Me aleje un poco de la habitación de Lau con la excusa de que llamaría a mi padre para avisarle en donde pasaría la noche. Era completamente verdad, pero omití el hecho de que también le informaría en donde guardaba la información importante el padre de Lau.
-¿Hijo? Qué bueno que llamarás pero espero que sea algo importante...- hizo una pausa y su voz se volvió muy grave de un momento a otro.- Porque estoy resolviendo algunos problemas.
Un escalofrío recorrió mi espina dorsal poniéndome notoriamente incómodo.
-Sí, es importante. Sé dónde conseguir la información que nuestro cliente quiere sobre Yagami Yirumi.
-Bien hecho, mándame lo que encuentres.- dijo cortante y colgó el teléfono.
No es como yo esperara una felicitación por lo que estaba haciendo, tampoco es como que mereciera algún elogio por robarle información al padre de mi novio, pero el que sea siempre tan cortante es algo... doloroso.
-Sí...- le suspire al celular, y camine al cuarto de Lau algo desganado.
¿Cómo le hacía esto a mi rubio? Siempre me lo preguntaba y me daba miedo la respuesta. Había fantaseado tantas veces en escapar con Lau, lejos de mi padre y mis estúpidos clientes, lejos de cualquier peligro que podría afectarle, pero sabía que si lo intentaba todo estaría perdido en el momento en que Lau preguntara por qué lo hacíamos.
-¿Qué... que haces?- pregunte titubeante al volver a la habitación de Lau y encontrarlo sin camisa.
-Yo... iba a bañarme- contestó Lau tranquilamente mirándome.
-Ah, sí hazlo... digo, si quieres hacerlo puedes hacerlo, y si no quieres, no lo hagas-reí por lo bajo para dejar de hablar y froté nerviosamente mi nuca.
-Entonces ¿Quieres bañarte también?- Lau sonrío amable y yo sonreí mordiéndome el labio.
-¿Juntos? ¿Ahora?
El rubio se sonrojo escandalosamente y abrió los ojos como platos, y respondió, mientras tartamudeaba, alzando un poco la voz: ¡No! M-me refería a que te bañaras... después d-de mí.
-Ah, claro. ¡Claro que me quiero bañar!-solté mi labio mientras veía como Lau tomaba su toalla y se iba rápidamente y semidesnudo al baño que había al final del pasillo.
Cuando ya estaba solo en el cuarto comencé a examinarlo, las paredes no tenían nada colgado en ellas como comúnmente tenían los chicos de nuestra edad, todo estaba en un perfecto orden. La cama era de color azul, igual que todos los accesorios de la habitación y las cortinas, un escritorio ocupaba una parte grande la pared de enfrente de la cama en el que había un computador, algunos libros y una lamparita. A pesar de que la habitación era enorme, tenía tantos muebles- algunas estanterías de libros y dos mesitas de noche a los lados de la cama- que no se veía de un gran tamaño.
Pasados unos minutos salí al pasillo y escuche el leve sonido que la ducha hacía en el baño, seguro de que Lau no me sorprendería "in franganti" me dirigí al despacho de su padre y giré con cuidado la manilla de la puerta... que obviamente estaba con llave. Saque una pequeña navaja suiza que guardo en la parte anterior de mi pantalón siempre, hasta cuando tengo puesto el pijama, y seleccione una de las herramientas que trae para forzar la cerradura. Cuando la puerta ya estaba abierta de par en par entre, algo nervioso, al despacho de Yagami Yirumi.
Respiré hondo un par de veces e intente tranquilizarme, para que luego mi mirada se tornara seria. Era un ejercicio al que yo le llamaba "ponerse en modo malote"... Su nombre era algo ridículo pero me ayudaba a trabajar mejor de lo que podría sin él.
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Love & Murder
RomantizmAllen Fold es un chico de diecisiete años sin ilusiones o esperanzas en la vida. Desde pequeño su mundo ha sido cruel y despiadado todo gracias al peculiar trabajo que su padre lo obliga a ejercer. Allen es un sicario, es el encargado de ''sacar de...