MonosyllaBoy [Suga]

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—¿Jungkook? —sigo sin creerme que está ahí, afuera, al otro lado de la puerta.

—¿Qué pasa, Em? —Tae sale del baño con una toalla al rededor de su cuerpo. Me mira con preocupación y luego con inquietud.

Él se acerca a la ventana a mi lado para mirar lo que yo estoy mirando.

—¡No puede ser! ¿Qué hace Jungproblemas aquí?

—Yo que sé —respondo todavía más confundida que él—. ¿Le abres tú o le abro yo?

—¡Pero no quiero verle la jeta!

—Bueno, pues le abro yo...

—Flor de loto, espera... Ah, ¡demonios! Ábrele mientras yo me visto y le hago una oración a San Buda.

Asiento y él se pierde en el pasillo con rapidez.

Abro la puerta luego de intentar arreglar un poco mi apariencia. 

Jungkook me observa con atención pero no parece sorprenderse de mi presencia en este lugar. Su bello rostro se ve afectado por los moretones y las recientes heridas que consiguió tras la pelea con Tae.

—Hola, yo... ¿podemos hablar?

—¿Tú y yo...? ¿No buscas a Tae?

—No. Quiero hablar contigo y sabía que estabas con él, aquí, en su apartamento.

Asiento sin decir nada y me abro paso para dejarle entrar. Él se quita su pesada chaqueta azul oscuro y la deja encima de una silla. Yo le digo que se siente en el sofá y después me siento a su lado.

—¿Y Taehyung...?

—Está en su habitación, se está poniendo ropa limpia, ya sabes...

—Sí, lo lamento... No debí golpearlo de esa manera —dice con voz ciertamente arrepentida.

Yo creo que él siempre es sincero cuando habla, sólo que no suele hablar demasiado sobre nada... igual que su hermano.

—Está bien, puedes hablar con él si quieres y calmar las aguas, ¿no crees? —le ofrezco una sonrisa tranquilizadora y él niega.

—No, por el momento sólo quiero hablar contigo, necesito que me escuches.

—¿Qué pasa? ¿Es algo grave? —comienzo a preocuparme por el tono de voz que él usa para decirlo.

—No, bueno es que... No voy a convencerte de que vuelvas con mi hermano con esto que te voy a contar, pero tal vez ayude a que lo comprendas mejor y creas en que de verdad te quiso todo este tiempo y trató de hacer lo mejor por ti.

—¿De qué hablas? —mi confusión se incrementa porque no entiendo a qué viene todo esto.

—Bueno, empecemos por los años de escuela, cuando estudiaban juntos. ¿Recuerdas cuando te peleaste con esa chica de tu clase y fueron castigadas, hasta el punto de que una de las dos iba a ser cambiada de grupo? Bueno, el día de la pelea, Suga habló con la directora y le pidió que por favor no te cambiara a ti. Le dijo que tú eras la única persona que se interesaba por ayudarlo en las clases y la única que él apreciaba... Eso de alguna manera convenció a la directora y por eso no te cambió a ti sino a la otra chica.

Me quedo pasmada al oír aquello. Ahora sí que me perdí.

—¿Cómo sabes que...?

—Suga me decía cosas, en especial cuando estaba ebrio, que aunque no lo creas, en esos años era muy a menudo.... Y si no las decía, las escribía. Él escribe todo lo que nunca es capaz de decir con su propia voz.