Tae me dedica una mirada compasiva y yo simplemente suspiro. Jungkook se aclara la garganta y ambos lo miramos.
—Iré a hablar con mi hermano, tal vez necesite un poco de consuelo familiar. En la cocina les dejé el café —dice y abre la puerta de la habitación, desapareciendo detrás de ella.
—Tú y yo deberíamos pasar un día juntos, ¿no lo crees pimpollo? —me propone Tae con una amplia sonrisa.
—¿Un día juntos?
—Síp... Así me cuentas qué te sucedió con el murciélago leproso y de paso compartimos tiempo juntos, me tienes abandonado.
Le sonrío y apoyo mi cabeza en su pecho. Él me abraza sin pensarlo dos veces.
—Tú también me tienes abandonada desde que conoces a Jungkook...
—Hey no —me aparta unos centímetros y me toma de la barbilla con su mano—. Tú sigues siendo mucho más especial e importante para mí, flor de cerezo.
Tengo lágrimas acumuladas en la garganta. Mis ojos se humedecen mirando los suyos llenos de sinceridad y energía.
—Vamos por el café —me dice tomándome de la mano.
—Deberíamos ir a dormir... Mira la hora que es.
—¿Dormir? ¿Quién quiere dormir? Yo no.
—Yo sí...
—Sí, pero no lo harás, no mientras yo esté aquí —dice muy seguro mientras me hala hacia la cocina.
Una vez ahí me sirve el café que hizo Jungkook y se sienta a mi lado, también con una taza de lo que parece ser té.
—Taetae tomando Taetea.
—Ya me han hecho esa clase de chistes, babosa —me dice pellizcando mis mejillas.
—No quiero ver a Suga por ahora —sincero tomando un sorbo de mi café.
Tae asiente y se pone de pie. Su altura me encanta, es más alto que Suga... Maldito chico azabache.
—Escápate conmigo...
—¿A dónde?
—A donde nadie nos vea...
—¿Eh?
—No importa que tu novio sea un gonorrea.
—¿Eso es una canción?
—Sí~ pero en serio, ¿quieres salir conmigo hoy?
—Acepto —le sonrío—. Déjame ir al baño un momento —le pido y él asiente.
Una vez me organizo lo más que puedo mi cara de tristeza y mi ropa medio arrugada, salimos a la fría mañana de un día domingo.
—Es raro que no hayamos dormido... —comento y Tae ríe.
—No lo es, nena, es el siglo 21, los jóvenes a duras penas dormimos.
—No me siento joven...
—Bah, sólo tienes 23 años, yo tengo 25 y no me quejo.
Caminamos juntos a un paradero de autobús y nos sentamos, ambos suspirando.
—Cuéntame, ¿qué sucedió con el murciélago ese del demonio?
—Pues que me engañó con Jimin.
—¿Qué?
—Así como lo oyes.
—¡Qué hijo de puta!
—Lo sé... Pero no te sulfures.
—¡Es que me emperra! ¿Estuvo con Park como? ¿Ellos hicieron la danza de la fertilidad?
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MonosyllaBoy [Suga]
Fanfiction¿Qué tan estresante puede llegar a ser un chico que sólo te habla o responde con monosílabos? •Esta historia no es nada normal por lo que puedes encontrarte de todo. •Fanfic principalmente hetero, aunque también contiene homo hard. No es de "rayi...