7.Fin de semana con él

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Narra Stana

Esta vez fui yo quien se despertó más pronto, preparé el desayuno, lo llevé a la habitación y me volví a meter en la cama para despertarlo.

Le empecé a acariciar la cara hasta que vi que se empezó a mover.

-Buenos días cariño-dije dándole un beso.

-Buenos días -me devolvió el beso.

-Hoy soy yo quién te ha preparado el desayuno. Te lo mereces-dije despeinándole más el pelo.

-Gachias mami-dijo con voz de niño.

-Tonto-dije riéndome.

-Yo no soy tonto, soy tú tonto-dijo dándome un beso a la vez que sonreía.

****
Después de desayunar y de estar un rato viendo la tele junto a Nathan:

-¿Cariño, que quieres para comer?-dijo mientras iba por un vaso de agua.

-No sé, ¿tu que quieres hacer?

-Eso significa que me das pista libre?-dijo ilusionado.

-Si mi chef quiere pista libre, tiene pista libre-dije acercándome.

-¡Bieeen!-me dio un beso y se metió en la habitación corriendo.

Cuando salió de allí llevaba en la mano nuestras chaquetas, me cogió corriendo de la mano y fuimos a por el coche.

-Madre mía, si llego a saber que te ibas a ilusionar tanto y te ibas a convertir en un rayo, no te digo nada-dije riendome.

-Es que cuando me dan pista libre me emociono.

-Bueno, ¿a donde vamos?

-Vamos al súper.

Madre mía nada más entrar al supermercado corrió a por un carro y pasaba por todos los pasillos, más de una vez he tenido que evitar que la gente se callera cuando Nathan pasaba, era cierto que se emocionaba.

Nada más llegar a casa se puso a cocinar y preparó una maravillosa lasaña y una mini tarta de chocolate con galletas.

-¿Sabes qué ? Retiro lo que he dicho antes, a partir de ahora siempre te daré pista libre, está todo delicioso.

-Merci madame-dijo poniéndose el dedo encima del labio simulando un bigote.

Me levanté de la mesa y le cogí.

-Nathan hoy voy a ser yo quien te enseñe mi sitio favorito.

Le tapé los ojos con la misma venda que él me puso y me lo llevé al coche.

Delante del coche me di cuenta de que no tenía las llaves y de repente las oí y miré a Nathan, que incluso con los ojos tapados había podido quitármelas.

Ya dentro del coche:

-Mi sitio favorito no es tan bonito como el tuyo, pero tiene mucho valor sentimental para mi.

-Pues si es así seguro que es maravilloso.

-Gracias.

Y él sonrió.

Después de unos minutos llegamos.

Narra Nathan

Stana me guió suavemente. Lo único que se oía eran risas de niños.

Me quitó la venda y me quedé mirando a todos los niños y niñas que habían corriendo por aquel parque.

-Aquí es donde venía todas las tardes después del colegio con mis padres. Ellos siempre jugaban conmigo, pero todo cambio cuando se separaron, después de aquello nada volvió a ser igual. Así que vengo aquí siempre que estoy mal para ver a los niños sonreír.

En ese momento vi que Stana tenía los ojos llorosos y le abracé intentando transmitirle que siempre estaré junto a ella.

Nos sentamos en un banco donde decía que se sentaban sus padres, y pusimos la radio, no muy alta para poder oír el maravilloso sonido de los niños riendo.

Stana se apoyó en mi hombro y podía sentir su respiración con algún que otro suspiro.

De pronto en la radio comenzó a sonar In my veins y Stana comenzó a cantar.

Stana-Oh, you're in my veins And I cannot get you out.    

Yo- Oh, you're all I taste. At night inside of my mouth.

Juntos-Oh, you run away. Cause I am not what you found.

Se miraron pensando que siempre estarían en sus venas.

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Gracias a tod@s los que os leéis mis capítulos, comentáis y votáis, sois los mejores. 😍

SIEMPRE EN MIS VENAS.

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