Almas Gemelas

CAPITULO 29

-James. –Abba corre donde Wolf yacía tendido, con la cabeza ensangrentada. Mi chica pasó su mano por encima y para mi sorpresa la herida cerró de inmediato. Wolf abrió los ojos despacio y mira a su alrededor desorientado.

Me acerco a Ethan, lo reviso, las mordidas propinadas por Wolf solo eran una cicatríz rosácea, imagino que sanó mientras conservó su forma lobuna, ahora, tanto él, como James, eran humanos. Al morir Mael, su creador, la maldición se acabó con él.

Wolf se incorporó, el hecho que estuviera desnudo es un poco incómodo, me quito mi chamarra y éste la amarra alrededor de su cintura, tapándose. Voy a corroborar el estado de mis amigos, Thompson está sentado, y Royner empieza a despertar.

-Papá. –Abba se dirige a su padre que volvió al lado de Aldana.
–Papá mírame. –Le pide.

-Está muerta. –Pronunció Han con pesar.

-Lo sé. –Mi novia lo abraza, entre los dos consuelan su pérdida.

-¿Qué demonios ocurrió? –Thom frota su nuca con la mano, traqueando luego las vértebras de su cuello.

-Es una larga historia, así que te lo resumiré. –Agregué. –Mael mató a Aldana y robó su poder, James enfrentó a Ethan y lo venció, ambos están bien. En cuanto a Mael. –Vuelvo a ver en el lugar donde su cuerpo quedó, para mi asombro, sus restos se convirtieron en cenizas. –Fue derrotado por nada más y nada menos que Olivia Newman.

-¿Me estás tomando el pelo? –Abrió los ojos como platos.

-No, ella era en persona, jamás he visto un ser tan poderoso, ni siquiera Mael ha sido digno rival para ella.

-¿Y dónde está?

-Se esfumó, le debemos nuestro pellejo.

-Vaya las sorpresas que te da la vida. -¿Y Abba? –Consulta

-Está bien, Mael logró su cometido, la magia ahora es parte de ella, su intención fue siempre, robarle su poder, sin importar tomar su vida en el proceso.

-Era un maldito mal nacido, lástima que no presencié su deceso.

-Ha sido de película. –Asevero con una sonrisa de medio lado.

-La calma regresa. –Thom pierde su vista en la copa de los árboles, la noche llega silenciosa, el cielo se cubre con las primeras estrellas.

-No tengo como compensar su ayuda. –Añado de verdad agradecido.

-No tienes qué, ya te lo dije, me lo cobraré en algún momento.
–Compartimos una sonrisa.

Un confundido Ethan se pone de pie, se da cuenta que se encuentra desnudo. -¿Alguien puede decirme que hago aquí? ¿Y por qué estoy desnudo? Con su mano intenta cubrir sus partes nobles. –James.
–Me reconoce.

-¿Qué es lo último que recuerdas? –Inquiero.

-Estaba en el trabajo, iba a almorzar y... es todo.

-Tu esposa ya dio a luz. –Le informo.

-¿En serio? ¿Cómo es posible? No entiendo nada.

-Te explicaremos, pero te advierto, que no te gustara saber la verdad.

Todos los presentes, abandonamos aquel sitio con dirección a la casa de Han. Al llegar mi suegro llamó a la policía, no podíamos darle la versión oficial de los hechos, así que tuvimos que improvisar nuestra declaración.

-No puedo creer que maté a esas personas. –Ethan lucia contrariado, Han le prestó de su ropa al igual que a Wolf.

-No fuiste tú, no directamente.