MonosyllaBoy [Suga]

48•

—¿Quién está ahí? Si no abres, derribaré la puerta a golpes.

Me armo de valor y abro la puerta abruptamente.

—¿Ah sí? Quiero ver eso.

—¿Ema? Ah...

—Sí, ¿a quién esperabas ver? ¿A Jimin?

—¿Podemos hablar de esto en otro momento? ¿Después de vaciar mi vejiga?

Pongo una mano en el marco de la puerta con decisión y le dedico mi mirada más mordaz.

—No, ¿tengo yo la culpa de que hayas bebido anoche como desquiciado? No. Así que me importa poco si te meas en los pantalones ahora mismo.

—Ema, ten piedad... —me dice con cara de sufrimiento. Yo disfruto el momento.

—¿Piedad por ti? Nunca.

—Por favor...

—Sí, me gusta que supliques, continúa.

—¡Ema, por favor!

—Está bien, anda.

La expresión del chico azabache parece relajarse, pero no deja de verse trastornado.

Me alejo de la puerta lentamente sin tener intención de mirarlo más a la cara.

—Haz lo tuyo, vamos.

Suga entra al baño como un rayo. A los dos minutos sale, más tranquilo y satisfecho.

—¿Ahora podemos hablar?

Él asiente sin mediar palabra.

—Bien, he tomado una decisión. Y creo que lo mejor para los dos es romper.

—¿Romper?

—Sí, terminar esto que una vez empezó. No puedo estar contigo, Suga. No después de lo que hiciste.

—Ema... 

—A ver, dame una explicación razonable, algo que me haga retractarme de mi decisión.

Su semblante se ensombrece y aquello es definitivamente una mala señal.

—No la hay.

De cierta manera aquello me decepciona.

—¿No hay ninguna?

—No. No puedo justificar lo que hice, y sé que no puedo volver al pasado y evitar lo que... Lo siento Ema.

—¿Tanto me odias?

—No te odio.

—Tampoco me quieres.

—Claro que sí.

—¿Me quieres tanto que volviste con Jimin?

—Ema, fue sólo sexo.

—Sólo sexo... ¿Entonces está bien si yo me meto con Taehyung sólo por sexo?

—No, porque tú no te meterías con él.

—Ahora sí puedo hacerlo, porque tú y yo ya no somos nada.

—Ema...

—Ema nada. Yo sí te respeté todo este tiempo. A mi mejor amigo no lo veía ni amorosa ni sexualmente. Yo te amaba sólo a ti. Y lo digo en pasado porque ya no es así —comienzo a sentir ese fastidioso nudo en la garganta y las ganas de abofetear al imbécil que tengo frente a mis ojos.

—Sé que es inútil pedirte perdón otra vez porque sé que no me perdonarás, pero...

—Qué bien me conoces Min. Dime una última cosa... ¿Quieres a Jimin?