MonosyllaBoy [Suga]

35•

SUGA

El beso es más corto de lo que esperaba. Ema me aleja de un empujón y su cara parece un papel. Está anonadada y cualquiera lo estaría... Es decir, soy una “mujer”.

—Yoonji, yo...

—Lo siento Ema, lo hice sin pensar —digo tratando de tapar con mi zapato el brazalete que dejé caer al suelo.

—Eh, bueno... Es sólo que me sorprendió demasiado, yo... No me gustan las chicas y tú... tienes novio, es imposible —dice con voz apenada incapaz de mirarme.

Creo que va siendo hora de acabar con esta farsa y por fin decirle realmente quién soy.

—Ema... Debo decirte algo y ya creo que es hora, no puedo seguir con esto.

Ella me mira confundida.

—¿De qué hablas?

—Es que...

Y entonces el celular de Ema justo nos interrumpe así bien vergas cliché con el tono de llamada de 'Marica Quién'.

Ella me mira con pesar y yo le hago señas para que conteste. Cuando mira la pantalla su rostro se ilumina y sonríe.

Me hierve la sangre en ese mismo instante y aprieto mis manos en puños. No puedo evitar sentir esos celos hijos de puta sin sentido. ¿Por qué me preocupa tanto una simple llamada? Podría ser su amiga...

—¡Taetae!... Sí, bien... ¿Tú? —Ema sonríe abismalmente y yo siento envidia por ese bastardo hippie. Él aún se comunica con ella, en cambio yo... No precisamente.

—...Oh, ¿en serio? ¿en dónde?... Vale, entonces a las tres.... Sí, yo también...
Adiós.

Alzo las cejas al ver que Ema cuelga y guarda su celular en su bolso.

—¿Y...él era tu novio? —pregunto de forma bastante casual. Ya me duele la garganta de tanto fingir voz femenina.

—Hace algunos años sí... Ahora sólo somos muy buenos amigos. Estaba fuera del país y hoy nos encontraremos. ¡Estoy emocionada! —Ema salta y grita y yo aprovecho para recoger la pulsera sin que se de cuenta y guardarla en mi bolsillo.

—Me alegra mucho... Y lo siento nuevamente por lo de hace unos momentos —digo fingiendo un arrepentimiento que la verdad no siento porque moría por besarla desde que la vi aquí nuevamente después de tanto tiempo.

—Está bien, olvidémoslo... No pasó, seguiremos siendo amigas.

Siento una punzada de culpa en mi pecho cuando dice eso. Puta, creo que esto no fue buena idea... La cagué y hasta el fondo, la estoy engañando y ella odia las mentiras. Este plan no está saliendo como lo esperaba.

—Ema... En cuanto a lo que te estaba diciendo...

—¿Podemos hablarlo después? Debo irme ya para encontrarme con Tae, de verdad lo siento... Y gracias por acompañarme a la fiesta —dice con una pequeña sonrisa y me abraza fugazmente antes de correr calle abajo hacia su casa.