Love & Murder

Capítulo 17. Asesino con disfraz de oveja

Abrí los ojos lentamente y me encontré en mi habitación, concretamente acostado en mi cama, desnudo y con Allen atrapándome en un fuerte abrazo. Me sonrojé al recordar las escenas de la noche anterior y me morí el labio para tapar una sonrisa. Allen había estado muy raro últimamente, pero por fin ya me sentía cerca de él otra vez.

Intenté levantarme sin hacer mucho escandalo para no despertar al pelinegro. Saque una camiseta cualquiera de mi closet y unos calzoncillos para bajar a buscar el desayuno, aún no quería vestirme y claramente no podía bajar justo como estaba ahora, pero eso no quitaba el hecho de que no comía desde ayer en el almuerzo y tenía mucha hambre.

Salí al pasillo intentando que mi pelo dejará de tener unos cachos por todos lados... Si Allen me veía así se reiría mucho. Seguí caminando, la casa se caracterizaba por ser además de grande bastante larga por lo que si tenías una emergencia lo mejor era tirarse por una ventana. Algo que mi hermana hacía ocasionalmente, no solo para emergencias sino también para llegar a la cocina o a la puerta de entrada.

Al doblar en una esquina me encontré frente a frente con Chen, quien, asombrado, me miró de arriba abajo con extrañeza como examinándome.

- ¿Dónde... va? - me preguntó y fijo sus ojos en mi desordenado y puntudo pelo.

-A comer- contesté y puse una mano en mi pelo para taparlo mientras lo miraba con un poco de molestia. Maldito... siempre se burlaba de mí- ¿Y tú?

-Su padre me pidió que dejara listos unos papeles... p-para su tío- cuándo pronuncio las últimas palabras un pequeño sonrojo se alojó en sus mejillas y ahora fui yo quién lo miró con extrañeza, pero luego cambie a un semblante más divertido. Chen y el hermano de mi padre siempre se habían llevado... de forma rara. No se llevaban mal, pero al parecer Chen lo odiaba y mi tío se divertía molestándolo o dándole tareas realmente ridículas. - Voy a su despacho.

-Avísame cuándo venga el tío Katsuya, seguro estarás deseando verlo...-seguí mi camino y Chen siguió el suyo mientras sollozaba e intentaba murmurar por lo bajo algo que, me parecieron, eran insultos.

Maldije cuándo al entrar en la cocina encontré a mi hermana sentada encima del mesón comiéndose a cucharadas una lata de manjar. Realmente no quería que Allen la conociera aún, es una estupidez de mi parte estar celoso de ella, pero es porque sé que es preciosa.

-Kara... ¿Qué haces aquí? - pregunté acercándome a ella y quitándole el tarro de manjar de las manos.

- ¡Buenos días para ti también Lulu! - me volvió a quitar el recipiente y se echó otra gigantesca cucharada a la boca. - Volví antes de mi viaje para verte- mientras decía eso intentaba en parte darme un abrazo y en parte llenarme la cara y la ropa con manjar.

-Ya, claro- suspiré y le pasé un trozo de papel para que se limpiara la cara. Tenía casi veintidós años y seguía siendo una pequeña niña...- Entonces ¿No quieres salir hoy? Dudo que a papá le moleste así que no vuelvas hasta la noche ¿Sí?

Me miró divertida, luego vio detrás de mí, y volvió la mirada a mis ojos.

-Curioso... ¿Qué quieres esconderme Lau?

-N-nada. - sonreí inocentemente mientras intentaba convencerla. No podía decirle que no quería que conociera a mi ¿Novio? ... ¡Alto! ¿Éramos novios?

- Pues ya descubrí a tu tal nada, querido hermano. Nada de pelo negro, acércate. Generalmente no muerdo.

Al escuchar a mi hermana hablarle a alguien a mi espalda el color de mi rostro se difumino en un segundo. ¿Cómo? Estaba seguro que Allen no me había seguido, pero "Nada de pelo negro" claramente aludía a él. Y por cierto "Generalmente no muerdo" ¿Podía considerarse como un coqueteo? Agh, lo sabía.