Capítulo 5. Asesino egoísta.

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Estaba recorriendo los pasillos con tranquilidad; buscando con la mirada, de vez en cuando, a Lau. Cuando corrió del salón me asusté un poco, ya que seguramente lo habría espantado y eso no era bueno para nuestra relación... ¡Para mi trabajo! No era bueno para mi trabajo. No es como que nos conociéramos mucho...

Decidí no perseguirlo y dejar que las cosas ocurrieran como quisieran por un rato, así que pasee por la escuela, conocí gente y pregunté sobre nuestro horario.

En el receso una chica de mi clase se me acercó con nerviosismo. Tenía el cabello rubio claro, casi blanco y sus ojos eran color chocolate. Era muy linda, su piel algo bronceada le daba un aspecto de seguridad pero sus labios pálidos la hacían ver tierna. Era bastante más baja que yo- aunque soy muy alto, así que la mayor parte de las personas lo es- y su voz era dulce. Me recordaba a Lau, pero claro, todo lo hermoso me recordaba a él.

-Ho...Hola- dijo la chica algo nerviosa- Eres nuevo y estás solo...- al decir eso puso una mueca de horror que honestamente me hizo mucha gracia.- ¡No quería decir eso! Oh... siempre digo todo mal. Lo siento mucho- respiró hondo y se tapo el rostro con sus manos- Tal vez quieras estar solo y yo te estoy molestando. Lo siento mucho. Me voy...

Cuando se estaba yendo solté una risita y la tomé del brazo indicándole que no se fuera. No me haría mal tener compañía y ella se veía amable.

-¿Te gustaría acompañarme?- Pregunté con una sonrisa de lado a lado- No conozco a muchos, y tampoco se a donde ir en el receso. Será bueno tener compañía.- Por cierto, mi nombre es Allen.

-L-lo sé, estoy en literatura contigo- me sonrojé al escuchar eso, no pensaba que mi broma sería escuchada por personas con las que me juntaría-Mi nombre es Ammy.

Estuve con Ammy todo el receso y me habló de nuestros compañeros, me advirtió de algunos profesores- Si, al parecer debía tener cuidado con la profesora de Literatura... Joder, deberían decirte eso antes de entrar a la escuela- y me habló sobre ella misma.

No se juntaba con muchas personas porque se ponía nerviosa al hablar, algo sumamente adorable, y le gustaba mucho dibujar y leer. Nos separamos cuando me avisó que deportes empezaría pronto.

La clase empezó normal y gracias al cielo nos tocó aprender natación, ya que hacía un calor horrible.

Fui uno de los primeros en entrar al agua, el tacto frió de esa sustancia era delicioso contra mi piel acalorada. Siempre me gustó nadar, poder estar bajo el agua era un placer gigantesco. No escuchabas nada más que al agua misma, estabas solo y en tranquilidad. Era perfecto.

Cuando salí, el profesor me felicitó y yo tomé una toalla para secarme el cabello, pero mis ojos fueron justo en dirección de alguien rubio. Alguien totalmente sonrojado que me había estado observando con intensidad hace unos minutos. Sonreí triunfante, al ver que se apoyaba en el muro para calmarse. Oh Lau, eres tan adorable.

-¿Te gusta lo que ves?- Pregunté descaradamente cuando llegue junto a Lau. ¿Qué clase de pregunta era esa?... Dios, el calor me estaba afectando.

-¿Ah?- El chico se veía confundido y apenado, y eso hacía crecer mi alegría mucho más.

-Pensé que te gustaba lo que veías- dije haciendo un gesto con las manos abarcando mi torso.-Ya sabes, luego de ignorarme y correr de mí en clases, al parecer ahora no te molesta ponerme más atención.

Love & MurderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora