Capítulo 25 |FIN PARTE 2|

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 [Narra _____]

 

Zayn se comportaba raro a veces, cuando salía del auto a recibir llamadas, pero no eran asuntos míos, seguro era excusándose con su tío por no ir a trabajar. Sentí un alivio inmenso al llegar a Londres. Nunca había estado aquí y debo decir que era mucho más hermosa de cómo la pintaban en las descripciones de agencias de viajes o en fotos. Se sentía el azote de la ciudad pero, a la vez, se sentía paz.

Me bajé del auto mientras Zayn lo parqueaba en un estacionamiento especial para residentes en Inglaterra. De pronto, noté que Liam ya dejó de marcar a mi móvil y me pregunté si estaría preocupado.

Tal vez debí decirle algo de esto, me reproché a mí misma viendo salir a Zayn del lugar, entrando sus llaves en el bolsillo. Leí un cartel que sobresalía a lo alto detrás de Zayn. “Welcome to Central London”. Estábamos en el centro de Londres. Mi subconsciente saltó de alegría.

-El centro de Londres es hermoso.- admiré con Zayn ya a mi lado.

-Sí, ¿te dije que viví una temporada aquí?

-¿Enserio?- me sorprendí.- Tener un apartamento por aquí debe de ser muy costoso.

-Lo es.- concordó.- Vamos, el lugar no está lejos de aquí.

Nos dirigimos al tal local llamado “worldwide translators” donde nos ayudarían. Ahora todo tenía sentido. Zayn conocía todos éstos lugares porque vivió cerca de acá, lo cual es asombroso. En el camino, la mayoría de las personas eran turistas tomando fotos o solo explorando Londres. Me recordó a mí y mis amigas en nuestras estadías en Italia, Suramérica y Australia. Suspiré algo nostálgica.

-Llegamos.- dijo Zayn frente a un local con el escrito antes dicho en él. El lugar no parecía de mucha clase, pero igual si nos ayudarían, todo valía la pena.

Entramos y fuimos atendidos por un hombre, -por lo que parecía, ruso-que nos llevó hacia una habitación la cual estaba llena de humedad y mugre. Dentro, había una pequeña mesa con un sillón desgastado de una extremidad que se encontraba ocupado por otro hombre, y otros dos sillones sucios y en peor estado de la otra. Tomamos asiento junto al chillido que hacían los sillones al sentir peso y el hombre nos sonrió.

-Zayn, hermano, cuánto tiempo sin verte- saludó de manos a Zayn y éste correspondió el saludo.

-Sí bueno, Phil, he estado en Norwich con mi tío, ya sabes, en el negocio.

-Es genial, me saludas a Malik.- canturreó muy alegre el hombre con la voz más ruda que alguna vez había escuchado. Hasta llegaba a intimidarme.

-Claro, claro. Pero en ésta ocasión he venido para que nos ayudes con algo.

-Con gusto, Zayn.- seguía con ese tono alegre pero intimidador. Al parecer eran muy buenos amigos antes.

-Bien. _____, el escrito.- me susurró. Yo salí de mi ensimismamiento y entregué el papel hacia el señor.

-Oh – exclamó- escrito en Yídico. Cuánto tiempo sin saber de éste idioma…- buscó en un gavetero sucio –como todo lo de allí-, una lupa y le dio más potencia a la pequeña lámpara que se encontraba en la extremidad de la mesa.- Uhm…Ehm…-balbuceaba- ¡Lo tengo! –exclamó, por lo que sonreí curiosa.

-¿Sí? ¿Qué dice?- pregunté desesperada. Los segundos suelen parecer siglos cuando esperas algo tan importante.

-Dice: “Destiny works on its own”.

¿Qué? ¿“El destino trabaja por su cuenta”? ¿Qué se supone que significa eso? O sea, que vine hasta Londres para nada, porque eso no nos ayudaría en absolutamente nada.

¡Devuélveme mi cuerpo! {Liam Payne y tú}Where stories live. Discover now