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Mi cuerpo está temblando por las caricias de Suga...O quizás por la tremenda cantidad de yerba que tengo acumulada en mi sistema.

Los labios de Suga siguen su letal martirio por mi cuello pero de golpe se detienen y se aparta de mí.

—¿P-por qué te detienes? ¿Q-qué...me vas a h-hacer?  —pregunto tartamudeando.

—Nada.

Abro la boca sorprendida por su respuesta tan...no sé ni cómo describirla.

—¿C-cómo que n-nada? ¿E-es porque es-estoy drogada?

—Ajá.

Suga se incorpora de la cama con una sonrisa arrogante en sus labios.

No es justo...Me dejó a medias.

See, nunca habrá porno aquí queridas, qué decepción de escritora.

—¿Y-y ahora qué se supone que haré? ¿P-para qué me trajiste aquí? —ahora estaba confundida.

—Duérmete.

¿Qué? ¿Dormir? ¡No quiero dormir!

—¡No tengo ni una pizca de sueño! Suga, no te entiendo, por qué eres así de malditamente confuso, raro... —y de golpe comienzo a cansarme de hablar, parpadear....respirar.

¡Y boom! Me quedo dormida.

°°°

Estoy muerta, sé que estoy muerta...Bueno, temporalmente muerta porque estoy dormida.

Bueno, estaba.

Abro los ojos y bostezo. Me estiro en una cama que ciertamente no es mía y es ahí cuando recuerdo que estoy en la habitación de Suga.

¡Estoy en la habitación de Suga!

Mi yo Sherlock Holmes, las Pistas de Blue, e investigador de CSI se activan de inmediato.

Me levanto de la cama tratando de recordar cómo carajos fue que llegué aquí y principalmente...por qué.

Me siento relajada, pero sumamente confundida, como si hubiera estado soñando con gatos espaciales todo un día completo. Ni sé que hora es.

¡Mierda! ¡Mi madre va a matarme! ¡Y esta vez su taza de café caliente no tendrá piedad conmigo!

Busco con desesperación algún reloj.
Hallo uno pequeño en una mesita de noche. Son las siete y media de la tarde.

Mierda...No limpié ventanas hoy, ni baños...Espero que eso no suponga un problema con la directora.

¡Joder, estoy desesperada!

Al menos estoy perfectamente vestida...y eso puede significar que no hice nada impío con el señor Suga.
Qué bien...y qué triste.

Me revuelvo el cabello y comienzo a detallar cada parte de la habitación. Está medio oscura salvo por una lámpara que alumbra tenuemente el lugar.

No hay mucho que ver...una laptop negra en su mesa negra, dos mesas de noche negras, una cama matrimonial negra y casi todo prácticamente es de color negro o gris.

Madafaking gad. Fácilmente podría estar en la casa de Drácula. Realmente esta habitación intimida mucho.

Y entonces mi yo Sherlock Holmes, (o quizás mi yo vecina chismosa) se activa al ver de nuevo aquella laptop abierta, pero al parecer apagada.

Me acerco a ella de puntillas, como temiendo hacer ruido con mis calcetines.

Pedazo de idiota que serás Ema, ni siquiera tienes zapatos puestos.

MonosyllaBoy [Suga]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora