- Capítulo Cincuenta y Dos -

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[ Joanna’s POV ]

Me había sorprendido lo callado que había sido el viaje al aeropuerto, pero el silencio que se apoderó del auto no era un silencio de esos incómodos que la mayoría de las veces se hacían presentes, de hecho este silencio me agradaba. Estuve todo el camino acariciando la mano izquierda de Dougie y en cada parada que hacíamos intentaba abrazarlo y besarlo para poder sentirlo cerca. 

Nadie podía entender cuanto lo extrañaría. El simple hecho de pensar en él lejos de mí hacía que mi corazón se rompiera en mil pedazos, era una sensación horrorosa. 

Al llegar al aeropuerto nos estacionamos al lado de donde se había estacionado Tom. Me ayudaron a bajar las maletas y yo tomé a Zachary, que enseguida se despertó al tomarlo en mis brazos.

Caminamos hasta la entrada del gran aeropuerto. Esta parte me recordaba a cuando estuve en el aeropuerto de Estados Unidos. Pensar que hace un año estaba en las mismas condiciones. Nunca pensé que en un simple año me pasarían tantas cosas, cosas que cambiaron mi vida para bien; como tener a Zachary, que me hizo ser una mejor persona, más fuerte y madura...  y bueno, ¿para qué hablar de Dougie? Él hizo que mi manera de pensar cambiara, le debía mucho, demasiado.

Decidimos ir a comprar unas donas mientras esperábamos el anuncio del vuelo. Todos estaban más callados que de costumbre y esta vez sí era un silencio incómodo.

Me levanté de la silla y miré a Dougie que rápidamente me miró sin entender. Le hice una seña para que me acompañara. Tom y Carrie se encontraban felices aprovechando las últimas horas con su pequeño sobrino.

—    ¿Qué pasa?

—    Quiero disfrutar contigo los pocos minutos que nos quedan Doug — me detuve para poder mirarlo a sus ojos, quizás por última vez.

Dougie se detuvo también y me miró por varios minutos, inspeccionando cada facción de mi cara, lo que hizo que me sintiera cohibida. Me abrazó pasando sus brazos por sobre mis hombros y me acercó a él, deje descansando mi cabeza sobre su pecho al mismo tiempo en que lo abrazaba. Cerré mis ojos mientras escuchaba detalladamente cada latido de Dougie, lo que hizo sentirme de forma más segura enseguida. Subí mi rostro para poder mirarlo directamente a esos ojos azules que tanto me encantaban. Dougie subió sus manos hasta mis mejillas, pasando sus pulgares por cada una, dándole suaves caricias, que me hicieron sonreír. Me acercó lentamente hasta juntar nuestros labios, sentí la tristeza en aquel beso, la tristeza que él tenía había sido transmitida, lo que hizo que yo cerrara más fuerte mis ojos dejando caer una lágrima de mi ojo. 

—    No — murmuró separándose quedando a escasos centímetros de mis labios— No, no llores, por favor.

Asentí al escucharlo y quité rápidamente con la palma de mi mano la rebelde lágrima que se me había escapado.

—    Tienes razón, nada de llantos — dije mirándolo.

Dougie asintió levemente con su cabeza y besó mi frente.

Caminamos hasta una pequeña tienda que se encontraba dentro del aeropuerto, estaba llena de cosas que tenía escritas “United Kingdom”, lo que me dio idea para comprar varias cosas como recuerdo. Y así fue, terminé comprando de todo, lápices, marcadores y cosas que realmente eran inservibles, pero las quería para tener el recuerdo de que alguna vez estuve en Inglaterra, aunque no era necesario algo material, Inglaterra sería un viaje que jamás iba a olvidar.

—    Joanna — llamó Dougie. Volteé para mirarlo y me encontré con un oso de peluche frente a mis ojos, Dougie lo sostenía riendo.

Tomé el pequeño osito de peluche color marrón que en su camiseta decía “United Kingdom” y sonreí.

—    ¡Que lindo!

—    Un recuerdo, uno de todos los que acabas de comprar — rió y por fin me contagiaba y reía junto a él.

—    Pero sin duda este es el más hermoso — le dediqué una sonrisa, la cual él correspondió. — Gracias

—    De nada.

Me abrazó para luego besarme repetidas veces, recordándome en cada beso cuanto me amaba; ¿Es que acaso podía haber alguien más tierno que Dougie? Lo dudaba, él era un novio increíble.

—    Te amo — murmuró por cuarta o quinta vez luego de separarse.

—    Sabes que yo también — sonreí volviendo a darle un corto beso — Mucho, demasiado y más de lo que puedes imaginarte.

Reí por mi propio comentario, me sentía tan cursii, no, cursi no... una persona enamorada y bueno, eso era yo, como muchos dicen “una tonta enamorada”. Solía escuchar un dicho que decía “Los tontos se enamoran”, entonces... yo era tonta, y no me importaba serlo, me sentía feliz siendo una tonta porque Dougie me hacía feliz y eso era realmente lo que importaba Claramente, ese dicho estaba en lo incorrecto; el amor es algo que todos los seres vivos necesitamos, porque no hay nada más lindo en la vida que sentirse amado.

Little JoannaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora