Me quedé completamente en shock mientras George salía del lugar junto a la rubia de cinco pies y algo y Liam me miraba fijamente, algo preocupado. ¡Por su culpa ahora todo está peor que antes!
[Narra Liam]
-George…-fueron las palabras que pronunció aún en estado de shock, paralizada. Al parecer ver a su ex novio con otra chica le afectaba demasiado, más de lo que yo me pudiera imaginar.
Ella aún sigue amando al pijo.
Sentí una punzada de impotencia en algún lugar de mi interior. Nunca había sentido algo parecido, así que supuse que se trataba porque ahora era una…mujer.
-¿Estás bien?- pregunté, temiendo su reacción.
-¿¡Por qué me besaste?!- gritó.
-Yo...pensé que era lo mejor para que no te vieran en ropa interior.- inventé.
-¡Tal vez debieras pensar más en lo que haces! ¡Ahora nunca podré recuperar a George!- y con esto, salió del baño dejándome en ropa interior con el incómodo vestido en la mano y dándole un fuerte y sonoro golpe a la puerta que casi pensé que la estallaría.
[Narra ______]
“She lives in a fairytale somewhere too far for us to find, forgotten the taste and sme-”. Desactivé la ruidosa alarma que sonaba por toda la habitación. Sí, al final la cambié, pero aún así me seguía sintiendo igual de desanimada por las mañanas.
Las cosas están mal con Liam. Bueno, en realidad, no sé. Ayer no debí reaccionar de esa manera, lo admito, pero Liam tampoco debió besarme.
“¡Aunque te gustara!” gritó una voz en mi interior. Tal vez tenía razón. Tal vez el beso que Liam me dio no fue en realidad lo que me hizo enojar de esa manera. Tal vez el motivo de mi enojo fue ver a George con otra chica. No me dolió, para nada, pero me molesta que me haya superado tan rápido.
“¡Cómo si no hubieras hecho lo mismo!” volvió a gritar la maldita voz, pero ésta vez no estaba en lo correcto- o al menos, eso creía yo-.
Me levanté en esta sucia habitación, extrañando inmediatamente la mía. Extraño mis paredes rosa pálidas, el olor de mis sábanas recién lavadas por Clarís, mi madre gritándome los fines de semana- bueno, tal vez eso no tanto-, pero sobre todo, extraño hablar con Ivy y Lissa, ellas siempre me hacen sentir mejor y, en estos momentos las necesito más que nunca, sin mencionar lo que más extraño que viene con todo lo anterior-por supuesto-, mi cuerpo. Extraño ir por las calles y que todos me volteen a ver. Ahora sólo consigo miradas de regaladas y algunos gays.
Nota mental: Hacer una limpieza a la pocilga.
Mi teléfono sonó y de inmediato descolgué.
-¿Hola?
-Hey Bro, Ivette hará una reunión y me dijo que los invitara.- ¿Es Enserio? Pero si ayer recién hicieron una fiesta. Suspiré.- Hay una piscina, así que lleva bañador- continuó Harry, dando por hecho que yo iría- y, por cierto, es en casa de Olivetti- dijo insinuante- Adiós.
-¡Espe-
Escuché ese molesto ruido indicando que ya había colgado. Mierda. Con que Liam se aprovecha mi casa para hacer “reuniones”.
No tenía ganas de ir, de ver a Liam, de salir, pero no podía rechazar la invitación de Harry. Total, no tengo planes para todo el fin de semana. Un par de minutos después recibí un mensaje de Harry con la dirección del lugar. Mi casa. Dejé el aparato en la cómoda y comencé a vestirme.
***
Y ahí me encontraba, al frente de la casa a la que ahora no pertenecía esperando a que alguien abriera la puerta.
-¡Liam! ¡Te estábamos esperando!- saludó Ivette alegremente. Su pelo castaño estaba recogido en una coleta de lado, vestía un traje de baño verde oscuro el cual estaba siendo escondido por un pareo aflorado.
-¿Qué tal?- la abracé.
-¿Vamos dentro? ¡Ven, pasa!
Fui dirigida hacia adentro por Ivy. Todo estaba absolutamente como lo había dejado, exceptuando por algunos desórdenes que, al parecer, estaban hechos hoy. Nos dirigimos a la terraza.
-¿¡Quién te crees tú para pensar que puedes darme lecciones de tragos a mí, eh?!- escuché gritar a Lissa, mientras nos dirigíamos aún hacia ellos.
-Estoy seguro de que nunca has probado ni un cuarto de las pintas que me he dado en mi vida, niña pija.
-¿Qué sabrás tú a ver? Si eres un pobretón de clase media. Yo sé mucho más que tú sobre estos asuntos.
-Demuéstralo a ver- dijo Louis, ya visible para mí, bebiéndose un trago. Estaba desnudo de cintura para arriba, mostrando sus no tan ejercitados músculos. Melissa, por su parte, llevaba un bikini color naranja mostrando sus curvas perfectas. Su pelo estaba suelto pero la parte delantera estaba recogida por unos lentes de sol Gucci.
-¿¡Me estás retando?!- gritó histérica la pelirroja.
-Si no es mucho para ti…- dijo sarcástico el castaño, con una risita en su cara, dándole otro sorbo a su bebida. Melissa abrió la boca indignada y se agachó a buscar algún trago en el pequeño bar que teníamos en la terraza.
-¿Y esto?-le pregunté a Ivette que estaba a mi lado colocándose protector solar, puesto que el sol daba de lleno en la terraza.
-Se han pasado lo que llevan de tarde discutiendo. ¿Me sostienes esto?-preguntó pasándome la tapa de su otra crema para el sol. La tomé- Melissa es muy orgullosa, al igual que tu amigo, Liam.-continuó.
-Ah- asentí- ¿Y Harry y…_____?- me atreví a preguntar puesto que no había rastro de ninguno.
No quería ver a Liam, pero tenía que arreglar el pequeño malentendido de anoche.
-Harry está colocando las bocinas y altavoces en el cuarto de servicio, y ______ aún se está cambiando, pero debe estar por bajar. ¡Oh Mira, ahí viene!
-¡MI AMOR! ¿ME AYUDAS EN ALGO?- escuché la gruesa voz de Harry a través de la puerta del cuarto donde Clarís acostumbraba a guardar los productos de limpieza. ¿Qué haría allí?
-¡Claro!- soltó una risita y se dirigió hacia Harry, supongo.
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Hola (:
Que tengan un buen domingo.
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-Grisette x
pd: Dedícaré el próximo capítulo a alguno de ustedes, reportense en los comentarios ;)
