Verdades Que Lastiman (VQL #1)

capítulo 1

Actulizada 01/02/16

La familia esta para siempre y ellos siempre te querrán, en las buenas y en las malas. O eso dicen. En este momento, después de que mis padres me hayan echado de la casa alegando que no necesitaban mi ayuda para terminar de desempacar, y estoy fuera de la casa, no lo siento. Empiezo a caminar, alejándome lo más posible de mis padres. Hace menos de veinticuatro horas que llegamos al país y las peleas han comenzado. Esperaba que por una vez en la vida nos comportemos como una familia, pero parece enteramente imposible por lo visto.

Intento ir rápido pero mis cortas piernas me lo impiden, haciendo que me tropiese con mis pies e inclusive con el suelo. Esto, sumado al pesado abrigo y a mi castaño cabello suelto, hace que comienze a sudar por lo que me detengo en un parque para descansar y refrescarme.

Saco mi celular para hablar con mis amigas pero inmediatamente recuerdo que no tengo cobertura en el extranjero.

Paso las siguientes horas con mi vista fija en la pantalla, jugando 'Buttons and Sissors', por lo que no me percato ni de que ha oscurecido, ni del grupo de chicos frente a mi que me observa.

Me levanto de un salto, colocándome el abrigo y me dispongo a volver a mi casa, hasta que recuerdo que no se donde queda. Miro hacia ambos lados sin saber por donde ir y el grupo aprovecha para acercarse, lo que me pone más nerviosa.

- ¿Necesitas algo? - pregunta uno de ellos, rubio y alto.

Lo observo un par de segundos sin confiar en él, pero no tengo más opción.

- Em... En realidad, si - respondo con timidez. En este momento me siento una completa idiota por haberme perdido - No se como llegar a mi casa - lo miro por unos segundos, esperando burlas de su parte. Pero solo asiente.

- ¿Eres la que se esta mudando a la casa gris? - pregunta el chico junto al rubio; castaño y musculoso, aunque más bajito.

- Si. Y no creí que fuese noticia la mudanza.

- Lo es si la casa ha estado vacia por más de diez años - responde una voz tras de mi.

Al voltearme me encuentro a un chico con rasgos faciales parecidos al castaño. Aunque este tiene un atisbo de barba y quijada marcada, lo que le da un aspecto maduro y atractivo. Sus ojos claros y el cabello castaño revuelto.

- Y tu eres... - le digo, luego de haberlo escaneado por completo.

- Eso a ti no te importa - me dirije una mirada de desprecio - Y ustedes dos se vienen conmigo.

- Cálmate. Solo la acompañaremos a su casa - responde el rubio con las manos alzadas en forma de rendición - Y luego volvemos a casa, Chris.

Caminamos en silencio. Ambos chicos al frente, discutiendo sobre una serie animé, mientras que el tal Chris se encuentra detras mío en completo silencio. Llegamos a mi casa.

- Gracias - digo luego de unos insoportables segundos en silencio.

- Si. Lo que digas. Solo no te acerques a nosotros - dice Chris, que parece estar al mando.

Una vez él se aleja los otros dos se acercan.

- Soy Mark - dice el castaño - Y no le escuches. Es un gruñon, y mi hermano.

Le sonrío y suelto una risita que cubro con mi mano, puesto que no quiero que su hermano nos escuche.

- Yo soy Aaron - dice el rubio tendiéndome su mano, la cual estrecho y le sonrío de igual manera.

Los veo alejarse corriendo para alcanzar a Chris. Cuando los pierdo de vista me doy vuelta, encontrándome a madre con una mirada furiosa. Sin querer ni hablar con ella, entro en la casa y subo las escaleras, yendo directo a mi cuarto. Una vez dentro cierro de un portazo y me lanzo a la cama.