MonosyllaBoy [Suga]

45•

La música ensordecedora del lugar cada vez me pone de más mal humor.  Suga no quiere venir conmigo a casa y ya está demasiado ebrio, como nunca antes lo había visto.

Jimin por otro lado, está bailando al lado de Tae y Jungkook que también están un poco con la teja corrida. Tal vez de Tae no me sorprende, pero ¿qué jodidos le pasa a Jungkook?

Eeeen fin. Es un desastre.
El cumpleaños 25 de Suga ha sido un vil desastre.

Halo al cumpleañero de la camisa y lo llevo a un rincón del sitio menos ruidoso. Él protesta desorientado por unos momentos.

—Suga, son las tres de la mañana, ¿y si mejor nos vamos?

—¡No!

—Estás muy ebrio, siento que vas a vomitar una eternidad... ¿por qué te emborrachaste? Dime...

—P-porque me ssiento c-culpabbbble.

Lo miro confundida. Los borrachos siempre dicen la verdad... ¿Aprovecho?

—¿Culpable de qué?

—Hhiceee alggo mmuy maalo —logra decir con su voz arrastrada y jodida.

—Uhm... Explícate —le pido y lo tomo de un brazo para ayudarlo a sostenerse mejor.

Él me mira con ojos de perrito triste por unos segundos y luego aparta su mirada, dirigiéndola a una persona en específico.

—Mee metíi con essse bbassstardoo.

Sigo su mirada y suspiro.

—¿Jimin? ¿Qué hiciste?

—Cossaaas succiaasss. Pero SHHh, Emmma nno ssse ppuede enttterarrrrr.

Parpadeo múltiples veces sin creerme lo que escucho...

—Me estás tomando del pelo...

—Ssii, le tommé del peelo mmienttrasss ccogía...

—Basta, suficiente información —le digo sumergida en un mar de confusión y decepción.

Está borracho Ema, me repito.
Tal vez no dijo la verdad. Sí. Él no se metería con Jimin estando conmigo y mucho menos sobrio... ¿verdad?

—Me vass a oddiaar —comenta y yo niego, aún incrédula.

—Estás muy ebrio, debes aclarar tu mente primero. Vámonos a casa.

Y esta vez logré convencerlo, recibiendo por su parte un leve movimiento de cabeza y una expresión somnolienta.

Nos acercamos a los demás chicos, siendo incapaz de mirar a Jimin a la cara.

—¿Qué te pasa, Ema? —cuestiona el susodicho y yo lo miro con hastío.

—Nada que te incumba, con permiso.

—¿Suga te contó lo que pasó entre nosotros? —cuestiona con naturalidad. Lo siento como un puñetazo en el estómago pero trato de ignorarlo.
Tomo a Suga de un brazo y Tae me ayuda del otro lado. Suga prácticamente es un muñeco sin vida. Jungkook se queda mirando a Jimin por unos segundos, con cierta incertidumbre.

—¿Ya se van tan pronto? —Jimin hace un puchero que está muy lejos de parecerme tierno en esta situación.

—No preguntes lo obvio. Suga está prácticamente inconsciente. No sé si realmente lo que pasó entre ustedes es cierto... Pero tú no has ganado —le aseguro tratando de no mostrarle la desolación que empezaba a acrecentarse en mi pecho.

Si aquello que dijo Suga no era mentira...

No, no, no... Estaba equivocada. Debía estarlo.

Jimin sonríe con suficiencia, sin decir nada, sólo mirándome.