Capítulo 14

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A la salida ya no me sentía tan preocupada como antes. Todas las clases a las que asistí después de la conversación con Claire, no podía dejar de darle vueltas y vueltas en mi mente. Ahora que ya habían pasado unas cuantas horas estaba más despejada. Volví mi vista al pasillo ya vacio. Por el venía corriendo esta chica tan loca que conocí esta mañana. La hermana del chico que es enemigo de por vida de mi novio, o esa es la suposición de la chica nombrada anteriormente. Puede que Claire sea de las populares, paresca loca y quizas, exagere las cosas pero creo que es buena chica.

Ella pasó por mi lado con la misma velocidad con la que venía corriendo y tropezando. Tomó mi mano y jaló de ella, llevandome a rastras fuera de la institución. Paró de correr cuando nos encontrabamos frente a un auto. Abrió la puerta trasera de este y me empujó dentro. Muy obviamente golpeé mi vabeza contra la puetta del lado contrario. Las risas no tardaron en llegar. Sobé las partes golpeadas y me ubiqué en uno de los lugares, Claire subió detras de mi disculpandose por su brutalidad, que no fue esa su intención. ¡Pues al parecer si lo era! Pff... ¿Que se puede esperar de una hueca?

-¿Y quien es esta hermosura?-preguntó el chico que se encontraba al volante.

-Es Victoria, mi amiga así que no se metan con ella-respondió refunfuñando, cruzandose de brazos haciendo puchero.

-Claro, claro-aseguraron ambos chicos sentados al frente.

El camino a mi casa fue extraño aunque divertido. Los hermanos peleaban. y si, los chicos son los hermanos de la pobre Claire, a demas de Colton y otros cuantos más.

La llegar tomo un bolso y meto mi pijama, unos cambios de ropa, peine, cepillo de dientes, cuaderno, movil y un conjunto de ropa negra. Si preguntan, con Claire creemos que estamos en una película entonces nos tenemos que vestir así, y no me contradigan. Vuelvo al auto, este se pone en marcha, saliendo directo a la casa de los hermanos.

Colton, Claire y sus hermanos viven en las afueras denla ciudad, en una casa de millonarios, con muchos pisos, amplias habitaciones... Ustedes me entienden. En realidad no. Viven en una casa de millonarios y toda la cosa, pero no a las afueras de la ciudad como en muchas novelas, si no en uno de los barrios más exclusivos que se ubican cerca del centro. Sus padres nunca se encuentran y es por eso que puede hacer ese tipo de cosas. No hay nadie que lo detenga.

En la hermosa y gigantesca casa se encuentran todos los hermanos. A cada paso que doy veo a alguien nuevo. Cuando nos encontramos en lo que supongo es la sala de estar Claire se detiene, mirando a todos lados. "Chicos hay alguien nueva" grita cerca de mi oído dejándome sorda y con la oreja pitando por unos segundos. De a poco la sala se va llenando de niños, adolescentes y más niños. ¡¿Me encuentro en un orfanato?! Una familia no puede tener tanto hijos. De a poco todos se van presentando.

Son diez hijos. Nick y John, gemelos de cuatro años; Amanda de seis e Ethan de siete, ambos fueron adoptados juntos porque eran mejores amigos y la familia no quería separarlos; Cameron, nueve años; Claire, de catorce; Colton y Charles; de dieciséis, Charles fue adoptado; Ashton, de diecisiete y por último, Ciro, de dieciocho.

No, Colton no se encontraba. Los pequeños se retiraron a la velocidad de la luz y los mayores saludaron, preguntaron un par de cosas y luego volvieron a sus asuntos. Nosotras nos retiramos al cuarto de Claire que, dicho sea de paso, era el más apartado.

Recorrí toda la casa, jugamos con los menores, molestamos a los mayores, dimos un paseo por el barrio, compramos cosas que supuestamente serían útiles y cuando estaba oscureciendo nos dirigimos a una pequeña casita al fondo del jardín. Se podría decir que por dentro estaba destruida. De a poco comenzamos a ordenar. Limpiamos el piso y las paredes. Quitamos las bolsas con cosas viejas, salvando cosas que podrían utilizarse y arrojándolas feas e inservibles al jardín. Sin poder hacer mucho más volvimos a la casa a cenar.

En la mesa no se oía palabra alguna, solo los cubiertos chocando con los platos. Todos nos mirábamos de reojo y de vez en cuando alguno se movía para servirse algo. Momento incomodo...

El plato principal salió y apareció el postre, diferente para cada uno.

-¿Nadie quiere comentar sobre su día?-dirigió una mirada general, pero sus ojos cayeron sobre mi persona-Ariana, cuéntanos algo sobre ti.

Como te odio Colton.

-Bueno... Pues...-no sabía que decir y mi cerebro en este momento, solo podía maquinar formas de destrozarlo, arrancarle el cuello con los dientes o lo que sea, lo más doloroso posible-Soy nueva en la ciudad, se puede decir que tengo algunos amigos, nada muy importante-me encogí de hombros restandole la importancia que nunca tuvo.

-¿Como te convertiste en la amiga de mi hermanita?-me tensé por completo y sentí que Claire tambien. Nos miramos de reojo, él no podía saber la verdadera razon llamaría la atencion de todos y así no podríamos. Los segundos pasaban y no podía responder, no se me ocurría nada creible y su mirada maliciosa no ayudaba. El rodillazo en mi pierna y unas cuantas cosas más que se cruzaron por mi mente lograron la mentira perfecta.

-Es que... quería saber más de ti-respondí con voz de nena buena, agitando mis pestañas y encogiendome un poco en el asiento, mostrandome avergonzada. Primero llegó la mirada fulminante de Claire y luego la mandibula desencajada de Colton, mostrando lo que estaba masticando en ese momento. Pobre kiwi, no se lo merecía. Las expresiones de todos en la mesa me invitaron a continuar hablando, pensé en algo demasiado vergonzoso y en segundos ya me encontraba sonrojada-Porque me gustas-me sonrojé aun más imaginando algo indevido.

Al parecer Colton estaba tragando lo que antes había visto porque comenzó a toser y a golpearse en el pecho. Su cara se volvía cada vez más y más roja. Se ahogaba. No pude evitar reir, simplemente la dejé salir. Había creido mi mentira. Volvimos al silencio incomodo por unos minutos. Antes de que Claire y yo pudieramos salir del comedor Ciro nos detuvo con su grave y ronca voz.

-Hoy Colton y yo saldremos durante la noche, solo es un aviso-por mi mente se cruzó la idea de que quizas eran varios de los hermanos los que estaban involucrados en el tema. Con paso apresurado nos dirigimos al cuarto-Nadie puede salir de la casa y para asegurarnos de ello...-escuché a lo lejos. 

Verdades Que Lastiman  (VQL #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora