Verdades Que Lastiman (VQL #1)

Capítulo 8

Haber despertado aca es complicado. Solo recuerdo trozos de lo que pasó, pero no del todo. Se que me golpearon, pero no recuerdo quien o quienes y el porque de tal brutal ataque.

  En mi mente todo esta disperso. Es por eso que no logro desifrar el porque de la visita de Aron, Chris y Mark. Puede que tengan algun sentimiento hacia mi, y no me malinterpreten, me refiero a uno amistoso.

  El doctor, al parecer se enteró de que desperté, ya que esta entrando y en su cara tiene una sonrisa de estampada en su rostro. Al parecer cree que con eso va a lograr quitarme el dolor en mi cabeza y estomago. Es increible como los doctores creen que con una sonrisa todo se arregla.

  Cuatro dias mas tarde estaba saliendo del hospital, todavia me dolia un poco el estomago pero ya era suficiente de estar encerrada.

  Mis padres me ayudaron durante estos días y estuvieton ahi para mi. Muchas veces preguntaron que fue lo que sucedio, pero yo no quiero decir nada, por ahora. Primero quiero averiguar el porque de ese desprecio o lo que sea que ellos sientan por mi. A la quinta vez q preguntaron y yo se los negé ellos lo aceptaron, pensando que todavia no estaba preparada para decirlo en voz alta. Aunque prefiero que piensen eso a cualquier otra locura que se les pueda llegar a pasar por la mente.

  Nos subimos al auto para dirigirnos a nuestra casa. Al llegar a nuestro vecindario veo a yn grupo de chicos jugar al futbol, entre ellos estaban Mark, Chris y Aron. Al pensar en ellos un escalofrio recorrió mi espalda haciendome estremecer. Ese grupo, al ver mi auto, reconocido por la mayoria, se detuvieron para mirarlo, para ser precisos, a mi, enbobados mientras yo creia que era sin sentido.

  Los días siguientes transcurrieron tranquilos, sin ningun problema ya que tenía reposo de 72 horas y había salido del hospital un miercoles porque iba a usar esos cinco días para pensar y si es que no me pegaban otra vez, para averiguar por pasó lo que pasó.

  Tomé una chaqueta y salí de la casa. Necesitaba aire y encontrar a los chicos. Caminé unas cuadras hasta llegar a aquella plaza en la cual vi a ese grupito jugando. Como esperaba, los encontré. Me sente a un lado para verlos jugar, mientras tanto me entraron ganas de jugar con ellos, así que me levanto y me aserco a uno de los arqueros. El chico me mira inpresionado luego de preguntarle, al parecer no es común que una chica juege. El partido se detiene y todos se reunen en circulo en el medio de la cancha. Mientras discuten yo comienzo a jugar con la pelota. Minutos más tarde me llaman para que me acerque a ellos, cuando lo hago, lo primero que recibo son quejas. "Solo lo haces para molestar", "¿Porque mejor no te vas a jugar a las Barbies con otras chicas y nos dejas a nosotros con las cosas que son de hombres?" y otras cosas parecidas. Machistas... pensé. Cuando terminaron de quejarse e insultarme aceptaron mi petición porque los equipos estaban disparejos. Durante el juego metí un par de goles y logré evitar que metieran unos los del equipo contrario. Extraña coincidencia que Mark y Aaron estuvieran en el otro, por eso estuve a la defensiva toda la tarde pero al notar que solo querían divertirse la bajé.

  Después de que ellos nos metieran un gol preparé la pelota en el centro de la cancha. Se la pasé a un compañero de equipo y salí corriendo para estar cerca del arco. Mientras corría giraba la cabeza para ver que pasaba con la pelota. Cuando volví la vista al frente para seguir con mi camino tenía a Mark a unos pocos centímetros y no logré frenar lo suficientemente rápido, terminando así justo encima de este hermoso chico, con mi boca a unos milímetros de la suya, nuestras respiraciones mesclándose. Mi corazón cada vez latía más rápido por su cercanía. Él acortó la distancia besandome, sus labios con un extraño sabor a limon pero eso no duró por mucho porque alguien lo sacó de encima mio, ese aguien era Chris. Lo levantó por el cuello y conectando su puño con la cara de Mark, siendo más exactos; su nariz.

  Cuando el terminó en el piso se dirigió a mi y me levanto como a un bebe para llevarme, seguramente a mi muerte.