Capítulo 21. Un asesino teme a las verdades

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Siempre al despertarme en medio de la noche comienzo a pensar en todo lo que ocasionalmente no me deja dormir tranquilo. Recuerdo a las personas a las que les he hecho daño y luego, como por consecuencia absurda, recuerdo a Lau. Y como un estúpido espero a que la mañana siguiente traiga otra historia para nosotros dos, pero nunca llega.

Sé, sin que nadie me lo haya dicho, que el final de todo esto ya está cerca, más cerca de lo que puedo soportar tranquilo y eso me hace estar más desesperado, pero sin saber que hacer realmente. No puedo seguir con el trabajo, no puedo cancelarlo, no puedo proteger a Lau y no puedo alejarme de él... Busqué soluciones de todo tipo y creo que por fin tengo una a la que aferrarme, pero ¿Quién sabe si será la correcta o no?

Me levanté de la cama y alboroté mí ya desordenado cabello azabache. Fui directo al baño y vi en el espejo mi rostro, ojeroso, pero no desecho, lavé mi rostro y volví a acostarme para esperar la hora de ir a la escuela.

La espera realmente fue eterna pero finalmente llegó la hora, me vestí con calma, tenía tiempo suficiente, tomé mi mochila y salí de mi casa, la cual afortunadamente había estado totalmente vacía en la última semana. Caminé bajo el frío del invierno que acababa de llegar, sin mucho entusiasmo realmente, y llegué a la esquina del colegio justo cuándo un gran auto negro paraba y de el descendía un chico de cabellos rubios riendo y ruborizado por el frío en sus mejillas. Me quedé helado, realmente Lau cada día se veía más lindo, y riendo era la perdición de todos los que pasaban cerca de él. Suspiré, forcé una sonrisa y me acerqué a él.

Pasé justo por el lado de la ventanilla de Chen a quién le sonreí a modo de saludo, pero por alguna extraña razón el cambio la mueca de diversión que supongo había compartido con Lau y me miró con semblante serio, examinándome de pies a cabeza y luego partiendo el auto. Me volví a quedar helado, por el presentimiento de que él sabía o había notado algo que quizás no debería saber.

- ¿Allen? - preguntó Lau acercándose a mí- ¿Todo bien?

-Ehh... sí- tragué en seco y miré a Lau con una sonrisa de oreja a oreja, pero por dentro estaba preocupado, me mordí el labio y lo abracé de golpe- Hace frío, déjame estar un poco así.

Lau río y me abrazó despacio, pegando su cabeza a mi bufanda.

-La primera vez que hablamos también dijiste que hacía frío- dijo divertido entrecortando sus palabras por estar tan pegado a la tela que cubría mi cuello- Sólo que esa vez era pleno verano...

-Es cierto... estaba algo avergonzado por gritarte esa vez- contesté, mi corazón estaba apretado y se debatía entre estar feliz por recordar ese día o triste por todo lo demás.

-Siempre he querido preguntarte algo- Lau terminó nuestro abrazo y fijó sus ojos azules en los míos, mirando profundamente, como si entre el gris quisiera descubrir un nuevo color en mi mirada, pero ahí no había nada más. Me asusté por sus ojos pegados a los míos, por sus preguntas...- ¿Por qué me dices "Objetivo" en ocasiones?

Solté el aire que estaba conteniendo y miré a Lau con diversión quién me veía con un ojo más pequeño que el otro, como no entendiendo realmente qué estaba pasando.

-Yo, pues, lo digo...- Woow, no pensé que sería tan difícil crear una excusa para eso- Lo digo porque eras mi objetivo, me gustaste desde la primera vez que te vi y quería que estuviéramos juntos ¿Sabes?

El rubio se sonrojó y asintió con la cabeza...

-Bien, pues es algo mafioso tu apodo, pero lo aceptó, es algo lindo... - volvió a sonreír y tomó mi mano para llevarme dentro del colegio.

Love & MurderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora