a mi, por un minuto olvidé que esta iba a ser la imagen que vería al despertar durante un año entero.

Ordené mi cabello hacia un lado con mis dedos y miré la hora. Vaya, había dormido bastante, eran casi las 12. Seis horas me habían hecho bien, me sentía de maravilla, una renovada Joanna.

Me puse nuevamente las zapatillas y salí de la habitación, escuché una guitarra y enseguida supe que era Tom. Toqué la puerta de la habitación donde provenía el ruido y luego entré. Me había equivocado, era Carrie, mi prima.

-        ¡Joanna! – dijo al verme, dejando de lado su guitarra para así levantarse y darme un gran abrazo.

No puedo creer que estuviera tan grande, la ultima vez que la vi fue cuando tenía siete años.

-        Carrie, tanto tiempo –sonreí abrazándola aún más fuerte. –Por un segundo creí que eras Tom.

-        Suele ser Tom el que toca la guitarra, pero aprendí hace un tiempo y estaba ensayando algo que Tom me enseñó.

-        Debo ser la única de la familia que no sabe tocar guitarra – reí negando suavemente. Era tan fácil pero yo no servía para eso.

-        Pero sabes tocar piano, ese es un gran plus.

-        Eso es cierto, punto a favor para mí –dije en broma y esbocé una sonrisa de costado. – Te dejo, Carrie. 

-        Está bien Joanna -respondió mi sonrisa y antes de salir volvió a hablar, haciendo que me volteara. –Por cierto, bienvenida a casa.

Le dediqué una de mis mejores sonrisas y salí de la habitación.

Por dios, necesitaba un baño urgente. Quería sentirme limpia y cambiarme esta ropa que llevaba puesta hace más de diez horas. 

Tomé una toalla y entré al baño, . Me demoré menos de 15 minutos en la ducha, no era de las que me demoraba siglos en ella. Salí de la ducha y fui a mi habitación, busqué ropa y me puse lo primero que encontré (y que combinaba) de mi maleta.

Tocaron la puerta de mi habitación, grité un “pase” mientras cepillaba mi monstruos pelo frente al espejo del tocador.

-        Hey tú – Tom apareció por el otro lado de la puerta.

-       Hey, volviste – reí y lo miré – ¿Cómo te fue en tu... photoshoot, primito famoso? –pregunté, nuevamente usando ese tono burlón con él.

-        Bastante bien debo admitir –se apoyó en el marco de la puerta y se mordió el labio mirándome – No quiero sentirme abusador pero, ¿Me podrías ayudar con algo?

-        Claro, ¿con que? 

Dejé de cepillar mi cabello y lo miré, prestándole atención a lo que quería pedirme.

-        Debo terminar unas cosas de las canciones para el nuevo álbum de la banda.

-        ¿Y en que puedo ayudar con eso? –lo miré confundida, enarcando una ceja.

-        Acompáñame –dijo Tom dándose una vuelta para así desaparecer.

-        Ya voy, espera – me puse de mi perfume y bajé corriendo las escaleras para seguir los pasos de Tom.

Me senté a su lado, la mesa estaba llena de papeles con rayas y letras, las que suponía yo eran de sus canciones. Vaya desorden; montones de papeles arrugados y otros con partes tachadas eran parte del decorado de la mesa.

-        ¿Y en qué se supone debo ayudarte? –pregunté mirándolo y tomando uno de los papeles que estaba sobre la mesa.

-        ¿Aún tocas piano? – asentí mientras leía un poco la letra - ¿Podrías ayudarme? Sé como suena la canción con guitarra y piano por separado, pero me gustaría saber como se escucha con ambas cosas.

-        ¿Y no has pensado en usar una grabadora? –pregunté burlandome de él, a lo que él respondió haciendo una mueca. Yo reí y me encogí de hombros. Adoraba molestar a mi primo. –Claro que puedo –dije y Tom con una amplia sonrisa en el rostro buscó entre los papeles el que necesitaba.

-        Ahí está todo –me indicó y yo asentí – Ahí está el piano – apuntó hacia atrás, me levanté de donde estaba y me senté frente al piano.

Tom se acercó colocando una silla cerca de mí y comenzó a tocar unos acordes, al minuto me hizo una seña para que así comenzara a tocar.

No despegué mis ojos del papel en ningún momento, no quería arruinar la canción. La voz de Tom sonaba tan natural y hermosa, era como si un pequeño ángel cantara. Y eso me hacía recordar a las pocas navidad que alcancé a pasar junto a Tom y como siempre se robaba el show con su increíble voz y sus villancicos.

Little JoannaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora