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El último día de clases culmina y da paso a unas hermosas vacaciones de dos meses. Todos nos encontramos demasiado emocionados, incluyendo a Suga que hoy se ve con mejor humor que nunca.

No hemos hablado de nuevo sobre lo que pasó ayer mientras lo dibujaba... Sobre sus padres, que es un tema que me tiene demasiado inquieta. Anoche casi no pude dormir de pensarlo, tal vez no sea nada grave lo que les sucedió... Pero ¿cómo saberlo? Quizás Jungkook me pueda decir, pero desgraciadamente no puedo hablar con él sin que antes se de cuenta Suga...

Y hablando del rey de Roma, simplemente le di el dibujo que había hecho para él y le dije que me iría con Tae, el sólo asintió y se fue a su casa mientras yo me quedaba esperando a Tae en la entrada de la escuela.

—¿Qué harás en estas vacaciones pimpollo? —me pregunta Tae mientras caminamos por la calle.

—No lo sé, aparte de trabajar no creo que nada más interesante...  ¿Y qué hay de ti?

—Oh, pues podemos trabajar juntos, ¿no? —me dice con una sonrisa.

—Supongo que sí. Hace unos días vi un aviso en una cafetería cercana, ¿te parece si vamos a preguntar?

—¡Claro!

Tae y yo nos encaminamos a la cafetería que por suerte aún tiene el anuncio de “Se necesita personal”.

Entramos al lugar y Tae lo detalla en silencio. Una joven realmente guapa de cabello castaño nos sonríe con amabilidad y se acerca a nosotros.

—Buenas tardes jóvenes, ¿qué desearían tomar?

—Yo tu mano y besarla hasta babearla —le dice Tae mirándola atrevidamente.

La chica lo mira entre asustada y asqueada y yo le doy un fuerte codazo a Tae. Ella debe tener unos veinticinco años como máximo.

—Eh, no le hagas caso, en realidad vinimos por el empleo.

—Oh bueno... ¿Son mayores de edad? —nos pregunta la chica con su mismo tono amable.

—Sí —respondemos los dos al unísono.

—Está bien, los horarios son de lunes a sábado de ocho de la mañana a cinco de la tarde, pueden descansar una hora y mientras no hayan clientes... Les pagamos el día más las propinas. De verdad nos urgen meseros.

—Pos aquí estoy yo nenah —dice Tae guiñando el ojo “seductoramente”.

—¿Entonces tenemos el empleo? —pregunto emocionada.

—Bueno, los pondremos a prueba un día para ver qué tal les va... Aquí vienen muchas personas, así que puede costarles un poco llevarle el ritmo.

—Yo tengo buen ritmo, noona~ —dice Tae meneando la cadera.

—Me llamo Lea —dice esta mirando extraño a Tae.

—¿Lea? ¿Y tu apellido es Escriba? —Tae se carcajea por su chiste y yo estoy apunto de darle una buena patada en las bolas.

Creo que fumó más de lo usual... No hay quien lo aguante así... Lloro.

—¿Entonces... Comenzamos mañana? —le pregunto a Lea, tratando de ignorar a Tae.

—Claro, aquí los esperaremos a las ocho. Quitaré el aviso —dice mientras se aleja y se acerca a la ventana de la cafetería.

Nos despedimos de Lea y a la salida no puedo esperar a golpear a Tae incansablemente en el pecho.

—¡Hey, hey! Relaja la raja chingu, ¿qué te ocurre mensa? —me dice él tratándome de tranquilizar y apaciguar los golpes que le doy.

MonosyllaBoy [Suga]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora