Prólogo

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La mente es ágil al momento de recordar situaciones que a uno lo hicieron feliz o lo destruyeron.

Por eso siempre me gustaría que mi cabeza tuviera un formateo cada vez que recuerdo sus ojos, sus caricias, sus besos e incluso su sonrisa.

Nunca dependí de nadie ni nada. Tampoco tenía sentimientos para con los demás más allá de mi familia pero de repente llega alguien y rompe todo lo que alguna vez creíste que eras...

Y ahora me encuentro así. Sin nada bueno que rescatar de mí.

Nocivo engañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora