capítulo 10, Parte 1

450 20 0
                                    

Quiero que seas mi novia.

quiero que seas mi novia.

¿quiero que seas mi novia?

¡Quiero que seas mi novia!

¡¿quiero que seas mi novia?!

Quiere que sea su novia.

¿Quiere que sea su novia?

¡Quiere que sea su novia!

¡¿QUIERE QUE SEA SU NOVIA?!

  Lo repetía en mi mente de mil maneras diferentes para ver en donde esa frase cobraba sentido. Al parecer no tenía sentido. No, al parecer no. NO TENÍA SENTIDO Y NO LO IBA A TENER.

  ¿Que le podía responder? No sabía. Algo tenía que hacer, no me iba a quedar estática en el lugar como una idiota, aunque creo que ya lo estaba haciendo. ¿A quien se le ocurre tirar esa pregunta? Y de tal forma, como una bomba. Así me cayó.

  Fuera de mi cerebro, Chris chasqueaba sus dedos en frente mío y me zarandeaba para que reaccionara. Ya lo había hecho. Mi cuerpo había reaccionado, pegándole una bofetada. Lo que no reaccionaba era mi estúpido cerebro, que se le ocurrió dejar de funcionar justo en este momento, en el peor momento. Así dejándome como una tarada.

Creo que este chico ya no va a querer ser mi novio después de esto.

  -Pensé. Pensé. Pensé- repetía en mi mente- ¡PENSÉ! Al fin funcionas tonto, creí que me ibas a dejar como un mal amigo, pero veo que me quieres porque volviste-.

  Una estruendosa carcajada se escucho, haciéndome reaccionar. Chris estaba en frente de mi sonriendo, con una amplia, amplia sonrisa. Pestañee para demostrarle que mi cerebro había vuelto a casita. Iba a hablar pero no salía nada. Mis labios se movían, pero las palabras no salían. No me digan que ahora, lo que me habían abandonado eran mis cuerdas vocales. Bien, que buenos amigos tengo, se nota que se elegir.

  -Que hermosos amigos, gracias cuerdas vocales, las adoro- pensé.

  Otra carcajada me hizo, no solo reaccionar si no que también, pegué un pequeño saltito. Él me miraba sonriendo, otra vez.

  -¿Porque me sonríe tanto? Parece loco-.

  -Eh...- hizo puchero- si no te gusta solo dilo-.

  Mi cara segundos más tarde era de terror. Quizá haya estado diciendo todo lo que pensaba. O que él lee mentes. Si, eso es. Es mucho más lógico.

  -Por tu cara entiendo que recién te das cuenta- su cara portaba una sonrisa maliciosa- solo dijiste unas cuantas estupideces, como que estoy loco y que tus cuerdas vocales y tu cerebro te abandonaron...-puso cara pensativa y añadió- y que eran malos amigos-.

  -Mierda...- susurré mirando hacía abajo y entrelazando mis dedos nerviosa, elevé la vista al sentir sus movimientos mucho más cerca-¿Que haces?-.

  No respondió. Continuó acercándose a paso lento y decidido. Un escalofrío recorrió mi columna vertebral, avisando que algo malo iba a suceder más tarde. Cuando estuvo a unos centímetros de mí, no estábamos cara a cara, es demasiado alto. Mas bien, Cara Contra Pecho. Eso lo hacías más escalofriante. Con su mano levanto mi barbilla un poco brusco para que lo mirara a la cara. Esta ya no tenía su sonrisa siniestra, estaba serio, cosa que resultó peor. Cada momento que pasaba me sentía más atemorizada. ¿Cuando todo esto se convirtió en una película de terror y homicidio? Pensar que hace tan solo unos minutos atrás esto era algo divertido.

  Me tensé al sentir su mano apoyarse con toda tranquilidad y naturalidad en mi hombro izquierdo bajando hasta llegar a mi muñeca y jalar de esta para apegarme a él. Intenté desviar la mirada pero el tenía mi cabeza inmovilizada así que lo único que podía hacer era mirar hacia abajo. Mala elección. Había algo creciendo ahí y no quería averiguar que era. Cerré mis ojos con fuerza pero la imagen de su gran erección vino a mí como si lo hubiese pedido.

  -Veo que ya viste a mi amigo-se carcajeo el muy hijo de su madre-así que mucho no tengo que explicar. Solo te quiero decir que si no respondes a mi pregunta lo tomaré como un sí y no acepto un no lo se, tal vez, quizás y ese tipo de respuestas-.

  -¿Y aceptas un déjame pensarlo?-pregunte con una sonrisa para intentar calmar la tensión en el ambiente y su apretón en mi muñeca y que ya estaba comenzando a cosquillear pero ambas se incrementaron.

  Comencé a jalar de mi brazo para intentar liberarme pero no lo conseguía. Él comenzó una cuenta regresiva desde diez.

Diez... Nueve... Ocho...

A medida que iba descendiendo la desesperación aumentaba. Miré hacia los costados para ver di algo podía ayudarme.

Siete... Seis... Cinco... Cuatro...

El labio inferior me temblaba y de vez en cuando una lagrima traicionera se me escapaba de mis ojos cristalinos. Todos estarán pensando "que responda que NO" pero por su tono de voz supe que no me iba a dejar la elección de aquello, que la respuesta era un si o si y yo no le iba a dar la satisfacción de escuchar aquellas palabras salir de mi boca.

Tres... Dos... Uno.

La desesperación y angustia llegó a sus limites y le di un pisotón, que por cierto le dolió, ya que soltó un alarido pero incrementó la fuerza del apretón en mi muñeca. Si no me la rompía antes, de seguro dejaría marca y con ella un gran dolor y algo que me recordara mi "noviazgo". Maldita suerte la mía. Como último intento forcejee y al estar entre el pie de la cama y las piernas de Chris me enredé con las mías y caí. Chris se arrodilló entre mis piernas y apoyó cada mano a cada lado de mi cabeza, acorralándome. Puse ambas de mis manos en su trabajado pecho y empujé con todas mis fuerzas, hasta ponerme colorada y sin aire, el cual expulsé al rendirme. Sonrió socarronamente y acercó su boca a mi oreja. Su cálido aliento me hizo estremecer. Tragué saliva en seco y susurró:

Cero...

Verdades Que Lastiman  (VQL #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora