Les dejo foto de Royner.
El sonido de una bocina, resonaba con insistencia. Aunque estábamos del otro lado, mi oído es más sensible y me llega con total claridad, imaginé que sería Han, me olvidaba que era día de trabajo.
-Abba.-La llamé besando el lóbulo de su oreja, la vi sonreír.
-Cinco minutos más. –Jala la colcha
-Tu padre está afuera, no creo que él nos dé ni medio minuto.
-Ummm, ¿Por qué no es domingo? –Se voltea despacio y me abraza cruzando su brazo por mi estómago.
-Me encantaría que nos quedáramos en cama créeme, pero mejor ve, antes que derribe la puerta.
-Está bien. –Se enderezó con los ojos entrecerrados y me pasó por encima, buscando a tientas sus sneakers, al encontrarlas se las pone, se mira en el espejo arreglando un poco su cabello y antes de irse regresa a la cama y se coloca sobre mí.
-¿Qué haces? Tu padre me matará.
-No lo hará. –Sonríe de forma traviesa. –Prométeme que iras a la cafetería después del trabajo.
-Lo prometo. –Vuelve a sonreír y me besa.
-Nos veremos luego entonces. –A regañadientes se pone de pie y antes de irse me vuelve a ver. A los pocos minutos escucho el motor de la camioneta ponerse en marcha.
Me levanto y comienzo a vestirme, reviso mis heridas y casi han desaparecido, subo las gradas y me recibe el olor a café y tostadas.
-Buenos días. –Me saluda Abigail con el semblante triste.
-¿Estás bien? –La pregunta es tonta, porque puedo notar que no.
-Anoche soñé con mi James.
-Oh, ¿Y cómo fue? –Quise saber.
-Extraño, me comentó que está vivo y que pronto vendrá por mí.
-¿Qué más? –Por alguna razón, me interesó el tema.
-Se encontraba en el bosque, lucia enfermo, no me dejó acercarme a él, se mantuvo en las penumbras.
-¿En otra ocasión ha soñado con él?
-No como ayer, fue muy real.
-Su hijo murió en acción ¿Cierto?
-Sí. –Contestó sorbiendo un trago de café.
-Pero ¿Jamás encontraron el cuerpo? -Confirmo la información.
Asiente y se le humedecen los ojos.
-Lo tuve a la madurez de mi vida, tratamos de tener hijos por años. Sin embargo, cuando dejamos de intentarlo, sucedió, mi pequeño milagro; acababa de cumplir cuarenta y cinco años, los doctores me indicaron el riesgo de tenerlo, pero aun así decidimos aventurarnos. Fue un parto complicado, pero ahí estaba, mi hermoso bebé, observándome a través de aquellos ojos azules.
–Seca una traviesa lágrima que se resbala por su mejilla. –George mi esposo, murió unos meses después, un infarto, así que tuve que criarlo sola, pero ha sido lo más maravilloso que me ha ocurrido, e igual de doloroso su pérdida.-Lo lamento señora Wolf.
-Tú me lo recuerdas.
Sentí la fuerte necesidad de abrazarla, Abigail colocó su menuda cabeza sobre mi pecho y comenzó a llorar. No soy muy bueno consolando, así que únicamente la abracé y esperé a que se desahogara.
-Vete a trabajar, no me hagas caso, la nostalgia de vez en cuando me sobresalta.
-¿Estará bien? –La miro preocupado.
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Almas Gemelas
Hombres LoboJames abandona Villa Olivia en un desesperado intento de dejar todo atrás, principalmente alejarse de Annia Collin, la única mujer que amó y que al final ella decidiera quedarse con el emblemático Xavier Stone. Deseoso de empezar de nuevo, llega al...