MonosyllaBoy [Suga]

50• [Por fin, el final]

[Espacio aquí para gritar internamente]

Ambos chicos me observan de pie, uno al lado del otro, sin saber qué decir.

—¿No nos vas a dejar entrar? —cuestiono sonriendo tranquilamente.

—Venimos en son de paz, tengo principios hippies, bro —añade Tae haciendo el símbolo de la paz con sus dedos.

Jimin me mira receloso mientras que Suga mira a Tae con cansancio.

—Eh sí... Sí, entren —dice finalmente Park, abriéndonos paso en el apartamento. Todos nos situamos en la sala, nadie se sienta, sólo permanecemos de pie, como si lo que fuéramos a decir tuviera que ser breve.

—Ema, ¿qué haces aquí? Yo...

—Vine a aclarar las cosas contigo, chico Azabache —al apodarlo así un destello de ilusión apareció en sus ojos fugazmente.

Jimin parece preocupado por el motivo de mi visita, pero yo lo tranquilizo con otra sonrisa.

—No te preocupes, no es nada malo, Park.

—Sí, no es nada malo, Park —repite Taehyung. 

—Sólo quiero que seas feliz con alguien que ames. Me amas, ¿Suga?

Él traga saliva y asiente.

—Sí.

— ¿Me amas de la misma forma que amas a Jimin?

—...No.

Park me mira confundido y luego mira al chico a su lado.

—Pero lo amas.

—Sí.

—¿Cómo así? No entiendo qué estás... —Jimin se calla cuando Suga lo toma de una mano.

—Yo también te amo chico azabache, te amé de múltiples formas desde que te conocí, pero nunca te pude amar de la misma manera que amo a Taehyung.

Tae a mi lado se sobresalta al oír su nombre y sé que me mira, pero yo no aparto la mirada de Suga, que parece procesar y comprender mis palabras.

—Sé que entiendes a lo que me refiero porque los dos pasamos por lo mismo, aunque bajo diferentes circunstancias —me acerco un poco más a él—. Entregamos nuestro corazón a medias, cuando ya se lo habíamos entregado por completo a ellos antes, ¿no es así?

—Sí. —Otra vez había vuelto a ser el chico monosilábico que tanto me había llamado la atención en la escuela.

—No comprendo nada.

—Ay nalgón, después te explicamos, ahora no arruines este momento —le dice Tae a Jimin callándolo.

—Sin embargo, sé que nuestros sentimientos también fueron genuinos, tanto los tuyos por mí como los míos por ti. Puede que los sentimientos provengan de nuestro cerebro, pero no es este el que los controla. Hiciste mucho, demasiado por mí y es algo que te agradezco enormemente, Min Yoongi. —le sonrío y me acerco para besarle en la mejilla. Él no se mueve, sólo me mira.

—¿Por qué siento que te estás despidiendo para siempre de él? —cuestiona Park —. ¿Es debido a mí de nuevo?

—Oh no, claro que no —le miro y también me acerco para besarle en la mejilla brevemente—. Gracias a ti también por ser el primero en darle vida al corazón de Suga, por hacerle creer en el amor.

—¿Yo...? —Jimin parece todavía más desorientado con todo lo que le digo y hago, como si pensara que ahora sí que estoy completamente loca.