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Tae y yo nos encontramos ocultos detrás de un muro, mirando a Jimin y Jungkook, sentado juntos a lo lejos en una banca de un parque muy “discreto”.

Suga está a nuestro lado a unos cuantos metros, apoyado de brazos cruzados en la pared, tratando de ignorarnos o fingir que no nos conoce.

—Esto es ridículo —se queja éste mirándome con cara de puño.

—Deberías unirte, murciélago —le dice Tae haciéndole una mueca.

—Paso —responde el murciélago y comienza a caminar delante de nosotros, justo por donde están Jimin y Jungkook.

Yo me apresuro a agarrarlo del brazo y halarlo contra mí, pero exagero mi fuerza y prácticamente terminamos con las piernas enredadas.

Subo mi mirada y me encuentro con la de él, mirándome inquisitivo y con su lenta respiración chocando contra mi cara.

—Cuánta cercanía incómoda viejo... —comenta Tae mirándonos.

—¿Quieres que nos besemos? —pregunta Suga con su mirada intimidante.

—Eh, n-no... T-tú...

Suga va acercando más su rostro al mío y sus labios a los míos, pero entonces una mano se interpone en medio del proceso.

—Ahora no joven —interviene Tae, apartando la cara de Suga con su mano.

—¡Oye! —le reclamo.

—No van a hacer esas cosas del demonio en mi presencia, al menos respétenme un poco —dice Tae con tono aparentemente serio.

Yo le saco la lengua y él sonríe pero no por mucho, porque se queda mirando a un punto fijo. Sigo su mirada y lo que veo me pone alerta.

Jungkook está sentado al lado de Jimin y le está acariciando una mejilla. Se acercan lentamente el uno al otro y ambos cierran los ojos.

—Órale, se van a besar —comenta Tae.

—No me digas —le responde Suga mientras nos apartamos y levantamos del suelo. 

—Cuánto apostamos a que Jungkook le mete primero la lengua a Jimin —digo yo con malicia.

—Nel pastel, primero le mete la nariz —dice Tae con seguridad.

—Buen punto.

—Ahg —bufa el otro.

—Íralo tan selozo, íralo —se burla Tae.

—Oye Tae, se supone que a ti te gusta Jungkook y deberías estar enojado por verlos besarse —le reflexiono.

—Ah sí, verdad. Estoy enojado. Me emperra.

Suga tuerce los ojos y se aleja dos pasos más de nosotros.

—¡Flor de cerezo! ¡Mira a esos jotos! ¡Se están besando! —exclama Tae y yo le tapo la boca con mis manos....demasiado tarde.

Los tortolitos se giran a la misma vez y nos miran primero con cara inexpresiva y después con suma sorpresa mezclada con vergüenza.

—Por un demonio, lo que faltaba.

Golpeo a Tae y este parece no reaccionar. Por otro lado, escucho la risa seca de Suga, que se tapa la boca con una mano.

—¿Te causa mucha gracia, eh, azabache?

—Sí —contesta entre su carcajada seca.

—No sé ni por qué viniste, de verdad, sólo aportas mala vibra —le dice Tae frunciendo el ceño.

MonosyllaBoy [Suga]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora