MonosyllaBoy [Suga]

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Antes de comenzar a narrarles, quiero decir que la autora de verdad ha estado inspirada últimamente. Tres capítulos nuevos en menos de dos semanas... ¡guau, no lo puedo creer!

Pero no se preocupen, así actualice continuamente, la historia tendrá muchos capítulos más dado que la autora me ha dicho que quiere hacer una historia con más de cincuenta capítulos... Así que, Monosyllaboy va para largo queridos Monosyfans, wuuuuu.

Volviendo a la cuestión de mi vida universitaria, estoy terminando de hacer una maqueta que debo presentar mañana en la feria de ciencias. Me he tardadado tres meses en hacerla y simplemente es la maqueta de una habitación en escala 1:50... Nada del otro mundo, pero yo, Ema alias Fracasos, nunca puedo hacer nada bien... Qué lamentable.

Aparte ya me conocen, bebés, soy muy floja y para pegar una puerta me tardo dos semanas.

—¿Ya vas a terminar? —me pregunta Fionna tal vez por enésima vez.

—Sí... Ya está —contesto satisfecha.

—Por Dios Ema, qué lenta eres para hacer una simple maqueta... ¿Te imaginas haciendo una maqueta de un edificio entero?

—Bueeeno —suspiro—. Probablemente la acabaría cuando consigas un novio bien sexy.

—Sabes que soy lesbiana.

—Por eso.

Fionna me lanza un borrador a la cabeza y yo me carcajeo uno buenos segundos.

—Oye, mira la chica de allí —me dice señalando a un punto.

Me giro para mirar hacia donde Fionna me indica y veo a una chica con cabello corto tinturado de rosa, blusa azul y falda blanca... Viste bien, pero luce un poco rara.

—Se ve algo extraña —digo haciendo una mueca.

—¿Extraña? ¡Es hermosa! Mírale el cabello... Su piel pálida... Wow.

—No... ¿Qué clase de Stephanie de Lazy Town es esa?

—Cállate... Parece nueva ¡y está en nuestro mismo bloque!

Y como si nos hubiera escuchado, la chica rara nos mira y se acerca a nosotros con una sonrisa confiada.

—Hola...—saluda con una voz suave y poco femenina.

Ya no estoy tan segura de que sea una mujer y de hecho, su cara se me hace bastante familiar... Aunque no podría ser... No...

—¡Hola! —Fionna la saluda con entusiasmo y yo simplemente sonrío.

—Me preguntaba si ustedes sabían en dónde queda el salón ciento dos —nos pregunta con amabilidad.

—Claro que sí linda, si quieres te acompaño —se ofrece Fionna y yo pongo los ojos en blanco.

—Yo iría, pero tengo que terminar mi maqueta, lo siento —le digo a la chica nueva y Fionna parece estar muy feliz de que yo no las acompañe.