- Capítulo Cuarenta y Seis -

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Mientras más rápido pasaban los días más mal hacía que me sintiera. Aunque con Dougie y los chicos de McFLY intentábamos pasar la mayoría del tiempo juntos era algo casi imposible. Igual así siempre acompañábamos a los chicos a sus entrevistas o cualquier cosa que debían hacer.

Zachary ya tenía casi un mes de nacido y la verdad cada día se ponía más y más lindo, lo sé, amor de mamá, pero no solo yo lo decía, sino Giovanna, Izzy y la verdad, todos. Dougie hasta me había mostrado unos comentarios de sus admiradoras, las que decían que adoraban como era Zac.

Mi calendario de escritorio me decía que solo me quedaban dos semanas aquí en Londres, las cuales quería celebrar al máximo. Así que junto a los chicos de McFLY y sus respectivas novias decidimos hacer un pequeño viaje a Irlanda.

—    ¡Hemos llegado!

Escuchamos a Tom, quien pagó el taxi que nos llevó del aeropuerto hasta el hotel. Detrás de nuestro taxi venía el otro, donde se encontraba Danny, Georgia, Harry e Izzy.

Entramos al hotel, el cual debo decirles era hermoso. El lobby era gigante y el hotel tenía dentro tres hoteles más, lo sé, suena enredado pero era hermoso. Nuestro hotel era el de al medio, techo con detalles de paja y ambientada a lo antiguo, pero como ya lo había dicho, era realmente hermoso.

Las habitaciones se encontraban en villas. Tom y Giovanna estaban junto a Danny y Georgia en la villa 21 A, mientras que Harry e Izzy estaban junto a Dougie, Zac y yo en la 21B.

—    Es perfecto —. Dije al ver las habitaciones, era perfecta.

Una cama de dos plazas se encontraba en el medio de la habitación, seguido por un velador uno de los lados, mientras que en el otro se encontraba una cuna. Un sillón y una pequeña mesa se encontraban en uno de los rincones. Tenía un balcón con una vista hermosa, hacía una de las piscinas que tenía el hotel.

Dougie asintió y dejó su bolso sobre la cama, me ayudó con los dos bolsos que tenía en una mano y los dejó junto a su bolso sobre la cama.

—    Es justo lo que necesitábamos, unas vacaciones y tiempo para pasar juntos, Joanna —. Me sonrió y besó la frente de Zac, que seguía dormido desde el viaje.

—    Así es — le devolví la sonrisa dándole un corto beso.

El llanto de Zac comenzó a escucharse, así que lo mecí de lado a lado suavemente, a los pocos minutos volvió a la normalidad. Eso me encantaba de mi hijo, no era tan llorón como la mayoría de los bebés, era un bebé tranquilo.

Dougie decidió darse un baño mientras yo alimentaba a Zachary, el cual se puso más contento de lo común al beber de su querida y amada leche.

—    ¡Amor!

Escuché el grito de Dougie desde el baño después de varios minutos de silencio.

—    ¿Qué pasa? — pregunté.

—    ¿Me traes mi camisa?

Bufé antes de levantarme. Dejé a Zac en la cuna y le puse la radio, hace días Harry me había regalado un cd para bebés llamados “Babies go Beatles”. No podía estar más agradecida de aquel regalo.

—    Aquí esta — Le extendí la camisa desde afuera del baño y sentí como una mano me introducía dentro de éste. — Dougie, suéltame — reí pero Dougie no hizo caso y me metió junto a él a la ducha dejando que toda mi ropa se empapara en un dos por tres — ¡Te odio! — exclamé abriendo más mis ojos mientras quitaba mi cabello mojado de mi cara.

—    No es cierto, me amas — dijo con una sonrisa. Se veía adorable con su cabello mojado.

—    Te amo, pero esto no me gusta, tengo a Zac afuera.

Dougie me dio un beso, el cual claramente correspondí pero que a los pocos segundos me separé.

—    Ahora si, déjame ir — reí y el quitó sus manos de mi cintura.

Me salí rápidamente de la ducha dejando mojado todo el baño. Me quité la ropa que tenía mojada y tomé una de las toallas que colgaban para envolverme en ella. Dougie cortó el agua y tomó la otra toalla que colgaba al lado de donde estaba la mía y se la colocó alrededor de su cintura.

.

Besé la frente de Zac en cuanto lo hice dormir y terminé de maquillarme. Vi por el espejo como Dougie se terminaba de colocar su camisa y arreglaba su cabello.

—    ¿Lista? — preguntó después de ponerse de su perfume que tanto me encantaba.

Asentí terminando de ponerme brillo labial y me volteé para mirarlo. Escuchamos como golpeaban la puerta, supusimos que eran Izzy junto a Harry, Dougie abrió y efectivamente eran ellos dos, que estaban listo para nuestra salida nocturna al pequeño bar que tenía el hotel.

Little JoannaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora